5 ago 2005

Para que el juego funcione tiene que haber árbitros

Pobres lectores de este blog, aparte de ser tan pocos se encuentran siempre con las mismas cosas repetidas ad nauseam. A mí ciertamente me gustaría aportar pensamientos interesantes, novedosos, deslumbrantes. No quiero decir nada sobre si puedo o no hacerlo, lo cierto es que la realidad me fuerza a clamar día tras día en torno a lo mismo.

Hoy tenemos dos editoriales de El Tiempo, y un argumento repetido: basta con leer esos escritos para entender a Colombia. Ni siquiera hace falta leer entre líneas sino sólo relacionar los dos escritos para preguntarse qué quiere su autor que pase, de parte de quién está, cuál es su noción del derecho y de la moral. ¿Puede haber alguien más representativo de un país que el editorialista del único periódico que circula en la mayor parte del territorio?

Es muy importante insistir en esto porque de otro modo se cae en el engaño: en suponer que el heredar un periódico autoriza a alguien a decir lo que le dé la gana y le permite encontrar audiencia. No es así: cuando Enrique Santos era sólo columnista era el más respetado y valorado por la mayoría de los lectores.

El Tiempo es representativo de los valores, inclinaciones e intereses de los colombianos que leen la prensa. El mismo predominio numérico de los comentaristas partidarios del régimen cubano y sus émulos colombianos lo demuestra (digo "numérico" porque suelo participar ahí, con lo que admitiendo el predominio argumentativo de esa gente estaría practicando la falsa humildad).

El primer EDITORIAL desautoriza las capturas masivas tras el auto de la Fiscalía que puso en libertad a un montón de detenidos de Risaralda.

Hay un típico comportamiento de los delincuentes, que es ocultar las pruebas y explotar la habilidad de los abogados y los recursos de sus fechorías para conseguir que la investigación termine en un sobreseimiento por falta de pruebas. ¡En cuanto lo consiguen, a pesar de que para todo el que conozca de cerca los hechos es obvio que son los culpables, proclaman que su inocencia se ha demostrado!

Yo no sé nada sobre el proceso concreto de esas personas, no sé qué tuvo en cuenta el fiscal a la hora de capturarlos ni qué amenazas o sobornos sufrieron los investigadores, pero el sobreseimiento por falta de pruebas no es NUNCA una prueba de inocencia.

En EE UU llegó a ocurrir que aprovechándose de una norma que prohíbe juzgar dos veces a alguien por unos mismos hechos, una vez fue sobreseído el acusado declaró que él sí había cometido el homicidio por el que se lo juzgaba.

Para estos bastardos asesinos que escriben los editoriales ese hombre sería inocente, por mucho que se declarara culpable. Pero volviendo al caso de esos presos, ciertamente es abusivo e intolerable que la investigación haya durado veintidós meses. Y todos estaríamos en el bando de la protesta porque así como los fiscales pueden equivocarse o ceder a las presiones o a los sobornos a la hora de soltar a unos acusados, también pueden embarrarla a la hora de ordenar una captura.

Pero lo que dice el editorialista no es que esté mal esa tardanza, sino que están mal las capturas masivas, como si no hubieran sido útiles para reducir la cantidad de secuestros a una cuarta parte de los que había hace tres años.

¿Por qué no les gustan las capturas masivas? PORQUE PERJUDICAN A LAS GUERRILLAS, tal como se puede comprobar leyendo el otro editorial sobre la retirada de las imágenes del Che Guevara y Camilo Torres, íconos de esas bandas criminales.

¿Cómo se atreven a proclamarse árbitros cuando son abiertamente partidarios de los terroristas y promotores de su ideología? Ésa es la pregunta interesante, y remite al orden esclavista de la sociedad colonial, a las castas que defienden sus privilegios y su dominio sobre la sociedad encargando a los charlatanes de la U. Nacional el adoctrinamiento y a los sicarios rústicos la labor efectiva de terror.

La desgracia, TODA LA DESGRACIA, es que el resto de los colombianos no quiere darse cuenta de que esas castas siguen conservando el poder, y una masa considerable de partidarios.

Como bien dice un comentarista de este blog: ¿antes había existido tanto cinismo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema del blog no es de fondo sino de forma. Recuerde que en este paìs solamente lee el 1 por ciento de la poblaciòn. Claro que los optimistas dicen que se debe a que solamente se contabilizan las ventas legales de libros pero la verdad yo difiero de esta teorìa o sino còmo se explica el monto de estupidez con la que uno debe lidiar diariamente.
De otra parte no entiendo este post. Me explica como es que las detenciones masivas han detenido actos terroristas?

Fiona

Ruiz_Senior dijo...

Para Fiona:

No sé qué problemas de forma tendrá el blog. Respecto a la estupidez, créame que hay muchísima estupidez letrada.

Y acerca de este post: se trata de registrar el cinismo del editorialista de El Tiempo que pretende erigirse en árbitro condenando las capturas masivas y al mismo tiempo protesta porque se quitan las imágenes de los guerrilleros en la Nacional. ¿De qué lado está y por qué quiere que no haya capturas masivas?

¿Han servido esas capturas para debilitar a las guerrillas? Sin la menor duda. Normalmente hay un trabajo de "inteligencia": los informantes señalan a las personas que tienen relación con las guerrillas. Eso las destruye en la práctica, porque los cabecillas ya no pueden moverse con tranquilidad por ese pueblo y no tienen quien les vigile movimientos extraños, quien cuide a los secuestrados y provea alimentos y medicinas.

Es muy probable que se haya cometido algún abuso, pero también que casi todos los que cayeron en esas capturas eran auxiliadores de las guerrillas. Si no se les pudo comprobar, eso no los hace inocentes, sólo "no culpables" ante la ley penal.

Es muy importante tener en cuenta que todos los críticos de las capturas masivas son los que no quieren que se combata a las guerrillas. ¿Qué desean ellos que se haga? Que se negocie, pero no que se negocie la desmovilización, como ha ocurrido con las AUC, sino las leyes y el poder. Acabo de contestarle a un comentarista que dice que yo encuentro respetables a los asesinos propiamente dichos. No es así, pero en comparación con esas personas de que hablo, son más respetables, ciertamente.

No me cabe la menor duda de que hay pueblos o áreas rurales en que la gente está toda con la guerrilla. Esa gente es toda responsable, al menos desde un punto de vista moral, pues su opción les resulta muy rentable y el precio son los secuestros y asesinatos de los demás colombianos. ¿Por qué no ejercer la ley contra todos esos auxiliadores?

La alternativa, más allá de que estemos a favor o en contra, sencillamente ocurrió y ocurrirá si sigue la cosa, es que vaya un adversario de la guerrilla con sus mismos métodos de terror y reduzca ese apoyo.

Anónimo dijo...

jajajaja

jajajajaj

cierto es. Me refiero a que sumercé es denso y extenso y si a uno no le gusta leer pueeeeeess...
Solo por aclarar, yo me los leo todos

fiona