9 dic 2005

Vocaciones justicieras

Cada país tiene en el mundo un papel, un poco como si tomáramos de forma literal la metáfora de la aldea global y cada vecino prestara un servicio al conjunto y le diera un colorido particular a su calle. En una época yo pensaba que los chinos fabricaban baratijas, los irlandeses vendían cerveza, los italianos pizzas, los alemanes vehículos de lujo y los colombianos cocaína. Eso ocurría porque no estaba familiarizado con internet ni con el sentido general de la vida colombiana. Lo propio de Colombia no es ni el narcotráfico ni el crimen en general, sino la lucha contra la pobreza. ¡No hay pasión comparable, nada despierta más entusiasmo ni preocupa más a toda la sociedad, y ningún oficio asegura un acceso más fácil al círculo de los privilegiados y a los sueldos fabulosos en comparación con los de la mayoría de la gente! ¡Mientras Venezuela vive de su petróleo y China de sus peones cuasi forzosos, Colombia vive de su pobreza! O al menos es lo que parece, porque es difícil encontrar a algún rico que trabaje o viva dedicado a otra cosa.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

ooops, I did it again.

D. dijo...

Un comentario tan inteligente, que tuvo que ser escrito en inglés para que el vulgo no se percatara de tanta profundidad, pues no se la merece.

Anónimo dijo...

para de sufrir, diego. yo creí que tú ya tenías a cristo en tu corazón.