Hay algo que nadie quiere ver, y en todo caso nadie quiere señalar: que quienes crearon todos esos privilegios infames con las pensiones y quienes los siguen defendiendo se llaman "la izquierda". Es que Colombia es el mundo al revés, en el que los tiranos tienen por profesión la rebeldía (desde el siglo XVI, como nos recuerda Liévano Aguirre), los ricos aplauden los secuestros y quien defienda la preeminencia de las urnas es señalado como "de extrema derecha".
2 comentarios:
Qué curioso! Hay mamertos fachos que todavía, empezado hace años el siglo XXI, siguen pregonando las políticas socialdemócratas como la solución a todo: sueldos altos en embajadas politiqueras para los amigos de Medellín del ilustre Alvaro Uribe, corrupción al más alto nivel tendiente a perpetur a un enano hasta extender sus fincas ganaderas por todo el país, intervencionismo estatal para privatizar hasta la rama judicial y la legislativa, gigantismo estatal controlado por los cinco ricos dueños de todo, etc... fórmulas que han demostrado generar más pobreza, que quiebran a los estados y dejan millones de ingenieros manejando taxis desde Baja California hasta la Tierra del Fuego, que dejan técnicos vendiendo calcetines en las calles, pensionados atendiendo puestos de empanadas hasta las 10 de la noche gracias a que su pensión se la robarón los corruptos en cabeza del patrón Alvaro Uribe, y barriadas enteras de delincuentes y pandilleros sin ley ni orden. Pero salido del corazón del mamertismo facho sale un presidente para una gran nación, un paramilitarista y liberalista que toda su vida pregonó estas políticas de corazón y alma hasta el cansancio. Un personaje que mejor que nadie puede demostrar si ese cúmulo de ideologías traidas de Washington por el amo finalmente sirven o no: el presidente de los colombianos el paraco mayor. Lo chistoso de todo, y lo que viene al asunto, es que Uribe, quien prometió duplicar los sueldos bajos de sus embajadores parásitos en su campaña, hoy está luchando por conservar un aumento pírrico que decretó hace poco, mientras que la oposición (en embajadas clientelistas), supuestamente neoliberal, está presionando para que el aumento sea mucho mayor (gracias a los favores de la reelección). ¿Qué pueden decir a ésto los mamertos fachos del foro de las andanzas del paraco mayor y su clientela?
Lo que es el fascismo como estilo y como ideología lo ilustra a la perfección el segundo comentario: calumnias, insultos denigrantes para las personas que tienen alguna limitación (enano, etc.), silencio sobre lo esencial (la infamia de que haya más de un millón de personas ociosas cobrando pensiones que nadie cobraría en los países ricos a esa edad y mucho menos en ese grado), aliento de la envidia por motivos absurdos (todos los embajadores de todos los países que viven en Londres tienen sueldos altos. Ninguno podría vivir allá con el mínimo colombiano)... El último resultado es que todo se vuelve una toma de posición en torno al presidente, y la injusticia de la que se hablaba no merece ningún comentario.
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