15 jul 2004

El pueblo es neoliberal

Claro, el pueblo no sabe muy bien qué es eso del neoliberalismo, ni tampoco que es eso del liberalismo, pero vaya usted y pregúntele al taxista o al portero o al agricultor o a la empleada doméstica o al pequeño comerciante qué piensa de que se haga productivo el Estado y se despida a los que sólo están ahí para cobrar un sueldo. Primer principio neoliberal: el Estado no es empresario ni tiene por misión administrar todas las áreas de la vida.

Vaya y pregúntele a todas las personas sencillas si creen que es justo que los productos se puedan importar sin montones de aranceles, de modo que resulten más baratos, y no mantener a millones de ciudadanos dedicados a contrabandear, sacando sus ingresos de los precios elevados, y a otros miles dedicados a cobrar sobornos por dejar pasar el contrabando.

Otra cosa es cuando a ese pueblo lo recluta algún demagogo para convertirlo en clientela y darle parte de los recursos públicos que se sustraen al resto. Esa parte del pueblo es la parte corrompida, y entonces es la parte de la sociedad que dice que está bien que los recursos no estén en manos de los que trabajan y crean puestos de trabajo productivos, sino en manos de los políticos de tal y tal partido, porque esos políticos sí van a ser justos y no como los de antes.

La propaganda de los estatistas es ésta: el neoliberalismo hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Habrá que ver quiénes son los ricos y quiénes son los pobres. La renta per cápita colombiana es de unos 2.000 dólares al año, y alude a todo lo que se produce y se gana. Si llamamos RICOS a los que se ganan 5 veces esa cantidad, por ejemplo, una familia de 4 miembros que reciba cada año más de 40.000 dólares, es decir, más de 10 millones de pesos, encontraríamos que en ese sector, un 10 % o un 15 % de la población, entrarían la inmensa mayoría de los empleados y pensionados públicos, los titulados universitarios, etc.

¡Si ellos fueran a ser más ricos con el neoliberalismo los tendríamos a todos haciendo campaña por ese "modelo económico", y lo que se ve es lo contrario! Pero digamos que ésos no son los ricos, que los ricos son los verdaderos ricos, Santodomingo y Ardila Lülle y Sarmiento Angulo... ¡Pero figúrense que éstos son peores enemigos del neoliberalismo que los otros acomodados! (Lean El Espectador) Éstos necesitan que el Estado gaste mucho para tener seguros sus negocios, que no haya competencia, que no sea libre importar, que no se creen nuevas empresas.

Si el neoliberalismo fuera el que hiciera más pobres a los pobres habrá que entender por qué durante el gobierno de Samper, que se dedicó a acabar con el neoliberalismo, se dobló el número de pobres que había y se garantizó la pobreza de casi todos debido al déficit público, que es el mayor problema que tiene Colombia hoy.

El "modelo neoliberal", que sólo se ha aplicado realmente en Chile y en Costa Rica, y parcialmente en México (por no hablar de TODOS los países civilizados), es perjudicial para los sectores parasitarios de la sociedad, para los beneficiarios de rentas no productivas, para los sindicalistas y demás profesionales de la protesta, para los doctores que no saben hacer nada ni producir nada y que sólo aprenden a vociferar y amedrentar a la gente.

Ciertamente, los inversores y los empresarios realmente competitivos y productivos tienen más posibilidades de ganar que quienes no tengan recursos, pero al haber un ciclo de expansión de la economía y de facilidades para la inversión se crean nuevos puestos de trabajo y la gente humilde aprende oficios con los que se puede defender después; y por otra parte al reducirse el gasto público el país tiende a ser viable y a atraer inversiones, por ejemplo en autopistas y otras infraestructuras, con lo que un crecimiento general se puede vislumbrar a medio plazo.

Pero el problema es que un planteamiento así se enfrenta a la mentalidad tradicional, cuya principal aspiración es ésta: VIVIR SIN TRABAJAR. Es lo que han hecho durante casi cinco siglos los descendientes directos de los conquistadores, lo que siguen haciendo gracias a sus doctorados y a sus bandas de matones, lo que aspiran a seguir haciendo eternamente gracias a las mafias políticas que los representan.

Por eso es importante que hagamos frente a la campaña de calumnias y manipulaciones que prepara la prensa de los ricos (porque ahora parece que Caballero y los Santos dueños de Semana y El Tiempo son los defensores de los pobres) contra la reelección.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Keep up the good work
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