Lo fundamental para obtener distinciones públicas que exaltan grandemente el honor de una persona, consiste en que el aspirante a ese honor pueda avalarlo con un amplio record de meritorios reconocimientos ciudadanos, y esto se logra en base a la sumatoria de acciones a favor del bien común, valga decir, a favor de la sociedad, que es quien ejerce la condición de juez de reconocimiento de la calidad de tales acciones, y quien tiene la facultad entonces de otorgar o negar el favor de la voluntad popular hacia dicha causa.
Si nos atenemos a los principios de la filosofía política, debe ser de mayor relevancia el rigor con que se aplique la razonabilidad de criterio para calificar una gestión pública de ejercicio del poder, pues así como el poder proviene de la política, también es cierta la circunstancia de que es justamente el pueblo quien origina la política, lo que le otorga derecho propio para constituirse en la voz de apoyo o de rechazo a una gestión de gobierno.
Justificación de una reelección presidencial
La voluntad ciudadana, en cumplimiento de un deber cívico, elige al gobernante de turno en base a un programa de gobierno que el candidato presenta a consideración del pueblo, con el cual promete que cumplirá su compromiso social con la sociedad que va a representar en el poder, con la defensa de la democracia y del Estado de derecho y su institucionalidad, defensa de la soberanía nacional, etc., es decir, un compromiso integral de gobierno a favor de los intereses de la patria.
Gobernante que no cumple lo prometido para obtener el favor del pueblo en las urnas, lo que equivale a engañar la voluntad popular que lo eligió, no es digno de que sea ratificado en el poder a través del mecanismo de la reelección. Por el contrario, la reelección debe ser el incentivo que le otorga el pueblo al gobernante como reconocimiento al cumplimiento de sus promesas de gobierno, y el cumplimiento con los deberes que le impone la Constitución y las leyes de la república.
La reelección del presidente Santos
Los antecedentes siempre son el mejor soporte para la toma de decisiones, y más aún en este caso tratándose de una decisión ciudadana trascendente como es la de ratificar o no el poder político de continuar dirigiendo los destinos de la nación. El balance de gestión del gobierno Santos no le favorece para nada tratándose de la idea de querer hacerse reelegir como presidente de la república, pues los méritos que lo justifiquen no aparecen, como se observa en la siguiente relación parcial de hechos ocurridos en su gobierno:
1. Se hizo elegir en el 2010 prometiendo gobernar con unas políticas que luego no cumplió, lo cual significa engaño al electorado.
2. Permitió el regreso de la inseguridad nacional que en muchas zonas había sido desterrada, pues el país se ha visto nuevamente muy afectado por hechos terroristas.
3. El crecimiento de la economía se ha resignado a bajas tasas cuyo promedio oscila entre el 4,4% y 4,5%, cuando lo normal es que crezca alrededor del 6%.
4. Fracaso total con la reforma a la justicia, la cual se convirtió en un verdadero fiasco.
5. Fracaso con la reforma a la educación, la que le hicieron echar abajo los estudiantes.
6. Un proceso de paz minado de incertidumbres por las exageradas e inaceptables concesiones que le exigen las FARC, básicamente motivadas por haber convertido tal proceso en instrumento de reelección presidencial.
7. La constante durante su gobierno ha sido la danza de los ‘billones’ de pesos en ofrecimientos y promesas incumplidas.
8. Caída en el crecimiento del sector industrial, lo que genera problemas de desempleo.
9. Las muy anunciadas locomotoras de desarrollo no arrancaron.
10. Las grandes obras de infraestructura se fueron en solo anuncios, y así no funcionan los tratados de libre comercio firmados.
11. El sistema de salud se ha convertido en una verdadera pesadilla para los colombianos.
12. Lo de Colpensiones fue solo un elefante blanco de burocracia y corrupción que no funciona en favor de quienes tienen derecho a una pensión.
13. Corrupción desbordada en la justicia (magistrados y jueces), al punto de ir a parar jueces a la cárcel.
14. Corrupción escandalosa en la misma DIAN donde se roban la plata de los impuestos que pagan los colombianos.
15. Dificultades económicas graves en el sector agrario.
16. Entrega de la soberanía nacional a Nicaragua en el mar de San Andrés, lo cual disimuló el presidente ante los colombianos con el cuento engañoso de que ‘no es aplicable’.
17. Revaluación del peso que ha arruinado al sector exportador, y a otros sectores de la economía.
18. Y por si faltaba, algo muy grave, que consiste en la tendencia de Santos al acercamiento ideológico al socialismo del siglo XXI, y al chavismo en particular, pues en esas manos entregó las llaves de la paz para que desde Venezuela le digan qué debe hacer, y por añadidura desde Cuba, nada menos que esos profetas de la democracia.
Este perfil de gestión presidencial es el que aspira a ser reelegido. Los colombianos tienen la palabra… Estudio de ANIF dice que administración Santos 2010-3013 se rajó.
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