Por Wilfredo Moreno
Las posiciones de los que se oponen al TLC son con frecuencia ridículas. Una es la que parte de asegurar que Estados Unidos mantiene una posición intransigente, como si fuera la primera vez que ese país negocia un tratado de libre comercio. A los que pregonan esa ridiculez hay que recordarles que los estadounidenses han firmado ya muchos, y lo han hecho a punta de negociaciones, de ceder y pedir.
______Los que rechazan el tratado han llegado a decir que hay un manual táctico para ablandar a Colombia, como si nuestro país hubiera ido con las manos atadas, sin peticiones fijas. Y precisamente son éstas las que han impedido cerrar la negociación.
______Pero la cosa pica y se extiende: llega a haber unos aún más cómicos que aseguran que el TLC no beneficia en nada al país porque sin él Colombia seguiría exportando lo mismo. Éstos no tienen en cuenta que quedaría en desventaja respecto de sus competidores. Con todo, lo peor es que la inversión que permite aumentar la productividad —lo cual a su vez aumenta las exportaciones—, nunca llegaría.
______Lo mas triste es saber que toda esa ola de especulaciones que rayan en lo ridículo se mantiene gracias al gobierno, que se ha demorado en firmar un tratado que debería haber cerrado hace tiempo.
______Mucho antes de decidir que sí quería un TLC con Estados Unidos, el gobierno sabía qué era lo negociable y qué no. Llegar a estas alturas con ambigüedades sólo se presta para que los de siempre «argumenten» en contra de lo que le conviene al país.
______Hasta tal punto es poco clara la actitud del gobierno que a veces parece como si la cabeza de la negociación no fueran sus representantes sino los de los gremios. De esa forma, personas como el presidente de la SAC intervienen con más frecuencia en los medios que los mismos ministros encargados del asunto.
______El gobierno no pude darse el lujo de demorar por más tiempo la negociación, pues de seguir en esa tónica terminara por confundir a la opinión pública, que nunca sabrá cuál era ese «tratado equitativo» que tanto se esperaba, situación que aprovecharán los medios y todos los contradictores para enseñarnos qué es la «equidad».
Las posiciones de los que se oponen al TLC son con frecuencia ridículas. Una es la que parte de asegurar que Estados Unidos mantiene una posición intransigente, como si fuera la primera vez que ese país negocia un tratado de libre comercio. A los que pregonan esa ridiculez hay que recordarles que los estadounidenses han firmado ya muchos, y lo han hecho a punta de negociaciones, de ceder y pedir.
______Los que rechazan el tratado han llegado a decir que hay un manual táctico para ablandar a Colombia, como si nuestro país hubiera ido con las manos atadas, sin peticiones fijas. Y precisamente son éstas las que han impedido cerrar la negociación.
______Pero la cosa pica y se extiende: llega a haber unos aún más cómicos que aseguran que el TLC no beneficia en nada al país porque sin él Colombia seguiría exportando lo mismo. Éstos no tienen en cuenta que quedaría en desventaja respecto de sus competidores. Con todo, lo peor es que la inversión que permite aumentar la productividad —lo cual a su vez aumenta las exportaciones—, nunca llegaría.
______Lo mas triste es saber que toda esa ola de especulaciones que rayan en lo ridículo se mantiene gracias al gobierno, que se ha demorado en firmar un tratado que debería haber cerrado hace tiempo.
______Mucho antes de decidir que sí quería un TLC con Estados Unidos, el gobierno sabía qué era lo negociable y qué no. Llegar a estas alturas con ambigüedades sólo se presta para que los de siempre «argumenten» en contra de lo que le conviene al país.
______Hasta tal punto es poco clara la actitud del gobierno que a veces parece como si la cabeza de la negociación no fueran sus representantes sino los de los gremios. De esa forma, personas como el presidente de la SAC intervienen con más frecuencia en los medios que los mismos ministros encargados del asunto.
______El gobierno no pude darse el lujo de demorar por más tiempo la negociación, pues de seguir en esa tónica terminara por confundir a la opinión pública, que nunca sabrá cuál era ese «tratado equitativo» que tanto se esperaba, situación que aprovecharán los medios y todos los contradictores para enseñarnos qué es la «equidad».
16 comentarios:
Wilfredo: Me puedes indicar, en forma breve, tu visión (optimista pero realista) de cómo quedaría Colombia dentreo de (digamos) 10 o 15 años, si firma el TLC más o menos con las mismas condiciones que (sigamos) Chile? Por ejemplo, cuáles sectores, ya existentes o totalmente nuevos, tendrían su primavera? Cuáles el cruento invierno? Este debate no satisface hasta ahora porque los amigos y enemigos del TLC han sido bastante obstinados en no especificar (aunque sea en forma especulativa, como tiene que ser) los efectos deseados, o temidos, del tratado. No basta decir que va a llegar inversión (dirigida a...?), que vamos a exportar (cuáles productos...?), etcétera. Ideológicamente tengo toda la buena voluntad del mundo para apoyar el TLC, pero siempre es sospechoso cuando la parte más poderosa en la negociación se reserva el derecho de excluir cuantos renglones quiera excluir, mientras insiste en la apertura total de la parte más débil. Si el mejor (o único) argumento a favor del TLC es que "hay que firmar porque los vecinos lo están firmando," toca aproximarnos al asunto con una nueva y más cínica actitud, quizás más ajustada a la situación de Colombia, pero de muy difícil presentación en una democracia.
El anónimo de las 6:44 PM (alias Virgilio) fue borrado por no cumplir las normas mínimas de respeto, seriedad y argumentación necesarias para el intercambio de ideas.
Perdon, alguien tiene conocimiento acerca de en que altura estan los calzones de la patria en lo concerniente a Propiedad Intelectual, patentes y Transferencia de Tecnología? Dada la inercia actual de los medios tras el tema agricola se ha descuidado la informacion sobre este tema fundamental.
Wilfredo Moreno.
Para Respondon.
Creo que Usted ha mal interpretado el único argumento que da como seguro, el País si quiere progresar tiene que firmar el TLC por que es uno de los requisitos más importantes y cuando los competidores Naturales ya dieron ese paso, pues existe mas presión y eso es lo que le esta sucediendo a Colombia en estos momentos.
Sobre los sectores industriales ganadoras o perdedoras es un enigma, por que nadie le puede decir a la gente como tiene que organizarse para aprovechar un nuevo panorama, lo que es seguro será la inversión que llegara a muchos sectores que ya cuentan con cierta infraestructura para ser aprovechada y esa nueva inversión indudablemente traerá mucha mas competitividad que luego podrá moverse a otros negocios, seria como una ecuación matemática, por ejemplo si Usted ayer tenia capacidad para producir pero no tenia empleo y en el futuro lo consigue lo mas posible es que tenga suficiente dinero para que su esposa se haga una cirugía plástica y si suponemos que su situación será experimentada por mucha mas gentes, entonces los centros estéticos construirán una infraestructura suficiente para generar riqueza y hasta para exportar sus servicios, eso es a lo que me refiero, nada se puede controlar y cuando los negocios se dejan libres estos crecen como una bola de nieve y a su vez crean una reacción en cadena. Hace unas cuantas décadas los hoy opulentos Tigres Asiáticos trabajaban haciéndole maquila a las grandes Industrias Mundiales, ese fue el primer paso para ellos, llamar inversión que termino por convertirse en productividad que a su vez se traslado a otra gran cantidad de negocios. Si Colombia firma el TLC estará dando el primer paso para emular las experiencias exitosas, el segundo será luchar para que generación de riqueza y bienestar no encuentren cadenas.
¿Quién es "el País"?
¡Qué ricas son la riqueza y el bienestar, cómo me gusta todo eso!
¡Más TLC, más Uribe, más Colombia!
Qué bueno es todo caballero. Adelante el progreso, que eso es lo único que necesitamos (y nos sobran unas ganas).
Para Respondón:
Ese cinismo que predicas en español se llama escepticismo, pero más allá de eso yo desconfío mucho de esos rasgos milimétricos de la economía: parten de admitir como verosímil la sospecha de que a EE UU le conviene una Colombia miserable para no venderle software ni películas ni servicios turísticos y para que los hoteleros y los inversores de todo tipo rehúyan el país y éste no sea un buen lugar para ellos para hacer negocios. Extrañamente eso nunca ha pasado con ningún país con el que se ensanchan los lazos comerciales.
Yo sí me atrevo a decir cuáles serían los sectores que avanzarían con el TLC, si bien ese avance no será milagroso de por sí. Ante todo los sectores de industrias culturales, que tendrán en el mercado hispano estadounidense una vastísima clientela. Puede que la negativa a someterse a las condiciones de propiedad intelectual de los estadounidenses (el derecho a robar conocimiento típico de los piratas farmacéuticos y otros) se traduzca en obstáculos para exportar a EE UU telenovelas, artesanías, libros, etc. Ciertas manufacturas también se expandirían, como las que incluyen materiales locales, aunque ése es un terreno limitado.
Pero ésas son meras intuiciones y más bien valoro lo que dice Wilfredo, que ya han dicho muchos economistas: no se sabe qué sectores van a expandirse, sólo que habrá mejores condiciones para la inversión y la exportación de bienes, y también para la importación de cosas más baratas, lo que favorece a la gente pobre.
Es increíble la fe que se tiene en las cosas técnicas y en el recelo de provincianos: ¿cómo es que a nadie se le ocurre que si el proteccionismo significa que las cosas son más caras para la gente pobre se le está vedando el acceso al bienestar para favorecer a una minoría? Para mí eso es obvio. Pero es que las mismas personas claman al cielo porque se vayan a crear puestos de maquila: ¿qué puedo hacer para explicar que sólo se trata de la esclavitud, de impedir un bienestar que no pasa por las manos de los amos, de sacrificar la prosperidad en aras de la educación y la salud con la que esperan dominar a la gente? La verdadera educación y la verdadera salud la tiene la gente de países prósperos, si sirviera para algo la instrucción cubana hay que ver todo lo que exportarían, aunque fueran profesionales que irían a Europa y enviarían divisas.
He leído que el TLC no traerá ninguna prosperidad segura ni clara, pero que no firmarlo si pondría en peligro las posibilidades del país. Pero sobre todo he leído a cuanto economista sensato hay en este país y todos están rotundamente a favor de firmar el TLC: sólo están en contra los del MOIR o los que reciben sueldo de Santodomingo. ¿No es llamativo?
Para el Juli: vamos a suponer que el gobierno se pliega por completo a las exigencias estadounidenses en materia de patentes, seguiría habiendo una parte de la sociedad que se beneficiaría del TLC y otra que saldría perdiendo. Esta última no está formada por activistas cívicos patriotas (esa palabra suele encubrir a los nacionalistas, que son lo peor que suelen tener todos los países), sino por parásitos económicos, como los terratenientes que tienen rentas seguras a costa del mercado cautivo o como ciertos grupos acostumbrados a jugar con ventaja por tener un gobierno de bolsillo.
Ayer Rudolf Hommes explicaba de qué manera los empresarios habían presionado al gobierno para que firmara el tratado después de una intriga dirigida en sentido opuesto. Es llamativo: ciertos gremios parasitarios, que por desgracia tienen fuerza e influencia en el gobierno, tratan de impedir algo que aprueban tanto los economistas reconocidos y prestigiosos como los empresarios.
Con las patentes se ha hecho mucha demagogia, igual que con la ecología. Para robarse la investigación de un laboratorio se refuerza la estúpida ilusión de que la biodiversidad es un petróleo que permitirá a la parte parasitaria de la sociedad vivir otros siglos sin trabajar. Y en el mundo de hoy, para rentabilizar esa biodiversidad lo que falta es precisamente trabajar mucho. ¿O no es inmoral soñar eternamente con un recurso fácil del cual extraer rentas sin mover un dedo? El patriotismo de quienes no están pensando en hacer el esfuerzo de construir un país civilizado sólo es la proyección de esa realidad de la persona que trabaja en un ministerio y cobra miles de sobornos para decidirse a hacer su trabajo: un peaje gracias al cual se enriquece a costa de los demás.
Las mayores amenazas al bienestar y a la paz proceden de países bárbaros, como Irán, como Venezuela, como Arabia Saudí, en la que unos necios envanecidos por el dinero fácil empiezan a promover violencias para apoderarse del mundo. Puede que legalmente haya diferencias con el narcotráfico, moralmente no las hay.
De modo que la propiedad intelectual debería ser considerado un terreno a conquistar, una posibilidad de prosperidad para los colombianos. Sin leyes claras sí que el esfuerzo de investigación de algún compatriota podría perderse fácilmente. Pero es que hay una parte predominante de Colombia que nunca ha pensado ni pensará en trabajar, sino que todo espera obtenerlo de guacas así. Alexis de Tocqueville se preguntaba por qué eran miserables las repúblicas hispanoamericanas a pesar de tener tan fácil acceso a las riquezas. Es que las riquezas sólo sirven para asegurar la ociosidad de los poderosos de siempre, por eso el oro y la plata y la quina y el guano y el caucho y el salitre y el petróleo pasan y enriquecen a quienes mediante violencias los explotan y después dejan el mismo atraso de siempre. ¿O qué cree que será Venezuela cuando se haya acabado el petróleo?
Todo el problema es enmendar el rumbo en la dirección que han tomado todos los países que han pasado de pobres a ricos: primero Francia, Alemania y Japón: puede que fueran más pobres que el promedio de Latinoamérica hace 60 años; después España, Italia, Portugal y Grecia, más pobres que el promedio de Latinoamérica hace 50 años, después Corea del Sur, Taiwan, Singapur, etc., mucho más pobres que el conjunto de Latinoamérica hace 40 años: dentro de 50 años India, el país del hambre hace pocas décadas, será un país desarrollado y en Latinoamérica el mismo orden de parásitos seguirá imperando.
Es lo que está en juego en cada momento, en cada elección, en cada conflicto que hay al interior de nuestras sociedades. Y sinceramente falta mucho para que se entre en la conciencia de esas realidades: un destructor de sociedades como Chávez no ascendería de no haber fuerzas muy grandes dedicadas a asegurar ese retroceso.
Gracias por participar.
Para Truchafrita:
No se imagina hasta qué punto me impresiona eso que usted escribe. Parece una persona religiosa pero afectada de una fe fatalista, de un catolicismo convertido ya casi en caricatura. (Estoy casi seguro de que se considera ateo o agnóstico, pero es porque las bases religiosas están ocultas, como obvias: no es que Dios exista ni que haya nada tras la muerte, sino que la prosperidad es natural y el sufrimiento o la miseria son la obra de un agente perverso que conspira para propagarlos.)
Bueno, para usted el progreso es un chiste perverso, pero ¿sabe que hoy tal vez haya un 10 % de colombianos que no saben leer mientras que hace cien años ese 10 % sería de los que sabían leer? ¿Y que la esperanza de vida se va acercando a los setenta años mientras que hace cien años no pasaba de los cuarenta? ¿Y que durante este gobierno los secuestros se han reducido a una sexta parte y los homicidios a una tercera parte?
Eso sí: remedio para la muerte no se ha encontrado, ni ninguna fórmula para volverlos a todos ricos de repente. Sólo que extrañamente todos los que estudian economía y se aplican a esas cosas creen que las cosas van mejorando cuando se alcanza un crecimiento económico del 5 %, que es como el doble de la tasa de crecimiento de la población, las cosas van mejorando? No, a usted nada le satisface porque sigue sabiendo que hay cosas muy terribles por ahí.
Le aseguro que sin TLC y con un gobierno de Serpa o de las FARC tendría mucho más de qué quejarse.
En un pueblito en medio de la nada yo le pregunté a seis señores presentes quiénes eran uribistas. De seis, cinco resultaron siéndolo. Luego les pregunté quiénes apoyaban la libertad de mercados, el TLC y cosas por el estilo. No salió ninguno.
Eso del nacionalismo y el miedo a la apertura es una vaina muy jodida. El latinoamericano es como un niño que le tiene miedo a la oscuridad, pero que le están diciendo que tiene que atravezar una calle oscura con la que ha tenido pesadillas para llegar a la escuela y aprender a ser hombre y fabricar bombillos.
Somos tan "vivos", que terminamos siendo pendejos de corazón y alma.
Jaime, muchas gracias, ya podré dormir tranquilo porque sí existe un dios.
Hombre, déjame corregirte algo, quizás mi catolicismo no está convertido en caricatura sino en cómic. La historieta me gusta mucho más que la caricatura. Para el cielo voy, ya me lo gané.
El verdadero punto es que con ninguno sirven la cosas (¿Serpa? ¿Uribe? ¿Gaviria? Mmm, pocón, pocón). La vaina es preguntarse para quien sirve usted. ¿Qué puesto le prometieron en el gobierno de Uribe? Armar un blog y trabajarlo todos los días no puede ser de gratis.
Pero fresco, que yo entiendo que uno tiene que hacerse su futuro y eso es valido.
Así no más, sin rabia, sin rencores, pasito, pasito...
Jaime muy buenas sus intervenciones, queria comentarle algo, no solo Rodulf Hommes y otros economistas serios han sacado la cara por el Tratado comercial con Estados Unidos tambien hay que resaltar al Periodico El Colombiano que a sacado un sin numeros de Editoriales no solo apoyando el tratado sino que tambien acusando a los que quieren entorpeserlo, lastima que el Peridico solo sea regional ojala que algun dia se arriesgen a cubrir toda Colombia, tambien el edirorial de la cadena CNN en Español fue muy directo y claro sobre lo que esta pasando y de paso puso al Presidente Uribe como objecto de gran Abmiracion por la actitud que este tomo apesar de tener unas eleciones a la vuelta de la esquina y a su vez en retar a los grandes intereces.
Jaime: Cinismo, escepticismo, como sea. Para mí la palabra más apta es la primera, porque implica que uno *sabe* que la cosa es muy fregada, pero no hay más remedio. Esta frase retrata perfectamente el correcto modo de pensar ante el TLC, mucho más que la fraseología trinufalista de que Colombia se volverá rica exportando guayaba.
Para Diegoth: sí, pero también es que en los pueblos pequeños tienen más oportunidades los maestros de explotar el miedo de la gente. En las ciudades eso va retrocediendo día a día, entre otros motivos porque mucha gente tiene parientes fuera. Tal vez sí haya una inclinación a ese miedo supersticioso, pero al final lo que se manifiesta es el optimismo de los que creen en su trabajo y la desesperación de los que creen que si se trabaja se vendrá abajo su jerarquía. No hace falta ser un genio para entender que si alguien gana diez veces menos que otro no tiene nada que perder comerciando con él.
Mi opinión sincera es que la oposición al TLC es la misma de los que se oponen a todo cambio: mejor vivir encerrados para seguirse contando la propia versión que relacionarse con otros que los puedan ver como lo que son.
Eso me obsesiona cada vez más: el odio de gente como Caballero a los estadounidenses es que los ven como colombianos. En Colombia ellos son europeos, ¿cómo puede ser que alguien los confunda con los demás colombianos?
Para Truchafrita:
Le recomiendo que le encargue a alguien la redacción del guión de sus cómics, porque creo que sus argumentos resultan flojos, y así se echa a perder el trabajo. ¿Para qué iban a pagarle a alguien por un blog que leen treinta o cuarenta personas cada día (la mayoría hostiles) cuando se podrían hacer páginas bien bonitas y promoverlas con publicaciones de cargos públicos y demás? ¿O es que en País Bizarro proponemos hacer algo ilegal? No resulta por ninguna parte. Un blog así consigue pocos votos, los cuales se consiguen con presiones sobre la gente, sobre todo sobre los que tienen familias numerosas y alguna influencia en su barrio... Por ese lado sería absurdo pagarme (ojalá), pero por el lado de buscar un puesto, más difícil: no tengo estudios ni experiencia administrativa ni don de gentes, por lo que no podría ocupar un cargo de alto nivel, y uno modesto no me interesa. Tenga cuidado con esos juicios, porque cualquier día en lugar de ser el autor de los cómics queda como un personaje, y en lugar del argumento sobre un desaprensivo que escribe opiniones por dinero o por puestos resulta uno sobre un tonto que encontraba esa clase de explicaciones para todo, hasta que se encuentra a otro que por la misma lógica deduce que meterse en los blogs a acusar a los que escriben en ellos no puede ser de gratis.
Usted dice que ninguno sirve, cosa que tiene sentido: sólo que si en 2002 hubiera ganado las elecciones Serpa habría una verdadera guerra civil con millones de personas fuera del país y cientos de miles de muertos. Baste con recordar el equipo de paz que acompañaba al bigotudo para saber que desde el gobierno se impondría la rendición ante las FARC, y eso provocaría la división del ejército. Lo que nadie puede negar es que durante este gobierno todos los indicadores de desarrollo humano y de reducción de la violencia han mejorado. Afortunadamente la reelección está casi asegurada, salvo que consigan matar a Uribe, porque de otro modo me gustaría verlos con un gobierno de Carlos Gaviria o alguien así.
Para el anónimo de las 11:30 AM:
Gracias por su aporte: de algún modo ese periódico se hace portavoz de los sectores sociales progresivos y productivos, y de una ciudad y una región que hacen de Colombia algo un poquito diferente que el simple lugar intermedio entre Venezuela y Ecuador.
Para Respondón: Colombia se podría volver rica exportando productos agrícolas a EE UU, ciertamente, pero para eso también se podría volver rica de muchas maneras: el problema es la productividad y la eficiencia en el trabajo. Baste con pensar que los zapatos de hombre que más usa la gente rica en todo el mundo los hacen en EE UU a mano para darse cuenta de que el problema no es de tecnología sino de determinación para hacer las cosas. Los productos agrícolas que Colombia podría exportar son muchísimos, pero suponen que hay un tejido empresarial organizado y eficiente. ¿Cuánto se paga en EE UU por un queso de cabra o de oveja? En Colombia hay muchos sitios aptos para criar esos animales, pero no hay el tejido empresarial que permita esas exportaciones. En realidad lo que no hay es la disposición de la gente a prosperar trabajando.
Y acerca del TLC no he visto por ninguna parte optimismo exacerbado: los economistas advierten que el TLC no traerá ninguna prosperidad segura, pero que en cambio no firmarlo si asegurará el atraso y la pobreza.
En todo caso ya me devané los sesos anoche analizando un artículo sobre el tema. Creo que ahí hay más respuestas. Gracias por participar.
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