11 oct 2005

Objetividad de colombiano

Al comienzo de los Viajes de Gulliver nos cuenta Jonathan Swift que al cabo de un tiempo, tras el regreso del marino, en su pueblo se convirtió en el modelo de la veracidad más envarada y firme. A tal punto que para asegurar algo la gente decía: "Haz de cuenta que te lo dice el señor Gulliver".
______Nuestro caso es muy parecido: durante los próximos siglos "colombiano" será sinónimo de "riguroso y serio en sus apreciaciones". A ello contribuye el gran periódico de la familia cuasi real, al cual sin duda consultarán como a un oráculo los sabios de todo el mundo.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para que preocuparse de armas asesinas hoy en dia si basta con usar un carro o hasta un ser humano drogado?

Sin embargo, me apresto a recargar mi 'watergun' con agua bendita, a ubicar el machete, el caldero mas pesado, y a 'primar' el olfato de los perros ya entrenados.

Definitivamente Colombia debe ser fumigada desde la zona urbana hacia el campo, y ya no vale la pena opinar ni tener blogs ni esperar que esta situacion mejore por la via democratica.

Estoy totalmente decepcionada y con ganas de salir corriendo lejos de todo lo que significa la tierra que yo pensaba mantenia mis raices. Pero me he dado cuenta que esa tierra pudre lo que alli se siembre. Por Dios, cuanta maldad y maldicion se convierte el haber nacido alla!

Ruiz_Senior dijo...

Para Mary T.:

Lo que hay para mí es un núcleo perverso alrededor de esa oligarquía. Vale la pena comparar ese editorial con el último artículo del patricio Antonio Caballero para ver gente acostumbrada a decir cualquier cosa con la seguridad de que todo el mundo los va a respetar. ¿Hace el novelista retirado algún análisis del TLC? ¿Puede leer eso alguien que conozca algo sobre el TLC?

Pero a la hora de comprometer en ese concepto a toda Colombia se cae en una exageración, creo yo. La gente corriente del altiplano, la de estratos 2 y 3, que es más de la mitad de la población en un lugar como Bogotá, es bastante normal, razonable. Como la gente de cualquier otro país. Tal vez menos informada y un poco más corrompida, pero no mucho más. Para encontrar esa tendencia enfermiza a la mentira hay que ir a los templos de las clases altas tradicionales, a las universidades, a las revistas culturales, a la prensa. Ya he explicado alguna vez que a través de la lectura y de las aulas se transmite un discurso sencillamente bárbaro e inmoral, y que por eso quienes están por fuera de eso son más razonables. Como "buenos salvajes".

Es la cuestión del uribismo, que tiene muchas arandelas y asocia muchos malentendidos, pero definitivamente es un rechazo claro de ese discurso. Por supuesto, un rechazo de los votantes, no de los lectores. Si fuera por la gente instruida el presidente sería Carlos Gaviria, y el ministro de Defensa Jojoy.

Pero es lo mismo de siempre, que en Colombia está pendiente una revolución que en la América anglosajona fue la propia emigración al Nuevo Continente y en Inglaterra tuvo lugar ya en el siglo XVII.

Y no obstante es posible que en estos años, aproximadamente a partir del 2000, se haya avanzado mucho en ese camino. Pero "mucho" no quiere decir que dentro de una década seamos un país del primer mundo. Sólo que estos demagogos no tendrán respaldo en la sociedad para poner presidentes.