27 ene 2015

Intentar bajarse del bus

Por Jaime Castro Ramírez

El talante de las personas deja conocer la identidad de su criterio. Por principio de lógica no es posible la coexistencia del ser y no ser al mismo tiempo, sin embargo, existen mentalidades que deambulan por el sendero de lo que se podría llamar ‘la negación del compromiso’, es decir, que manejan una conducta profana en cuanto no respetan la seriedad de la palabra, y lo prometido se convierte en un comportamiento débil de personalidad, pues consideran válido el hecho coexistente de decir sí, y luego no, a un mismo evento de responsabilidad. Lo grave de esta clase de conductas es la premeditación en el uso de espejismos de engaño público para lograr obtener beneficios de interés personal, pero acto seguido se acude a la retractación para desmontarse de la responsabilidad del cumplimiento del compromiso. La palabra se convierte entonces en simple actitud retórica sin ningún valor, lo cual debe condenar a su autor a la consecuente pérdida pública de confianza y credibilidad.

Promesa de referendo para validar acuerdos de negociación de paz
Los colombianos fueron advertidos por el presidente Santos en promesa solemne de campaña electoral para su reelección de que los acuerdos de negociación de paz que él firmara con las Farc, serían validados por el pueblo mediante convocatoria a las urnas a través del mecanismo legal y constitucional de un referendo.

En los días anteriores a las elecciones presidenciales del 2014, era voz populi la versión sobre presuntos contactos frecuentes del presidente Santos con el fiscal general de la nación Eduardo Montealegre, pues incluso éste último, en actuación ilegal como fiscal, se convirtió en una especie de activista político en los medios de comunicación a favor de la campaña reeleccionista de Santos; pero además, pocos días antes de las elecciones el fiscal armó todas las características propias de una fábula de amplia ficción sobre un supuesto hacker que dizque chuzaba comunicaciones de los negociadores del proceso de paz, allanó la oficina donde este señor trabajaba y de inmediato lanzó tal acusación, y logró el efecto que buscaban que desde luego era causarle daño al éxito de la campaña contraria, y a su candidato, quien había ganado las elecciones de la primera vuelta presidencial.

Hay que agregar que el denominado ‘hacker’ es un individuo que fue contratado en la campaña del candidato Zuluaga para prestar servicios de comunicaciones, y fue contratado por su antecedente en la hoja de vida de haber trabajado en la anterior campaña de Juan Manuel Santos. Lo que se observa entonces es que armaron una paradoja en el sentido de que tal individuo era bueno cuando trabajó en la campaña de Santos, pero supuestamente era un bandido cuando trabajó en la campaña de Zuluaga…

La campaña del fiscal parece continuar después de las elecciones, pues ahora salió con la tesis de que para validar los acuerdos que Santos firme con las Farc como resultado de la negociación de paz, no se requiere el referendo. Para el pueblo colombiano esta versión del fiscal es muy desafortunada porque va en contravía de lo que fue una promesa presidencial en campaña electoral.

Sin embargo, las dudas trascienden los límites de la mera versión del fiscal en la medida que de ella se pueden desprender otros nexos que desarrollen una labor conjunta en favor de darle cuerpo al tema y poder posibilitarlo.

En el ambiente popular se rumora que conociendo la tendencia de Santos a incumplir promesas hechas al pueblo, se puede tratar de un juego de palabras para ir ambientando el camino que conlleve a desistir del cumplimiento de la promesa. Ya se escuchan voces de políticos de la ‘unidad nacional’ admitiendo lo que dice el fiscal, y que por lo tanto apoyan la idea de prescindir del referendo. El señor Humberto De La Calle sale a decir que el referendo es promesa del presidente, tal vez para dar la sensación de cierto equilibrio en el manejo de la situación, y con ello evitar la reacción popular ante el posible engaño.

Atando cabos, como se diría en el argot popular, de este asunto se desprende la duda de que pareciera un plan previamente convenido para lanzamiento de la especie a través de alfiles adeptos al régimen, de tal manera que, en el momento adecuado el presidente Santos pueda pasar por el medio ‘apoyándose’ en la opinión política ‘mayoritaria’ para decir que con su sola firma de los acuerdos es suficiente (aunque legalmente puede serlo), pero pasaría por encima del compromiso adquirido con el pueblo colombiano.

Lo complicado es que el pueblo no tenga opción de pronunciarse respecto a las concesiones que Santos le aprobará a las Farc, y que en consecuencia tengamos que aceptar a ojo cerrado lo que se rumora como eventual entrega del país por razón de la magnitud de lo que pueda ser la trascendencia de tales concesiones para la vida política, económica, e institucional del país.

4 comentarios:

JLCOWEN dijo...

Es muy claro que mientras Santos, el fiscal, y los políticos de la unidad nacional nos van enredando con todo ese discurso, que un día salen a decir algo, al otro día lo desmienten y luego las FARC sale a desmentir lo que dice el gobierno y así sucesivamente nos van metiendo en ese juego, a la vez van persiguiendo la mal llamada oposición, o sea, el uribismo, que es el mismo cuento, ya que TODOS apoyan la "PAZ", eso se nota cuando se escucha hablar al señor Luis Carlos Restrepo, o lo mismo el señor Juan Lozano, el señor excandidato a la vicepresidencia Holmes Trujillo, todos ellos y más hacen estan con el gobierno y quieren la "paz" y apoyan por completo los diálogos de la Habana.
Entonces el gobierno avanza con mucha fuerza para firmar los acuerdos de la habana, sean o no refrendados, ya que tiene el apoyo internacional y de las fuerzas militares, de la justicia y de muchas instituciones (la procuraduría también hace buenas criticas constructivas) y así mismo, se encaminan junto con la ayuda del fiscal a perseguir a la oposición, tratándolos de enemigos de los deseos de paz de TODOS los Colombianos, prácticamente convirtiéndolos en peores criminales que las FARC, ya que las FARC estás con la "PAZ" y el que no lo está, es el enemigo de toda la nación.

Anónimo dijo...

jlcowen, es la misma táctica del gobierno anterior; si no estas con él entonces eres un terrorista guerrillero; es como el policía corrupto que combate al ladrón; si no estas con la polícia, no estas con la ley, eres un vulgar ladrón; prefiero ver a toda esa caterva de las farc, pagando condenas y trabajando en vez de estar traficando cocaína, como lo estan haciendo las celulas heredadas del narcoparamilitarismo. Todos sabemos de las alianzas pro-farc-y-bacrim- están lavando platica porque el tiempo se les acaba; el proceso en cuba es una perversidad, si, pero tiene el espaldarazo de europa y los eeuu; los fundamentos de este proceso tienen que quedar supeditados a lo que diga la nación, no los poquitos vendepatrias y profugos que existen...

JLCOWEN dijo...

A los que se nos acaba el tiempo es a nosotros, los que estamos con la democracia y con la ley. Es que el problema no es que algunos rufianes paguen cárcel o no, o que se dediquen a trabajar en vez de empuñar un arma, no, ese no es el problema, el problema es la renuncia a la democracia, a la libertad. Es de idiotas pensar que los autores intelectuales de todos los crímenes van a negociar su entrega y a pagar condenas, por algo que ellos tienen firme convicción que su "rebeldía" es legitima, y todos los verdaderos asesinos, esos que se sientan en el congreso o los que dictan clases en las universidades, esos asesinos los alientan y enseñan que matar, secuestrar, extorsionar, poner minas y miles de atrocidades más, es bueno, ya que el fin es el "bien común". Esos comunistas que por décadas se han hecho ricos y que ven como su plan para tomar el poder asesinando a miles de personas, van a salir con la suya, gracias a las instituciones corruptas y llenas de cómplices, que se han ido llenando de gentuza que defiende a los criminales y encierra a todo el que se oponga a lo que quieren imponernos. Pero el servilismo de muchos a las clases políticas, a los amos como Uribe, nos va a llevar a que al final ganen los criminales, ya que ellos no se oponen a esa asquerosa paz que nos quieren imponer, porque como dije sean o no refrendadas la van a imponer. Lo realmente asqueroso es ver como los criminales que están en el congreso, o intelectuales como Mokcus o en las alcaldías, son abiertamente de las FARC y alientan los asesinatos y siguen muy tranquilos, ¿que hace la supuesta oposición al respecto?, pues nada, no hacen nada, ¿por qué no denuncian al fiscal que hace política y persigue a todo el que quiera oponerse a esa asquerosa paz? nadie lo hace, antes se reúnen con él, como lo ha hecho Uribe y su Centrucho democrático. Respeto los grandes logros de Uribe en sus 8 años de gobierno, demostró que es un líder y un gran gerente, pero ahora solo se acomoda y trata de verse bien diciendo "yo no soy enemigo de la paz " o sea afirmando que lo que se busca en la Habana es la verdadera paz, y que solo quiere que sea tomado en cuenta para firmar la gran hp "paz".

Anónimo dijo...

Cuidado!

Hay que evitar caer en la trampa que han tendido y en la que ha caído el ilustre columnista.

La trampa consiste en ventilar que los acuerdos no deben ser refrendados popularmente, esto con el objeto de generar una reacción -como la del columnista- que clame por la refrendación popular sin percatarse de que lo grave del asunto no es que se aprueben o no los acuerdos que se negocien en la Habana, si no el hecho de que se haya llegado a acuerdos a espaldas del pueblo. No tienen legitimidad alguna para negociar quien no tiene representación popular. No la tienen los delegados del gobierno y no la tiene un gobierno que, aunque elegido democráticamente, actúa de manera contraria al mandato recibido en las urnas.

Al pedir que se refrenden los acuerdos en las urnas, el ilustre columnista se alinea, quizás sin percatarse, de que al hacerlo ha renunciando a la oposición legítima y se ha unido al gobierno ilegítimo de Santos.