16 ago 2021

El lenguaje de Petro

 Por @ruiz_senior

Gustavo Petro es un personaje cuya popularidad me resulta inexplicable, me imagino que se debe a que de algún modo "conecta" con un tipo humano abundante en Colombia, tal como Hugo Chávez sabía llegar al corazón del venezolano humilde. Sin embargo, además de ese rasgo, no son comparables, el coronel venezolano era mucho más inteligente y más culto que el exguerrillero. La tosquedad y mendacidad de este personaje siempre me han impresionado, y lo que creo que lo hace grato a su público se me antoja una monstruosidad del espíritu local. Una mala fe sistemática y descarada que no incomoda a la gente porque es la costumbre generalizada, una exhibición de ignorancia y vulgaridad que encaja en el espíritu de un país en el que todo el mundo cree que la impresión de diplomas es progreso. Voy a comentar un tuit de Petro para señalar hasta qué punto en muy pocas palabras introduce varias mentiras grotescas que la gente no detecta porque la educación que recibe es sólo una gran inyección de esas mentiras.

Ignoro por qué recientemente dejé de estar bloqueado en Twitter por Petro, el caso es que un día encontré este tuit, al que quizá contestó alguien a quien sigo.


PRIMERA MENTIRA: No hay ninguna conexión entre la condena y la ideología de Uribe ni ninguna otra. Se evalúan unos hechos según la letra del Código Penal.

SEGUNDA MENTIRA: A Daneidys Barrera no se la condena por ningún delito llamado "terrorismo". La sentencia señala "
perturbación del servicio de transporte público, daño en bien ajeno e instigación para delinquir con fines terroristas". 

Lo único que interesa de todo eso es la "cultura" local. Cualquiera pontifica sobre las sentencias judiciales y un legislador y candidato presidencial no tiene incomodidad en pasar por alto el contenido de la sentencia. A nadie le molesta, millones de colombianos votaron por ese personaje porque la "educación" que reciben los deforma a tal punto. 

Y claro, la "cultura" local, la idiosincrasia delirante, de puro "realismo mágico", incluye esa extraña noción del delito político. Después de que los tipos penales en que se basa la sentencia no merezcan ni siquiera una mención, se pasa a la monstruosidad mayor, la idea de que el sentido "político" de un delito sea un atenuante, cosa que, todos los colombianos aceptan (de ahí las obscenas discusiones sobre la conexidad del narcotráfico con los delitos políticos). ¿Qué es delito político? La educación de los colombianos les inyecta la noción de que el tener determinados objetivos hace que ciertos crímenes se puedan considerar "altruistas" y por eso se los debe juzgar con benevolencia. ¿Algún colombiano consulta alguna vez un diccionario? Yo tengo mis dudas. Vean la definición que da el diccionario normativo de la RAE. 
Es verdad que esa noción es muy restringida y que la expresión "delito político" se aplica a otras condiciones, pero en ninguna parte es un atenuante. El que un criminal se proclame "preso político" (como los asesinos de Acción Directa) no hace que sus delitos sean excusables. Lo que pasa en Colombia es que la judicatura acepta los puntos de vista de los criminales.

El origen de esa curiosa endemia es éste: la nueva república no tenía un amo legitimado de ninguna manera, como lo estaba el rey en el periodo colonial, de modo que el poder podría alcanzarlo el que organizara una fuerza capaz de imponerse. Esa rapiña es toda la historia de la república. Pero cuando se organizaba una fuerza para hacerse con el poder no se tenía ninguna garantía de éxito, de modo que el organizador, siempre un criollo, podría fracasar pero no por eso iba a sufrir el castigo, toda vez que quien podría imponérselo podría verse después en las mismas. Es decir, los indios, negros y mestizos se mataban y los que los mandaban siempre quedaban impunes. De ahí viene el disparate.

TERCERA MENTIRA
Lo que hace eficiente la mala fe es que los demás la comparten, de modo que no se escandalizan porque tampoco tienen ningún respeto por la verdad ni por el lenguaje. Los presos cometieron asonada, la asonada es delito político (cosa de la jurisprudencia colombiana, en otras partes no se admite esa idea), luego se trata de presos políticos. ¿Qué es un preso político?

Así aparece la definición de la Wikipedia:


Un preso político no es el que ha cometido un delito político, un legislador capaz de una mentira tan burda y ridícula no debería estar en el Congreso sino en la prisión, pero, insisto, la mala fe es un rasgo cultural, como la inclinación al parasitismo o al robo. NADIE EN NINGUNA PARTE admitiría que alguien acusado de cometer asesinatos con fines políticos fuera un preso político.

Pero en fin, no es un problema de Petro y sus seguidores sino del conjunto de los colombianos, incapaces de entender que el objeto de la educación es formar petristas, incluso en las universidades más caras, como la de Los Andes, donde el profesor Alexander Klein, muy activo en Twitter, exhibe lindezas de idéntica calidad moral e intelectual.


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