Por@ruiz_senior
Ese anclaje en el orden antiguo de la hoy triunfante
ideología se evidencia en las disposiciones relativas a los pueblos amerindios
de la Constitución Política de Colombia de 1991, que fue una imposición de un
gobierno aliado del narcotráfico y la guerrilla comunista del M-19, la cual
obtenía ese logro a cambio de su desmovilización. Un avance del proyecto totalitario
recién fundado por Lula da Silva y Fidel Castro para resistir al retroceso del
comunismo en Europa.
De lo que se trata es de mantener el orden de castas
colonial y a una parte de población desprovista de una ciudadanía plena, debido
a que no forma parte del conjunto social sino de otras comunidades a las que se
«protege» en sus especificidades, según el discurso oficial. En la realidad
esos ciudadanos de segunda son meros esclavos de los dueños del Estado, que
combinan la dialéctica del palo y la zanahoria, aunque el palo lo reciben los
pobladores, amenazados por los narcotraficantes y guerrilleros, valga la
redundancia, y la zanahoria es sólo para los jefes de las comunidades, meros
capataces de la mafia.
De modo que cuando se habla de las hectáreas que poseen los
indios y que se les conceden habría que pensar en la vasta corporación de
parásitos dueños del Estado y en las ONG que hacen de intermediarias entre las
bandas de asesinos y narcotraficantes y los que controlan en el terreno a las
comunidades. Esas hectáreas que se sustraen a la agricultura y a la ganadería
no van a beneficiar a los pobladores sino a servir para la industria de la
cocaína, que es el fundamento de los regímenes totalitarios de la región, como
es bien sabido con el caso venezolano.
Pero al final todo lleva a la visión de la mayoría de los
ciudadanos: todas las protestas que he leído en Twitter van acompañadas de
hostilidad racista contra una parte de la población tradicionalmente excluida.
Parece que la inmensa mayoría de los colombianos encuentran un motivo de
orgullo en ostentar desprecio por estos compatriotas y asocian el tener ese
origen étnico con los desmanes de los matones asociados a los guerrilleros («guardia
indígena»). Así se favorece la labor de la mafia reinante que intenta enfrentar
a los indios con los demás colombianos. Esa hostilidad recuerda a la misoginia
con que muchos replican al feminismo, como si esta propaganda totalitaria
favoreciera realmente a las mujeres.
Poco contribuye a reducir esa hostilidad la corrección
política, manifiesta por ejemplo en la reticencia a llamarlos «indios», como
los llamaron los conquistadores españoles después de que los viajes de Colón
tuvieran por objeto llegar a la India. Debido a que por el racismo tradicional «indio»
ha llegado a ser un insulto, se ha generalizado llamarlos «indígenas», para no
ofenderlos, tal como los que dicen «afroamericano» o «moreno» para aludir a los
negros. Lo que se evidencia en esa manía es la persistencia del racismo como
rasgo ideológico predominante, y en fin lo que hace que los narcotraficantes
que explotan a las comunidades puedan mantener su ventaja: realmente la mayoría
no ve problema en la persistencia del viejo orden de castas, sólo en el
inconveniente de no contarse entre los favorecidos. Indígena es un término de origen latino presente en todas las
lenguas de Europa occidental con el mismo sentido de «natural del país», el
alemán es el indígena en Alemania y el chino en China.
Los indios son las principales víctimas del orden reinante, son
la mano de obra barata de los narcocultivos, tal como lo eran de las industrias
milagrosas de la época colonial, como la quina. Quien pensara en su redención
no debería quejarse de que se les concedan hectáreas sino que esto no se haga a
favor de cada familia o de cada individuo, sino de unas organizaciones que sólo
son las instituciones de la esclavitud. ¿Que esas tierras serían más
productivas en otras manos? Quizá, pero nadie debería impedir al indio
propietario asociarse con emprendedores o venderles sus tierras. O mejor,
intentar prosperar como cualquier otro ciudadano favorecido por una reforma
agraria efectuada sobre terrenos que ahora están en manos de redes criminales.
La verdad por mas que lo pienso y lo pienso, no logro encontrar la pieza que me falta del rompecabezas.
ResponderBorrarDien google la búsqueda "Colombia News"
Y me devuelve basicamente la noticia de que "Colombia Legalizara el trafico de drogas" (de estupefacientes)
Y salen notas de medios importantes:
Ejemplo el guardián
https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/aug/20/colombia-president-coalition-peace-gustavo-petro
Y quien escribió eso? La hija de Pizarro.
Pareciera que SI, que el mundo como que pide a gritos que se legalice la droga.
Y creo va a ocurrir,
pero todavia no logro imaginar como era el pais, el continente y el mundo
bajo esa perspectiva.
Lo hacen sonar bonito.
Supongo SI, van a ir hacia esa dirección,
pero como todo: cometerán los errores mas atroces,
las improvisaciones mas grotescas
porque estará el animo de lucrarse de la situación.
Finalmente seran otros décadas en el futuro los que logren el objetivo.
Y si Los Indios.... aparecen en el trasfondo....
Ya he visto a un tal gilberto tobin,
ahora hiper letrista, hablando de "recuperar"
la Amazonia....
Quieren llenarla de "micos"
porque recuperar en jerga guerrillera significa básicamente "robar", expropiar,
quitarle a otro para repartirlo "al pueblo".
Para mi esto es confuso, porque todavia no he podido ver quienes son los que
le ordenaron a Petro la idea de legalizarla....
tampoco se si sea buena o mala idea.
ni se si es parte de un plan mayor a escala continental.
Si legalizan, entonces que ocurrirá con los grandes carteles de la mafia?
abra una guerra abierta contra los carteles mexicanos?
Quien dirige este teatro internacional?
correcion: en donde dice Gilberto Tobin, es Gilberto Tobon
ResponderBorrary donde dice letrista, es hiper petrista
Sera leu quieren que el mundo termine asi:
ResponderBorrares este el mundo Petrista?
https://www.youtube.com/watch?v=gEIA3PRGQlU
Persona detrás del seudónimo Casagrande:
ResponderBorrar¡ estás drogado ?
Muchas veces he leído con sorpresa sus apreciaciones porque no las comparto pero siempre las respeto. Duré seis años leyendo incrédulo sus opiniones sobre Uribe hasta cuando colaboró entusiasmado a robarnos el No para someternos a las guerrillas comunistas y convertirnos en colonia cubana. El tema de los indios también me tenía confundido juzgándolos a todos igual que "a los capataces de la mafia" que son sus caciques. No olvido a Lorenzo Muelas, Rojas Birri ni al de los trajes Armani allá en el Senado.
ResponderBorrarJosé Casagrande: la legalización del narcotráfico no es posible, no va a ocurrir. Lo que hace el gobierno es plantear una discusión contra la guerra contra las drogas de la que se culpa a la violencia, hace mucho tiempo que están en esa campaña, encabezada por personajes como César Gaviria. Entonces lo que ocurre es que con distintos pretextos deja de estar prohibida de hecho la producción de cocaína en Colombia mientras que los recursos públicos se dedican a legitimarla. Según la presión estadounidense habrá algunas incautaciones, por ejemplo, de los rivales de las FARC en el negocio, pero la producción aumentará. Lo importante es que se entienda que es un narcogobierno.
ResponderBorrarJesús Moreno, gracias por su comentario: es muy importante que las personas rectas tengan claro que el racismo, que es una forma de idiotez moral, está presente a todas horas y que forma parte de la organización social colombiana, donde la inmensa mayoría de la población es mestiza. Los miembros de las comunidades indígenas son personas excluidas porque LOS DERECHOS COLECTIVOS EXISTEN A COSTA DE LOS DERECHOS INDIVIDUALES. Le recomiendo este viejo post sobre el asunto. http://pensemospaisbizarro.blogspot.com/2006/08/el-cepo-de-los-derechos.html
ResponderBorrarGracias por su apoyo.
Muchas gracias. "La ONU añadió los derechos colectivos o de comunidad a costa de los derechos de los individuos". De esta manera, digo yo, los caciques, capos mafiosos, dictadores y políticos ejercen su dominación sobre la comunidad afirmando que están legitimados por la ONU. Y lo mas doloroso es que muchos les creen.
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