11 jul 2004

Escogiendo entre seguridad y libertad

Hay unas libertades que consisten en poder salir a la calle sin que a uno lo secuestren y hay otras que se pretenden buscar, que son las que proclaman los partidarios de los secuestros, que en realidad sólo quieren que la estrategia de protección de las primeras libertades fracase. El problema es éste: ¿existen los partidarios de los secuestros y de los secuestradores? El daño moral del colombiano lo fuerza a jurar que tal cosa no existe. Yo aseguro que son mayoritarios entre todos los titulados universitarios, entre los empleados del Estado y entre toda la gente de estratos 5 y 6 menor de 60 años, al menos en Bogotá. Lo que pasa es que son sectores acostumbrados a hacer la guerra con los hijos ajenos, y con grandes influencias en la prensa: cualquier denuncia en ese sentido la censuran tranquilamente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con sumercé, nadie esta de acuerdo con los secuestros, aparte la gente cuya actividad economica depende de esta peste. Ud tiene una vision maniquea de la vida, los "universitarios" ¿eso qué es? ¿En que se parece un javeriano a un universidadnacionalista o a un estudiante de la uni de Cordoba o la UIS? Salvo en el arribismo y la inautenticidad que son las caracteristicas mayores de la sociedad colombiana no creo que se pueda meter a tanta gente en un solo saco. O los funcionarios, ¿cuales? ¿de dónde? etc. Su comentario es lo que llaman "sociologia de tienda"

Ruiz_Senior dijo...

Respondo al comentario anterior: ¿nadie está de acuerdo con los secuestros? Claro, ni siquiera los secuestradores, que preferirían ahorrarse ese trabajo. Alfredo Molano, el profesor más reconocido de la universidad colombiana lo expresaba muy bien: se exige a las FARC que dejen sus negocios ilegales, pero es obvio que al ser ellas mismas ilegales no se pueden dedicar a negocios legales... Y entonces ¿cómo habrían de financiar su lucha? Todos los que esperan que a las FARC las premien por su poder están alentando los secuestros, cosa que tal vez no les resulte agradable como a los nazis no les gustaría ir los domingos a visitar los Lager. Los universitarios son los que obtienen un título de educación superior y por eso acceden a ingresos altos. Tal vez en conjunto sean más altos los de los egresados de la Nacional que los de la javeriana, y de hecho sus hijos van a universidades caras. El que esos ingresos tan altos no tengan nada que ver con la productividad es el resultado de la lucha guerrillera: siempre hay una forma de que los maestros, por ejemplo, pero también miles de titulados de todo tipo en las entidades y empresas estatales, se suban el sueldo gracias a una huelga o a presiones semejantes, que no funcionan sin el respaldo armado (como se demostró durante la última huelga de la USO). Los empleados estatales colombianos ganan, casi en todos los casos, el doble, el triple o más que los empleados de su mismo rango en el sector privado. En el resto del mundo, particularmente en los países avanzados, sería al revés.

Es sencillo, y hay que repetirlo varias veces cada día. En Colombia hay un sistema esclavista perpetuo y el Estado sólo tiene por función repartir las rentas que producen las minas y los esclavos entre los descendientes de sus creadores. Los demás pueden morirse de hambre.

¿Sociología de tienda? Sin duda: lo que pasa es que habría que argumentar si es o no VERDAD.

Anónimo dijo...

Más famoso y reconocido que Molano y profesor de universidad colombiana (de hecho Molano, si fue alguna vez profesor de una universidad en Colombia fue hace mucho) puede ser Manuel Elkin Patarroyo. Hay otros famosos por otras cosas o reconocidos en medios no tan periodísticos. Se nota que su problema es con Molano, porque de universidades lo ignora todo.

Ruiz_Senior dijo...

Bueno, al último corresponsal le respondo: puede que mi adjetivación no fuera muy afortunada. El reconocimiento no es de cualquiera, sino del mundo académico. ¿A cuántos profesores homenajean los demás profesores en actos solemnes? ¿Cuántos viajan por todo el país invitados por las universidades públicas?

Ojalá el problema fuera con Molano y no con los diez mil Molanos que hay en las universidades. Patarroyo, cuyos logros científicos no serían tales en otros contextos más exigentes, no es un líder de nada, sino una figura que supo hacerse famoso por otros motivos que por representar los argumentos del terrorismo.

Yo no sabré nada del mundo universitario, pero ¿los que sí saben me pueden decir qué profesor es más reconocido, entrevistado y elogiado que Molano. Tal vez Alejo Vargas se le acerque.

Sistemáticamente, los que tienen que ver con las universidades son antiamericanos, antiliberales, antiuribistas y si no hablan abiertamente a favor de las guerrillas es por pura cobardía.