En los últimos días he encontrado en diversos sitios manifestaciones de ese tema, sobre todo de la resistencia que se le presenta en Colombia a cualquier alteración del orden de clases de toda la vida. La última perla fue la frase "Felicitaciones, muchachos, coronaron" que nos dirigieron a los miembros del equipo de la blogoteca en una discusión más bien olvidable. Creo que es un ejemplo, entre muchos otros, que muestra el carácter retrógrado de la llamada izquierda. Y como ese carácter retrógrado es reactivo, no procede de un malentendido sino de una condición casi fisiológica, la renuncia a convencer a cualquiera de esas personas es una obviedad. Lo que interesa es que los demás conozcan un juicio diferente, al que por otros caminos probablemente habrán llegado o llegarán.
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