5 nov 2005

¿Será verdad que Amnistía internacional alienta las masacres en Colombia?

Para contestar a esa pregunta ante la duda de algunos lectores, duda que es claramente un atropello tratándose de un colombiano, pero una cuestión legítima para una persona de otro país, me puse a buscar en las páginas de la ONG documentos sobre Colombia, y casi cada uno es tan descaradamente propaganda del terrorismo, que era difícil quedarse con uno solo, y aun quedaban muchos documentos para un estudio serio y más extendido. Sencillamente para esa ONG los narcoterroristas tienen igual legitimidad que el Estado, pero al mismo tiempo que se protesta por una ley que puede incitar a la deserción a los peones de las FARC y el ELN, apremian al gobierno a negociar las instituciones con ellos. Una muestra de cinismo y bajeza que habría escandalizado a Goebbels y a Göring, un ejemplo del tipo de criminales que están en la cúspide de la industria de la muerte, cuya planta de producción parecen ser nuestras selvas.

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya es algo que reconozca que le escandaliza lo mismo que a Göring y a Goebbels.

Ruiz_Senior dijo...

Pues en muchos aspectos me escandalizan cosas que creo que escandalizarían a Göring y a Goebbels: el incesto, la coprofagia, el amor a los ratones... Supongo que hasta las falacias idiotas como la suya.

De lo que trata este post es del asesinato en masa de colombianos, apoyado por esas ONG, y del reclutamiento de niños con ese fin. Es muy diciente sobre usted que no lo escandalice.

nightjuan dijo...

Saludos, hace tiempo que no me pasaba por aquí por razones personale, que me habían alejado de la blogósfera...es claro que las ONGs de DD.HH. en general, y las mencionadas en particular, pecan, entre sus otros defectos, a causa de un elemento básico evidente en sus perspectivas: el estado colombiano tiene por definición mayor responsabilidad ante la ley y sus principios que los entes no estatales, sea cual sea la circunstancia en que se inscriban, por lo tanto es más importante señalar y condenar sus errores, según su valor moral intrínsico.

En teoría puede inclusive justificarse tal sentencia como algo ampliamente loable, pero en la práctica llega a producir efectos tan nocivos como los que ha señalado en su texto y aún más. Una débil o nula condena para los guerrilleros o paramilitares (ya que se les considera mero apéndice del estado, por lo tanto a veces no son discriminados como grupo), al lado de una larguísima lista de exigencias para el estado, basada más en el deseo utópico que en las consecuencias y posibilidades prácticas que ello necesariamente require.

Y, en ocasiones, la aceptación implícita o explícita de esos ideales lleva a situaciones aún peores, como la colaboración activa en favor de grupos irregulares. Por todo ello, si bien discrepo un poco en cuanto a la intencionalidad generalizada que se les quiera atribuir a las ONGs (no creo que todas quieran aceptar por igual un triunfo insurgente al lado de la ruína del estado, aunque esa sería la consecuencia de varios de sus juicios de valor), estoy de acuerdo en que se señalen y se denuncien sus errores y horrores, a pesar de que sea políticamente incorrecto hacerlo (pues, en éstos tiempos, también se cree por definición que las ONGs son superiores a todo lo que huela a gobierno, sin necesidad de ir más a fondo).

Ruiz_Senior dijo...

Para nightjuan:

Saludos. Este post trata en realidad sólo de AI, aunque hoy salió un artículo de HRW en la misma línea. Por eso no es válido hablar de una conducta general de las ONG. Yo tengo en general mala opinión de todas las ONG, pero no las puedo acusar a todas de apostar por los terroristas.

El control del Estado, en el caso de AI, es lo de menos: habría que aplaudirlos incluso si no dijeran nada de lo que hacen las guerrillas. No es el problema. Pero ¿qué tiene que ver eso con tratar de impedir que se apruebe y se aplique una ley que desmoviliza a una banda criminal? ¿No es mentir atribuir al gobierno colombiano el organizar las AUC, cuando todo el mundo sabe que son bandas ligadas desde hace tiempo al narcotráfico? ¿Qué significan las presiones para que no haya recursos para el gobierno colombiano?

Es difícil saber si esos dirigentes de AI apuestan por un triunfo de las FARC. Yo creo que apuestan por la continuación del negocio. Es tan cínico todo eso que resulta fácil imaginarse que obtienen dinero, pero sería imposible comprobarlo. Excluyendo esa motivación, lo cierto es que a mí me parece que realmente no tienen ningún interés en que cesen los asesinatos. Por eso el cambio tan extraño entre el silencio ante el proceso de rendición del Caguán y la alharaca ante el proceso con las AUC.

Anónimo dijo...

Me gustaria entender el por que JRuiz tiene mala opinion de las ONGs. Y para eso pregunto:

1-Que es una ONG?

2-Por que opinar mal de algunas con causa justa, trabajo productivo comprobado y de beneficio a la comunidad, como las de antisecuestro?

3-Por que criticar, o que tiene de malo, un trabajo comunitario necesario, y que de todas maneras es la puesta en practica de ciertas politicas que prometen los politicos, pero que estos no cumplen porque estan ocupados trazando politicas en papel y en discursos electorales?

4-Al menos en teoria las ONGs cumplen la funcion social de estimular la participacion y educacion civil de esa parte de la poblacion, no es esto una funcion de beneficio y alivio a ese sector? no es mejor este trueque por votos que el trueque por actividades delictivas en las barriadas sin ley ni orden?

5-Yo no tengo aptitud o ese tipo de vocacion comunitaria que devenga salario por el servicio, pero tampoco vocacion de politica, y que en cierta forma es el mismo objetivo, pero debe eso ser razon justa de descalificarlos a todos?

Ruiz_Senior dijo...

Para m t:

Perdón por no contestar antes. Mi problema con las ONG es que me parece que se prestan para la manipulación económica y política, y eso procede de que en buena medida su existencia se basa en la proclama de intenciones maravillosas, pero la forma de llevar a cabo todo eso siempre es discutible.

Pongamos una empresa, su objetivo es ganar dinero, el dueño trata de controlarlo todo para que funcione, de escoger a las personas apropiadas, de pagarles lo menos posible, de expandir el negocio, etc. La función de la empresa no es generosa ni noble, pero para existir tiene que sacar algún provecho de la tierra o de las máquinas, en fin: de la actividad de su gente. Es una organización productiva. Así, la empresa genera riqueza, paga impuestos y presta un gran servicio porque les paga un sueldo a sus empleados.

Lo que no me gusta de las ONG es que son empresas al revés: proclaman fines generosos y ningún ánimo de lucro, no contratan gente a la que presionan para que trabaje sino que se supone que son voluntarios, etc. Todo es noble y lleno de buenas intenciones, pero cuando se piensa qué comen los dirigentes de la ONG, resulta que casi siempre tienen sueldos altísimos, y que casi siempre están ligados a intereses menos honrados que los de una empresa.

Es decir, no me gusta algo que en apariencia vive por generosidad cuando en la realidad es un empleo estatal, pues casi siempre los recursos salen del Estado, que no encargó ningún funcionario elegido. La competencia entre las empresas se basa en la calidad de lo que venden, que si aciertan permite enriquecerse a sus dueños: entre las ONG la competencia es la de los contactos con los grupos de poder, y al ser grupos que nadie controla, es bastante frecuente que los organizadores y jefes se enriquezcan a costa del dinero público.

Por eso creo que muchas de las funciones que cumplen ahora las ONG las podrían cumplir empresas inscritas en un registro claro y controladas por el Estado si es éste el que paga. Es un juego más limpio.

Eso en cuanto a las ONG que prestan servicios a la comunidad (madres solteras, niños de la calle, etc.), pero hay cosas que nunca podría hacer una empresa, como la defensa de los derechos humanos. Entonces se cae en eso que tenemos con AI, que tiene fines que yo comparto plenamente, pero en la medida en que se vuelve una instancia de poder incontrolable, una ONG mastondóntica y que recibe infinidad de recursos, es atractiva para grupos de presión y de interés que la instrumentalizan con fines non sanctos.

La inmensa mayoría de las ONG son máscaras de grupos de activismo político izquierdista, y como cosa rara viven del Estado sin que ningún votante pueda ir a controlar en qué se gastan el dinero. Muchos miles de antiguos tirapiedra universitarios en Colombia encontraron trabajo fundando ONG, que son parte de la trama narcoterrorista y desempeñan un papel central en los frentes jurídicos y de propaganda.

El caso de las ONG de antisecuestro no lo conozco muy bien, pero su productividad o la claridad de sus ingresos y gastos no son cosas en las que crea mucho. Tal vez sería mejor que los organismos públicos de control del secuestro fueran eficaces y que los enemigos del secuestro ejercieran un intenso activismo político para conseguir que el gobierno se tome en serio el apoyo a las víctimas. En todo caso son temas que no se aclaran tan fácilmente, porque hay muchas asociaciones, fundaciones, grupos de apoyo, etc., que son la sociedad civil, pero que con el formato de ONG tienden a depender de intereses espurios (gobiernos extranjeros, grandes empresas, partidos políticos, etc.).

Acerca de lo que deberían hacer los políticos, ahí está una de las cosas que me gustan menos de las ONG, que son grupos de políticos disfrazados de otra cosa, política disfrazada de antipolítica, caridad que casi siempre empieza por casa y unas cuentas que nunca pueden ser muy claras. Si en una sociedad los políticos sólo obran por sus intereses particulares, nadie debe esperar que otros beneficiarios del presupuesto sean mucho mejores. Sobre todo cuando el único argumento a favor son sus proclamas. El político al menos adquiere un compromiso con quienes le votan.

En todo caso la proliferación de ONG filantrópicas se vuelve una forma de asistencialismo y clientelismo encubiertos, pues falta saber de dónde sale ese dinero. Para mí es típico de una sociedad corrompida que el trabajo responsable, evaluable, expuesto al mercado y a los riesgos de no complacer a los compradores, se quede para los más pendejos y sin contactos porque siempre hay grandes recursos para los amigos de los pobres que van a mejorarlos de otro modo que trabajando y adquiriendo autonomía económica. No es raro que todos los izquierdistas avispados tengan alguna ONG.

Yo no descalifico, sólo intentaba plantear mis objeciones. Es un tema sobre el que habría que pensar mucho e inventar formas de que las tareas se hagan. De momento las ONG existen y no van a desaparecer porque aquí las desaprobemos. Yo sólo sé que en Colombia sobran filántropos y faltan empresarios, lo cual es lo mismo que decir que sobran personas buenas que no trabajan que personas ambiciosas y esforzadas, que el viejo orden de curas y soldados sigue existiendo disfrazado de retóricas copiadas de Europa.

Anónimo dijo...

Gracias por su detallada explicacion. Y si, de acuerdo en que hacen falta empresarios, es mas, la vocacion mayoritaria parece girar alrededor de los derechos humanos. Tal vez por el problema colombiano se convierte a estos en el eje que motiva a todo, hasta la creacion de medios de vida asi. Es francamente frustrante la diferencia con la gente de otros paises, y en eso es de esperarse que una apertura comercial, real, cambie el panorama y a las nuevas generaciones. Pero tengo serias dudas, y espero bastantes dificultades, simplemente por lo que veo, tanto en opiniones como en una que otra interaccion con colombianos. La gente esta acostumbrada al paternalismo, pero al mismo tiempo acostumbrada al abuso, y de esa situacion crean una interaccion de sobrevivencia. Por eso razonaba que esta funcion de educacion y civilidad, trabajo e independencia la suplian estas organizaciones en alguna forma.

Se nota definitivamente el uso de la politica en estos grupos, es casi otra variedad del populismo, y en ese sentido seria mejor poner ese dinero en empresas para este personal. Pero de poco servirian estos programas si hay monoplio estricto, si no hay paertura interna que favorezca a estos pequeños empresarios.

De todas formas algo que mas impactaria en cambio es la creacion de empleos, me parece que eso derrotaria varias formas del populismo, interno y externo. La gente no tenderia a formar tantas ONGs, y pensaria menos en hacer carrera politica con animo de lucro exclusivamente.

D. dijo...

De todas las ONGs que he conocido, las únicas que no son "negocio" son las que cubren sectores de la población muy poco conocidos, como la atención a niños discapacitados.

El problema con las ONGs, y su florecimiento especialmente en el tercer mundo, es que vienen a reemplazar al Estado en lo que éste se niega a atender. No es política estatal aceptable a largo plazo el asistencialismo, pero sí desarrollar políticas que eviten por ejemplo que los ancianos sin familia, o abandonados, queden a la intemperie, o niños enfermos o discapacitados no tengan un hogar de acogida, etc. Eso es algo que los empresarios no van a atender, ni la gente por iniciativa colectiva. Entonces el Estado es quien debe asumir la responsabilidad, pero le resulta más cómodo y barato delegarla a las ONGs. De ahí viene la proliferación de este tipo de organizaciones, que no todas en sí constituyen un buen negocio para sus fundadores.

Lo que Jaime dice es en parte cierto: las ONGs que acogen niños de la calle o desplazados manejan recursos cuantiosos, y sus dueños declaran sueldos muy altos, incluso las dádivas y turismo mundial gratuito que eso implica, pero no significa que detrás de ellos haya todo un ejército de empleados bien pagados, porque internamente las ONGs funcionan más bien como un híbrido entre empresa pública y privada: tratan de reducir gastos operativos al mínimo para hacer la empresa viable, pero a la vez el control gerencial es digno de una empresa pública: desastroso, lento e indolente.

Ruiz_Senior dijo...

Para Mary T.

Acerca de la creación de empleos, mi opinión sincera es que en las ONG se malgastan muchos talentos de organizadores que prestarían un mejor servicio a la sociedad como empresarios. Lo que pasa es que esto no es prestigioso y tiene muchos riesgos. Mi idea sinceramente es que hay que volverlo prestigioso, y favorecerlo de muchas maneras, por ejemplo quitando la parafiscalidad, que es una absurdidad inimaginable en un país civilizado.

Lo que termina ocurriendo al final es lo de siempre, que alguien que trabaja (por ser bruto, provinciano y mal relacionado) entrega la mayor parte de lo que gana al Estado, del que se beneficia un barbilindo cuyo oficio es proclamar lo bueno que es y ponerle un nombre vistoso a su "chuzo".

No es que todo sea así, ni mucho menos, es que un solo caso de esos ya obliga a replantearse el modelo.

Ruiz_Senior dijo...

Para Diegoth:

Esas ONG que se encargan de labores caritativas verdaderamente necesarias son teóricamente muy valiosas, pero yo creo que podrían financiarse sin el Estado, de aportes de particulares. Es que si el Estado va a darle plata a usted para que haga todo eso, voy yo que tengo un pariente en esa oficina y me disfrazo de ONG de caridad y reclamo esa plata.

Aparte, también es algo problemático, porque esa clase de personas en la mayoría de los casos tienen parientes y demás que no las pueden apoyar porque no tienen trabajo ni dinero. Entonces el gasto en la ONG termina afectando a la posibilidad de esas personas de recurrir a servicios profesionales pagados, por cuanto se puso algo por delante de la creación de empleo.

Acerca de si los empresarios van a colaborar con ONG que cuidan ancianos desvalidos, quién sabe. Podría haber un mecenazgo generoso, podría haber programas de desgravación de impuestos, podría haber un proyecto de explotación publicitaria de la ayuda, etc. En EE UU es increíble el mecenazgo a las artes por parte de los ricos.

Se puede decir que la gente más desgraciada es la que más necesita que se haga algo por ella, pero eso tiene algo muy problemático. ¿Realmente vale la pena gastarse en una persona alcoholizada que tiene el sida un montón de dinero en lugar de salvar a las madres solteras de la prostitución? Siguiendo por ese camino, se llega a la misma cuestión del desempleo, la mayoría de la gente marginal se insertaría en la sociedad si encontrara una ocupación, y si el empleo crece suben también los sueldos.

Lo que menos me gusta de las ONG es que aun sin una intención torcida, la cuestión importante es cabildear para conseguir la plata. Lo otro se va haciendo más despacio, un día se descubre que porque algo falló no se va a caer el mundo... No hace falta mucha deformación moral para terminar de burócrata parásito. Es el destino.

Sin duda es porque yo soy muy perezoso y sé que terminaría así si tuviera una ONG. Y creo que el que no es perezoso preferiría hacerse millonario y gastar después una fortuna en algo noble. En Colombia parece un chiste, pero en EE UU se podría hablar de cientos de miles de personas que han hecho cosas así. No es el prestigio de dedicar la vida al bien, sino de poder mostrar que se ha hecho algo bueno.

D. dijo...

Todo lo que dices que podría haber, lo hay, y funciona, pero nunca es suficiente y estas ONGs irremediablemente deben recurrir a un financiamiento estatal de al menos la mitad de su presupuesto de funcionamiento.

Y podrían ser viables y autosuficientes. El problema es que no son manejadas como empresa privada, sino que tienen casi las mismas deficiencias de las empresas públicas.

Ruiz_Senior dijo...

Para Diegoth: ya no sé si he escrito que aun las ONG más necesarias y que reciben financiación estatal podrían ser empresas que compiten y operan con ese criterio de empresas.

Pero ya el tema se agota, la mayor parte de las ONG son formas de activismo político remunerado, para sus jefes, otras son pequeñas empresas públicas a las que nadie controla. Con lo que queda un margen pequeñísimo de entidades de ese tipo cuya labor y funcionamiento merezcan defenderse.

Jorge García Orozco dijo...

Llego tarde. Pero certero.

Comento que quisé, yo en mi afán de buscar un mundo mejor. Unirme a Amnistía, me llevé una sorpresa mayúscula.

Me piden 60 pesos (algo así como 5 doláres), al mes para la cooperación. Y sino un deposito de 50 doláres para tener mi membresía anual.

Me puse a leer las revistas, y no eran sino unos panfletos repletos de verdades a medias.

Así es Amnistía, ambigua, vaga y sobre todo con cesgos arbitrarios.