29 jul 2005

Todo lo que motiva a nuestros totalitarios

Creo que el ARTÍCULO que publica Eduardo Posada Carbó en El Tiempo de hoy merece una rotunda desaprobación por caer en el papanatismo de la primacía de las ideas.

Es como si alguien para entender las causas de la guerrilla colombiana y sus secciones sindicales y universitarias se dedicara a buscar en los escritos de Marx y Engels y no en las costumbres del país, en la inclinación a depender de los puestos estatales, en la rentabilidad de negocios como el secuestro, en la condición moral de los promotores del crimen, etc.

La retórica marxista y la hurí cósmica de que habla un amigo mío son MÁSCARAS de esos agentes sociales, y lo mismo lo es el delirio yijadista, detrás del cual sobre todo están el anhelo saudí de liderar a la comunidad árabe.

Ese país es al mismo tiempo el más rico y el más ligado a la religión islámica, el que alberga los principales santuarios y las mayores autoridades, sin una gran fiebre religiosa sería un país secundario en comparación con Egipto (dentro de los países árabes) y de tercer orden después de Turquía, Indonesia, Pakistán e Irán (si se hablara de los musulmanes).

Esa vocación saudí lleva varias décadas aplicándose y al principio se manifestaba sobre todo en recursos para construir mezquitas y mantener clérigos, aunque ya tuvo su impacto en la guerra civil argelina de los noventa.

La simpatía de los intelectuales, sobre todo europeos y obviamente latinoamericanos, tiene que ver 1., con la "natural" inclinación teocrática de esos intelectuales y 2., Con las propias aspiraciones a la hegemonía y al papel de potencia de sus países. En ninguna parte es tan unánime el antiamericanismo como en Francia, país que día tras día experimenta una dolorosa pérdida de influencia.

Sin un sustento en la tierra las ideas son puras palabras, y tras el terrorismo islamista lo que hay es un proyecto claro de aprovechar la existencia de 1.300 millones de habitantes en países donde el islam es la confesión mayoritaria para crear una nueva superpotencia, cuya metrópoli sea Arabia Saudí. De hecho por eso interviene EE UU en Irak, y entre tanto gracias a las maravillas del 11 de septiembre las arcas saudíes rebosan más que nunca.

Eso es peor que la fe en el racionalismo universal, la frívola descalificación de un enemigo formidable que cuenta con un increíble apoyo entre todos los enemigos del liberalismo, es decir, entre la inmensa mayoría de los europeos occidentales y entre los latinoamericanos.

El cúmulo de comentarios proterroristas que ha tenido el señor Posada lo demuestra. Pero no son extravíos de la razón, son el usufructo de la masacre, las pensiones tempranas, los puestos seguros e inevaluables en el Estado, las nóminas paralelas y demás "derechos adquiridos" poniendo sobre la mesa algún centenar de muertos y amenazas muy claras cada vez que había un pliego de peticiones.

No se trata de que no entiendan lo bonito de la libertad, es que heredaron el desprecio al trabajo y los contactos que aseguran esos empleos de ensueño, esas huríes baratas que les llevan el desayuno a la cama, etc. Ésa es toda la motivación que tienen para ser tan benévolos con al-Qaeda.

Lo dicho, papanatismo del peor.

6 comentarios:

Atrabilioso dijo...

Acaba de producirse una declaración del Procurador sobre la situación del Putumayo, que no sorprende, pero si confirma muchas de sus tesis:
"La procuraduría condena las acciones contra la infraestructura petrolera y contra la población civil en el departamento del Putumayo y pide la intervención internacional para solucionar la crisis". ¿Y los ataques a policías y militares? ¿Y los daños a los helicópteros? ¿y el acabar con la infraestructura vial de una amplia región del Putumayo? Eso no merece condena, no merece ni una palabra del Procurador Edgardo Maya.

Ruiz_Senior dijo...

Para Atrabilioso:

No entiendo muy bien su post: tiene razón en que el procurador debería condenar también todo lo que usted menciona, pero la no mención de esos crímenes puede ser un simple descuido o una ligereza.

Si usted quiere decir que yo alguna vez he atribuido a ese señor conductas y actitudes favorables a la guerrilla, creo que se confunde. Respecto a ese señor más bien había rumores que relacionaban a su familia (es el viudo de la Cacica) con las AUC en el Cesar. Pero los rumores más bien acusan a quienes los propagan.

El que sí era claramente defensor de la guerrilla era el antiguo defensor del Pueblo, Eduardo Cifuentes, que ahora será decano de Derecho de Los Andes. Creo que ningún funcionario público de alto rango ha sido tan claramente defensor de esas bandas. Pero ya lo era antes de ocupar el puesto, cuando era magistrado de la Corte Constitucional con Carlos Gaviria y otras joyitas.

Ya no recuerdo el nombre de un procurador que formaba parte de un comité promotor de la negociación con el ELN y que parece haber sido nombrado por los amigos de esa gente. Estaba al final de Samper y al principio de Pastrana, pero no recuerdo el nombre.

Un saludo.

Javier Moreno dijo...

Es terrible su manía de señalar como guerrilleros a personas que apoyan posiciones políticas distintas a las suyas. Con franqueza, no entiendo qué gana con ello. Eso sería como si alguien tras leer su weblog concluyera que usted es amigo (o amante) de S. Mancusso.

Me parece que debería mesurar sus juicios y afirmaciones, dejar la propaganda innecesaria y centrarse en los argumentos y no en generar chismes peligrosos.

Ruiz_Senior dijo...

Para Javier: yo nunca he llamado guerrillero a nadie que no lo sea. Y es porque para mí los guerrilleros conservan alguna respetabilidad. Los personajes como Cifuentes, los abimolanos y todas las demás alumañas (como Gustavo Petro, al que estoy oyendo ahora) me parecen canallas mucho peores que los guerrilleros.

Javier Moreno dijo...

Usted señaló a Molano como parte del "bando guerrillero". Ese es sólo un ejemplo, he visto más.

Ruiz_Senior dijo...

Para Javier:

Bueno, hay una diferencia entre ser del bando guerrillero y ser guerrillero.

Es posible no haber leído a Molano y dudar de que un columnista de la prensa sea del bando guerrillero. ¿He de suponer que es su caso? Porque una persona que haya leído a ese señor y dude de que es del bando guerrillero tiene un problema serio.

Aunque no hace mucho salió Molano con protestas de imparcialidad. A ese nivel de cinismo se llega en Colombia.

Recuerdo una mesa redonda que reprodujeron en el periódico de la UN hace como seis años. Molano explicaba que no se podía reprochar a las FARC que recurrieran a métodos ilegales de financiación, puesto que los métodos legales les estaban vedados, con lo que condenar sus formas ilegales de financiación era como pedirles que renunciaran a su lucha.

Hay personas del Guaviare o del Caquetá que encuentran en la guerrilla una forma de hacerse respetar y de prosperar. Son los peones del terrorismo, los que mueren fácilmente y de todos modos siguen viviendo en la miseria. Son el estrato 1 de la izquierda.

En contraste hay personas como Alfredo Molano, y muchísimos más, que son los que realmente ordenan las masacres y se lucran de ellas. Son el estrato 6 del terrorismo, gente que no corre ningún peligro, que ocupa puestos estatales con sueldos millonarios, que gracias al poder acumulado a costa del sacrificio de miles de niños reclutados a la fuerza, consiguen poner a la familia en puestos diplomáticos.

Relacionar a Molano y a muchos otros con la guerrilla es una ofensa para la guerrilla, un ultraje. Los niños sicarios que mutilan gente para sacarle un anillo son limpios y puros en comparación con canallas como ese escritor.

Y para serle sincero los tartufos no son mucho mejores.