24 abr 2006

La hidra de la mitología colombiana

Seguramente para muchas personas resulta detestable el huracán político que artificialmente quieren formar los enemigos del Gobierno apoyándose en los últimos acontecimientos. En cierta forma les doy la razón. Para tener una idea más precisa por lo que está pasando el Gobierno, tendríamos que emular el cuento de hadas donde el caballero valiente está a punto ser atrapado por un monstruo; a medida que el caballero le corta una cabeza a la turbia criatura, ésta mutua de forma acelerada hasta convertirse en un monstruo de mil cabezas con sus respectivos brazos. Si el héroe del cuento piensa rápido, entiende inmediatamente que la estrategia para enfrentar al enemigo está equivocada, de todas formas debe tener claro que es una criatura que le lleva miles de años y para ganarle debe dirigir toda su energía a la parte mas débil del animal que en la mayoría de los casos termina siendo el corazón.

Como le toco al caballero, la bestia contra la que se está enfrenando el gobierno colombiano es antiquísima y su base social aun actúa como si cada batalla estuviera impulsada por una guerra santa. De otra forma no se puede explicar cómo el debate sobre el DAS se halla salido de todas las proporciones. Primero partiendo de un supuesto fraude electoral que resulta totalmente descabellado, pasando por un atentado a un presidente de un país vecino que entre otras cosas lo están matando desde que era candidato sin que todavía se hallan encontrado pruebas que descarten la esquizofrenia que es donde vive, para terminar en la supuesta entrega de información para exterminar a gente de izquierda que dirigen sindicatos precisamente en el Gobierno donde se ha disminuido drásticamente las muertes contra ellos.

Es una historia que nadie la entiende pero es que eso sucedía con las guerras santas, nunca tuvieron explicación sólida porque partían de una supuesta fe, o mejor, la necesidad de mantener la estructura antigua por medio de la guerra y las ganancias que esta proporcionaba.

Es cierto que el Gobierno cortó una cabeza sin tener idea que aparecieran muchas más: una ONG que ni siquiera estaba bien informada de lo ocurrido y terminó callando porque lo único que quedó en evidencia fue el rechazo ideológico que siente por el gobierno colombiano porque las bases para irse contra lo que había hecho Uribe no aparecieron por ninguna parte. Como era de esperar, la prensa se solidarizó por el supuesto de defender la libertad de prensa y los partidos “políticos” opositores como en el papel que les corresponde dejaron ver una de las cabezas más feas del monstruo, igual hicieron los sindicatos, pero también aparecieron cabezas de otras latitudes y muy arrogantes: la de Chávez y Evo Morales atacando por el lado económico culpando al Gobierno Colombiano por la actitud tomada.

Realmente para mí es muy difícil descifrar el enigma para llegar a la parte más débil de la criatura que nació con el país y tal vez no se necesite porque con tantas cabezas el monstruo termine enredándose hasta caer en el precipicio. Recuerden que sin el monstruo que dio a luz el Caguán, no hubiera sido posible la llegada de Uribe al poder gracias a cierta madurez que tomamos como sociedad. De lo contrario hoy estaríamos exhibiendo un ser primitivo estilo Evo Morales que no haría otra cosa más que recordarnos lo frívolos y superficiales que fuimos.

De esta criatura nueva que se ha mutado podremos sacar más ganancias hasta el punto de gozar de gobiernos serios como mínimo cuatro períodos más.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ví­rgen del Basilisco! Jaime, si fueras laureanista como sus enemigos suelen decir, tendrí­as mucho gusto en reconocer que la figura de la hidra de mil cabezas es de lo más famoso del discurso de Gómez. Y el cerebro colectivo del monstruo sigue igual, liberales y comunistas, todas a la una! Nada de eso te sorprenderá, dada tu visión largoplacista de Colombia. Sí­ me agradó mucho, porque es ameno y además correcto, lo que dices sobre las bondades (dialécticas, si se quiere) del monstruo: ha producido su correspondiente reacción y vamos por buen camino por primera vez en muchí­simos años. Que la reacción no haya tomado la forma del contramonstruo de la guerra sucia, es uno de los milagros de la época. Claro que nadie quiere reconocerla como tal.

Anónimo dijo...

santas medusas uribistas! Lástima que el candidato-presidente no tenga valor para decir cuál es el montón de ví­boras que lo acompañan.
Prefiere mantener un tenebroso silencio y petrificar a los medios para no revelar el oscuro rostro de su gobierno.

Ruiz_Senior dijo...

Respondón, querido amigo, por una parte, el escrito es de Wilfredo y no mío, por la otra, no conozco casi nada del temible doctor Laureano, del que sólo sé que por una parte alentaba la violencia sectaria y por la otra participó en la conjura con la que sacaron del poder a Marco Fidel Suárez, tal vez el personaje más interesante de la política colombiana de la época.

En lo de Laureano contra Suárez se manifiesta ese fenómeno de la oposición entre el privilegio y el talento es típico y un poco lo que ocurre ahora con Uribe y seguirá ocurriendo en Colombia mientras no se borre el rastro de la esclavitud. Pero ni siquiera el privilegio contra el talento, pues éste también es un privilegio, sino del privilegio de unas personas determinadas contra cualquier competidor.

Bueno, no soy católico, no soy tradicionalista, no soy bolivarista, aborrezco a los intrigantes y conspiradores... Tengo todos los números comprados para ser hostil a Laureano Gómez. Pero hay otra cosa: ¿realmente los liberales de antes del 9 de abril eran comparables a Serpa y César Gaviria? Es algo que me hace pensar que sería bueno saber algo de historia. Tengo el prejuicio de que Eduardo Santos o Alberto Lleras o aun Olaya Herrera eran personajes un poco más decentes, pero esos prejuicios sólo vienen de la ignorancia.

Claro, me van a decir que por qué tengo un blog si desconozco tantas cosas de la historia de Colombia. Es como cuando te reprochan a ti o a cualquiera que opines sobre Colombia sin vivirla, recibiendo los datos de lo que ocurre a través de la pantalla del computador. Ahí me atengo a lo que decía mi maestro Shakyamuni, para quien el problema de alguien que tenía una flecha clavada no era quién se la había arrojado ni cuál era su familia o su casta, sino que simplemente él enseñaba a sacar la flecha. Creo que el conjunto de la vida colombiana se percibe mejor desde cierta distancia, como ocurre con la mayoría de las obras pictóricas, y que si por ejemplo se siguen buscando ciclos parecidos a los de López Pumarejo y Gabriel Turbay, Abadía Méndez y Laureano, se corre el peligro de no prestar atención a la novedad de la historia reciente, en la que esos personajes no pintan casi nada.

Siempre me llama la atención que creyeras que yo había leído a Guillén Martínez. Muchos que sí lo han leído llegan a conclusiones diferentes, tal vez, creo yo en mi vanidad, claro, por estar demasiado apegados a los hechos y discursos de esos personajes.

Uf, qué respuesta tan confusa. Creo que necesito disponer de más tiempo para seguir contestando en el blog.

Anónimo dijo...

Hola Jaime- Es cierto, no ví que al artículo era de Wilfredo, pero bien. Laureano versus Suárez es un episodio pintoresco, no sé si revela algo sobre la pugna entre el privilegio y el talento, porque los dos personajes tenían mucho de ambos. Suárez fue sacado de la nada por la dirigencia antioqueña por su talento intelectual, mientras Gómez llegó a la cpaital desde la apartada Ocaña también por "mérito propio" patrocinado por los de siempre. Para mí Laureano Gómez era un intelectual excelente (dentro del estrecho contexto colombiano de la época, de todas las épocas), con ganas patriotas, pero totalmente desdibujado y vuelto un monstruo, como los liberales lo llamaron, por la dinámica partidista. El partido conservador a mi juicio portan la mayor parte de responsabilidad por la Violencia de los 40 y 50, y su jefe indiscutible (también durante la presidencia de Ospina) era Gómez. Pero eso es del pasado y no reviste mayor importancia en el contexto actual. No creo en los ciclos, sino en la dialéctica tesis-antítesis-síntesis...bueno, la última parte no tanto.

Sobre Guillén, creo que las personas que lo interpretan de forma muy distinta a la mía están leyendo sus producciones de los 70, el librito sobre Núñez y el librote El poder político en Colombia. Estas obras no son tan originales como Raiz y futuro de la revolución, son bien hechos pero bastante asimilados a la crítica marxista de la época, no tan vulgar como un folleto de Ed. La Pulga pero bastante desmatizado.

Anónimo dijo...

YO YA CREO QUE TANTO ATAQUE ES COMO SI QUISIERAMOS CONDENARNOS A VIVIR EN UN INFINITO LIMBO DONDE TRES COLOMBIANOS SACAN SU BRAZO PARA SALIR PERO UNO SE PRENDE CON PIES BOCAS Y UÑAS DE LOS TRES Y NO LOS DEJA SALIR NECESITAMOS UN QUINTO O QUE LOS TRES QUE QUIERAN SALIR SE UNAN Y SE SACRIFIQUE UNO PARA QUE LOS OTROS DOS LOGREN SALIR

UN ABRAZO VIRTUAL

Anónimo dijo...

Carlos Arturo Valencia.


¿Evo Morales Colombiano podrí­a ser Serpa, Carlos Gaviria, Luí­s Eduardo Garzón? Por que no veo otro con las especificaciones del Presidente Indigenista Boliviano

Anónimo dijo...

No se puede leer el post de hoy de JR. GRacias

D. dijo...

Anónimo, el link fue corregido. Algo tan sutil como un "/" puede dañar muchas cosas cuando un sistema no sigue un HTML estándar.

Gracias por el aviso.