______Claro que en el caso de ese periódico hay otro factor que los lectores interesados en deben vigilar con atención: la pasión por proteger a los civiles. En un editorial reciente sobre la escalada terrorista, las condenas a los crímenes de las FARC contra los civiles se repetían. Para la muestra un botón:
Pues lo que queda claro es que esta guerrilla, hoy, como ayer, no discrimina ni tiene en cuenta los daños que puede causar a la población cuando lanza sus ofensivas.
______No hay remedio, siempre hay que volver a recordar el interés del editorialista en salvar el concepto del delito político: la guerrilla debería discriminar entre militares y civiles y apuntar bien cuando lanza sus ofensivas. No hacerlo, matar a gente distinta a los soldados y policías, es una transgresión intolerable del Derecho Internacional Humanitario y merece la repulsa más enérgica de los ciudadanos.
______Matar soldados y policías está bien desde el punto de vista del editorialista. La condena a las FARC no es porque existan ni por sus pretensiones de destruir la institucionalidad, sino por su mala puntería. El civil que murió en Aguablanca vino a empañar un hecho que el periódico podría publicar como una buena noticia.
______Hay algo en que ese periódico es casi idéntico a los órganos de propaganda velada de las FARC: unos y otros callan completamente acerca de la campaña de Carlos Gaviria en Europa para que se saque a las FARC de la lista de terroristas. Unos y otros defienden la licencia para matar y difunden la idea de que sin hacer frente a las FARC se alcanzaría la paz.
______En serio, los colombianos que no sean capaces de darse cuenta de eso merecen la esclavitud que les preparan los sicarios de Santos Calderón.
19 comentarios:
No creo que cuando los comentaristas (ya sean bloggers o periodistas) hacen enfasis en la necesidad de respetar la vida de los civiles, sea porque, como usted argumenta, ellos aprueben el asesinato de soldados. Me parece que esa deduccion corresponde a una tergiversacion argumentativa. Toda vez que usted no tiene en cuenta la existencia del "Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles". Segun este acuerdo los soldados se entienden como miembros de las partes en conflicto. Los civiles no y por ello deben ser respetados.
Aunque me parece entender que usted se pasa por alto el Convencion de Ginebra porque le parece que toda vida humana deberia ser respetada, sin detenerse a pensar si se trata de soldados o civiles. Una tal concepcion del derecho a la vida pondria necesariamente en cuestion la legitimidad de toda guerra y del uso de las armas. Toda vida humana, en consecuencia, deberia ser respetada, incluyendo la vida de guerrilleros, paramilitares, criminales, terroristas, fundamentalistas, etc.
Toda vida humana debe ser respetada, incluyendo la vida de guerrilleros, paramilitares, criminales, terroristas, fundamentalistas, etc. Por supuesto, ¿cómo se puede andar pensando otra cosa?
Usted habla de tergiversación argumentativa cuando yo sólo señalo algo evidente, sobre lo que El Tiempo se ha pronunciado miles de veces: la "crítica" a las FARC por matar civiles incluye el permiso para matar militares. ¿Tienen derecho las FARC a matar militares? En sus frases ya están las falacias típicas: ¿cuáles son "las partes en conflicto"? Hay unas bandas de asesinos tratando de imponer una tiranía y para eso cometen toda suerte de tropelías, el asesinato de militares es más grave que el de civiles porque implica un avance de esas bandas de asesinos y deja a los demás civiles en sus manos. Tras las derrotas militares viene el asesinato en masa, como en Camboya.
El convenio de Ginebra corresponde a los conflictos entre países y esos conflictos son difíciles de definir por el derecho. En Colombia no hay un conflicto entre países sino la rebelión de unas bandas de asesinos para destruir la democracia. El problema es que esas bandas de asesinos representan a ciertos poderes tradicionales y por eso hay una gran presión de esos poderes dentro de la sociedad para que se reconozca legitimidad a esas bandas de asesinos por encima de las urnas.
En ninguna parte del mundo se atrevería alguien a suponer que unos enemigos internos tienen igual legitimidad que el Estado democrático. Es que la licencia para matar de las FARC es sólo el privilegio de López Michelsen y Santos Calderón para dominar al país sin que importe lo que digan los demás.
Es fácil: la insistencia en esa definición de "conflicto" es parcialidad a favor de los terroristas. La concepción "juridicista" de los hechos también. Pongamos que todo lo que usted dice es cierto, que la Convención de Ginebra y que tal, ¿por qué no reconocer que el asesinato de militares deja a los civiles en situación de mayor indefensión? Sencillamente porque la Convención de Ginebra se usa como pretexto para justificar el asesinato de soldados y policías, que es precisamente lo que permite continuar con el asesinato de civiles ya que la misión de aquéllos es protegerlos.
Es una defensa rara de los civiles, aunque si se piensa en admiradores del Che Guevara no es tan rara: el que se considere a un sicario igual que a un funcionario encargado de proteger a la gente, a un secuestrador igual a alguien que trabaja impidiendo los secuestros, sería un gran logro de ese bando, un avance hacia "otrico" Vietnam (de los muchos que hay que crear).
Toda guerra y todo uso de armas que no sea defensivo o que no responda a una agresión es moralmente ilegítimo. Y la noción de esa agresión siempre supone un marco legal claro: ¿acaso alguien impide a los guerrilleros de las FARC tener en paz sus tierras y aun los capitales que han obtenido secuestrando gente? No, ahí está la propuesta, sólo tienen que respetar la voluntad de los colombianos. Pero los demás colombianos, ¿qué van a contar? ¿Acaso son tan cultos como los defensores de las FARC? ¿Acaso de qué familia vienen?
Bueno, desde un punto de vista moral los "militares" de 11 años que castran policías delante de sus vecinos son menos culpables que los que viven rodeados de lujos gracias a esas bellezas. Si la Convención de Ginebra garantiza que estos últimos queden impunes, habrá que pensar en una Convención diferente, que incluya el castigo a los instigadores de las masacres y secuestros. Los "militares" del bando "rebelde" sólo son otras víctimas, niños yunteros que hacen la fortuna de los manipuladores de convenciones y retóricas que viven en Escandinavia convertidos en coleccionistas de arte.
Lo que pasa Dr ruíz es que ni siquiera los medios objetivos y no parcializados como su blog, DENUNCIAN CATEGORICAMENTE las masacres de policias por militares, como la de Jamundí o Guaitarilla. O las torturas a soldados rasos por parte de sus comandantes en Tolima.... hummm...
O supongo que los militares si tienen derecho a asesinar policías entrenados por la DEA???
Esperamos un post en pais bizarro sobre esas canalladas y esos atropellos cometidos por los jefes militares contra sus subordinados.
PS: los medios de Santos Calderon? Ejem... ahhh el periodiquito ese del vicepresidente y del ministro de defensa???
PS2: oiga, para establecer un pacto antikomiterm o un acuerdo de Postdam será que yo lo puedo llamar "esbirro del capitalismo, asi como yo me "lucro de las masacres?"
PS3: ademas si mueren 800 civiles con tal que se destruya al Hezbolla que importa!! triunfa la democracia!!
Se dice que en ningún país tanta gente conoce tan bien los textos de las convenciones y protocolos de Ginebra, pero que el problema ya no es difundirlos sino cumplirlos. El DIH nació en Francés y evocando cosas que se aprendieron particularmente en una batalla que tuvo lugar en una localidad de Lombardía, en Italia. La historia del DIH es la de la Cruz Roja Internacional, con sus aciertos y sus incoherencias.
En esa pieza del Derecho Internacional, no aparece por ningún lado requisito alguno de formalidad legal de la guerra o conflicto en curso, ni consideración moral sobre la legitimidad del origen de la confrontación. Se supone que su interés es sobre el problema práctico de la protección y la atención humanitaria a las partes no combatientes, incluyendo a aquellos armados puestos en indefensión (se dice que la Cruz Roja Internacional sabía de los campos de concentración nazis, pero que su precepto de discreción obligó a no denunciar para poder seguir operando).
Cuando la ONU estableció esas cosas como leyes internacionales la descalificación vino desde ambos extremos. Uno lo presentaba como jugada comunista para legalizar gobiernos provenientes de alzamientos guerrilleros como el de China, mientras que el otro consideraba que se quería reglamentar la guerra de tal manera que no la pudieran hacer los ejércitos irregulares insurrectos. Realmente la mayoría de su contenido trata de cosas ya consignadas en el Derecho de Guerra (el de La Haya) y heredeadas del Derecho de Gentes, sobre cómo ser caballeros y tener un poco de honor, aun en la victoria. No disparar a los náufragos, no bombardear hospitales, no disparar al paracaidista que salió de un avión derribado,... Cosas difíciles de cumplir, aun tratándose de una batalla simulada entre niñas exploradoras (sobre la muerte del honor militar hay una bella película de Jean Renoir, el clásico "La Grande Illusion"). Para los sesentas y setentas vino el lío de los protocolos que hacían aplicable el DIH a conflictos que no fueran entre Estados. Tenía que ver con guerras de liberación nacional de colonias (no en el sentido de los ejércitos y frentes de liberación nacional de nuestro continente, sino en ocupaciones extranjeras reales) y casos de levantamientos internos contra regímenes tipo Apartheid.
Cuando se habló de aplicar eso en Colombia, muchos detractores pretendieron que se trataba de equiparar la legitimidad de las guerrillas con el Ejército legalmente constituido. Las mismas Farc se comieron el cuento de que ese era un paso para adquirir el estatus de beligerancia, figura arcaica pero famosa en las guerrillas desde que le fue otorgada a los sandinistas unas semanas antes de tomarse el poder. Nada de eso era cierto, simplemente se buscaba aplicar un cuerpo de derecho centrado en la protección de los no combatientes y poder exigir su respeto a una fuerza no considerada alta parte contratante (o sea Estado). Igual, más que el honor militar la soberbia militar de las Fuerzas Armadas fue cuestionada y ese debate se quedó en retórica y en unas cartillitas inaplicables sobre la conducción de hostilidades. Muchos militares terminan por cometer errores jurídicos cuando por un lado desconocen las jerarquías internas de su enemigo, pero por otro hacen cabecilla a cualquier capturado, entrando en contradicciones a la hora de juzgarlos.
El DIH no aplica en cualquier situación ni preserva a todo agente desarmado. Si en una asonada un policía estalla una granada contra la multitud, causando muertes, es un asunto de Derechos Humanos o de la legislación local ordinaria o militar. Para el caso de espías (sujetos sin uniforme capturados en tales labores en el territorio de su enemigo), ni el DIH ni La Haya dan un peso por ellos.
Esa es la parte leguleya del tema. No sé en que estén pensando los Santos pero yo creo que el homicidio es condenable con o sin discurso y la indefensión de la víctima es agravante y por lo tanto exige un tono más recio para el reclamo.
Usurpador: en ninguna parte he dicho que mi blog sea objetivo y no parcializado, ¿de dónde saca eso? ¿Qué voy a denunciar yo hechos que desconozco? Los crímenes de Jamundí los denunció la policía y los investiga un juez, ¿qué tiene que ver eso con una página de opinión? ¿Es que hay alguien que diga que está bien que los militares maten a los policías? ¿Por qué no discutir sobre lo malo de las inundaciones? ¿Qué tiene que ver eso con ideas?
Realmente produce impresión.
Los Santos que hay en el gobierno fueron nombrados por Uribe para contener la marea de propaganda favorable al terrorismo en el periódico del amigo de Fidel Castro y socio de García Márquez que siempre ha hecho presión para que se premien las masacres. Ahora sólo resisten esa última línea, que es la del delito político, el DIH y demás: el reproche a los terroristas no por ser terroristas, no por su proyecto totalitario (que recibe toda clase de apoyos desde el periódico), sino por tener mala puntería.
No recuerdo haber dicho en ninguna parte que usted se lucre de las masacres, y como ya es como la cuarta vez que me atribuye cosas que no he dicho, la próxima vez borraré cualquier mensaje suyo, salvo que me demuestre dónde he dicho eso.
Respecto al sentido de "esbirro", esto es lo que dice el diccionario:
1. Oficial inferior de justicia.
2. Hombre que tiene por oficio prender a las personas.
3. Secuaz a sueldo o movido por interés.
Ni soy funcionario de justicia ni tengo por oficio prender a nadie ni estoy a sueldo de nadie por opinar. Si defiendo el sistema de libre mercado es porque sólo en el infierno de degradación humana infinita que es Colombia sigue habiendo hegemonía de comunistas entre los doctores.
Los muertos de Líbano siempre serán más que los de Israel en el caso de que se ataque desde ahí al país hebreo. Nadie puede quedarse de brazos cruzados esperando a que lo maten porque va a haber un imbécil en el remoto trópico que cree que alguna cantidad de muertos es excesiva. Sencillamente quienes apoyan a los terroristas son cómplices (aunque los colombianos fuera de Colombia no tienen la menor influencia) también de la muerte de civiles árabes. Sólo hay que dejar de matar y secuestrar gente, o de aplaudir esas cosas. Atreverse a cobrarlas es propio de desalmados, que si mueren israelíes aplauden el avance de los buenos, y si mueren árabes condenan la crueldad de los malos y siempre salen ganando. Los terroristas no dan tanto asco.
Vulturno, bueno, ante una bomba todas las víctimas están indefensas. El problema del DIH es que no hay una sola de sus restricciones que no esté contenida dentro de las leyes ordinarias EN LO QUE CONCIERNE A LAS FUERZAS LEGALES. Nadie dice que el DIH esté mal porque los militares deben tener derecho a matar civiles ni a cometer ningún abuso, de forma que si hay que combatir los abusos (y aun crímenes monstruosos, como el de Jamundí), no hace falta el DIH sino que éste es la máscara con la que se envuelve el conflicto que da igual legitimidad a las FARC que a las instituciones.
Ya hay un caso en que a una guerrillera le redujeron la pena porque no mató a un soldado indefenso sino en una batalla: no es raro que fuera por iniciativa de la Procuraduría, oficina dirigida por el mismo desalmado que busca la impunidad de Santofimio. Parece que hay una tríada de grandes ancianos que promueven el narcoterrorismo: López Michelsen, Santodomingo y García Márquez. Cada uno tiene intereses distintos, pero los tres terminan en lo mismo.
Lo que a mí me parece, y desde hace muchos años vengo detectando eso, es que a la gente esos medios la tienen convencida del carácter "deportivo" del conflicto: los "actores del conflicto" se pelean por allá y tienen que tener cuidado de no molestar al público. Bueno, se tolera que a veces los rebeldes tengan que pedir ayuda porque no pueden cobrar impuestos como el Estado, y que retengan a algunos miembros del enemigo, incluso civiles, del mismo modo que el Estado tiene presos a muchos rebeldes...
Eso es sumamente interesante seguirlo. Coja usted este blog, no queremos que se dé ningún reconocimiento a unos asesinos ni que se conviertan los crímenes en fuente de Derecho. De algún modo buscamos el apoyo de la mayoría por pensar que el narcoterrorismo sólo es la expresión de las tradiciones esclavistas y de quienes las usufructuaban. Una minoría opresora que merece el rechazo y la resistencia de toda la sociedad. ¡Pues dese cuenta de que estamos violando las reglas del juego, pues éstas consistían en que los civiles eran ajenos a ese enfrentamiento sometido al DIH!
A eso conduce esa propaganda: el que sale a matar gente está protegido por una ley que lo obliga a tener puntería y no molestar al público, el que se opone al asesinato termina amenazando esas reglas. No tendría nada de raro que algún jues colombiano nos persiguiera: durante el periodo Samper-Pastrana el salir a secuestrar gente era una forma lícita de hacer carrera política que contaba con toda serie de garantías. El que pidiera ayuda a sus vecinos para impedir que lo secuestraran terminaría en la cárcel (conformación de grupos paramilitares).
Respecto a la actitud de El Tiempo es sumamente fácil: busque un solo artículo publicado en tiempos del Caguán en ese periódico en el que se pusiera en duda que había que crear un marco legal nuevo y repartir el poder con las FARC. Hablo de unos 1.200 días a más de cinco artículos de opinión diarios (contando los editoriales). Más de 6.000 artículos, sin contar los que firmaba la Unidad de paz. No encontrará eso que le digo.
Y no crea que las FARC "se ilusionan": es perfectamente sensato esperar que del reconocimiento del DIH se pase a un estatus de beligerancia. Y también es perfectamente posible que tomen el poder. Basta con comprobar que casi una cuarta parte de los votantes apoyaron a un señor que pretende que se saque a las FARC de la lista de terroristas, que son al menos dos tercios de los que han ingresado a una universidad los que apoyan esas políticas, para entender que todo eso es sensato y práctico.
Es que ocurre lo mismo que con Israel, que el intruso no son las guerrillas sino los valores e instituciones democráticos. Los usufructurarios del orden anterior se defienden según sus costumbres. Y las víctimas reaccionan muy lentamente, a fin de cuentas hace sólo dos generaciones cargaban doctores en el lomo.
A la gente como que le gusta mucho las noticias relacionadas con chismes, por que en esa caso habia una cantidad de intrigas relacionadas, de todos modos con esto se toma la importancia de los problemas domesticos que llegan hasta el abuso que puede causar hasta la muerte. Lo esagerado fueron las dos supuestas horas de golpisa que resibio la mujer.
a este "blogger" de pais bizarro no lo deberían dejar escribir...
El anónimo de las 9:38 AM: figúrese que el post trata de la insignificancia de la muerte de varios policías en Cali. Ese tema de los maltratos tiene todos los ingredientes de esa clase de crónica, pero si la sociedad es tan indiferente a las víctimas del terrorismo es también porque los jefes del terrorismo son los dueños de la prensa.
Merks, ahí están pintados ustedes, el único argumento que tienen es la intimidación. No tienen ningún otro, en la medida en que se piensa y se razona queda como más difícil seguir defendiendo el crimen y quién sabe si beneficiándose de él.
osea que para tí la noticia de la entrega del maldito bastardo que acabó practicamente con la vida y la dignidad de una mujer no vale nada?
además, si miras bien, las noticias fueron publicadas a horas distintas, se ve que ni ves bien de lo que escribes, no se le ha dado prioridad a ninguna de las noticias, si no que la noticia de los policias fue en la mañana y la de la entrega fue en la noche anterior.. asi que mira bien antes de escribir babosadas en este blog...
Después de ver como el guerrillero Mateo hacía parte de la Junta Directiva de las EPM, y daba clases en la universidad, le queda a uno la duda si jaime no estará tan loco como hasta hoy he pensado...
Esta claro que hay policias y militares con principios, personas respetuosas de la constitucion. Menos mal son un buen numero. Pero esta también claro que hay nexos entre militares y paramilitares y que muchos miembros de la fuerza publica estan involucrados en violaciones de los derechos humanos.
Eso para responder a la indignacion que a usted le genera que yo diga que el ejercito es "una de las partes en conflicto". Mientras no se detengan las violaciones de derechos humanos esa percepcion no va a cambiar. No es una falacia teorica. Son los hechos. Copio a continuacion un extracto del periodico de hoy:
"Que el fuero civil investigue a fondo la responsabilidad de los miembros de la Tercera Brigada del Ejército involucrados en la masacre de Jamundí ocurrida este año, en la cual fueron ejecutados los miembros de una unidad élite antinarcóticos de la policía.
Investigar "las numerosas y creíbles acusaciones sobre miembros del Ejército, particularmente en Antioquia, quienes habrían estado ejecutando a civiles y luego vistiéndolos con uniformes de la guerrilla, con la intención de hacer creer que habían muerto en combate".
Matar policias y militares es sin duda alguna un acto de barbarie, pero matar civiles desarmados es ademas un acto de cobardia. La guerrilla le apuesta a ambos objetivos. Y los paramilitares y el ejercito?
Merks: lo de la diferencia horaria es verdad, pero no quita el que la prensa le da poca importancia a la muerte de policías y soldados. Casi todas esas muertes desaparecen de la prensa de un día para otro, hoy ya no aparece nada al respecto.
La misma rabia de su comentario deja ver hasta qué punto le parece un tema prescindible. No es una rareza suya sino lo típico del país. Eso típico es lo que me propongo denunciar. No voy a esperar que le guste.
Escrito al margen: me quedo pensando en su sistema de razonamiento y me quedo preocupado: ¿conoce usted las universidades públicas? ¿Lee el periódico UN Noticias? ¿Sabe qué dicen los investigadores del IEPRI?
Me queda la impresión de que usted cree que alguien está loco por decir cosas que usted no esperaba sobre algo que usted desconoce. Creo que para el caso es preferible estar loco.
El Editor: ningún problema entonces, tanto lo de Jamundí como lo de matar campesinos y vestirlos de guerrilleros son crímenes monstruosos que por nada del mundo deben quedar impunes. Ahí se está juzgando a una institución por los delitos que cometen sus miembros, delitos que, tratándose de las FF AA y la policía colombianas son bastante frecuentes. No sé por qué me recuerda a los que quieren quemar iglesias porque hay curas pederastas.
Los paramilitares se están desmovilizando, si eso no fuera en gran medida cierto las masacres y asesinatos selectivos serían como en los años del Caguán. No han desaparecido ni se han vuelto buenas personas, pero como factor de guerra están bastante desactivados. El ejército cumple su función en medio de grandes errores y de las corruptelas que afectan a todo el Estado y en realidad a toda la sociedad. Lo que pasa es que ésa no es su función y en la medida en que haya presión para que sean eficaces cumpliendo las leyes y persigan la corrupción y la ilegalidad dentro de las propias filas, serán una institución respetable.
El problema es cuando esas "falencias" de las instituciones se usan para deslegitimarlas. Lo mismo, la violación de un niño por parte de un cura se vuelve una excusa contra el evangelio por parte de gente que no tiene realmente nada contra la violación ni contra la pederastia.
Desde el punto de vista de la guerrilla algo como lo de Jamundí es beneficioso aunque no se conociera: unos militares dedicados a trabajar para el hampa no hacen mucho por perseguir a los guerrilleros, y esa hampa millonaria siempre es extorsionable, siempre puede comprar coca o cocaína y también mantiene ocupadas a las fuerzas del orden. De modo que los agraviados por hechos como ésos somos los que queremos que se obligue a la guerrilla a desmovilizarse.
¿Qué le parecen a usted las presiones para sacar a las FARC de la lista de terroristas de la UE?
Jaime: La verdad no estoy muy informado al respecto y no se cuales son las implicaciones de incluir o de sacar a las FARC de esa lista.
Clasificar o no como terroristas a las FARC es un problema conceptual que poco me interesa. A mi me basta y me sobra con saber que son ASESINAS.
Es el asesinato en general y no el terrorismo apenas lo que a mi me gustaria que se condene.
Los gurues de la cruzada contra el terrorismo condenan las formas artesanales de matar, al tiempo que promueven el asesinato colectivo bajo las lluvias de misiles.
A mi me parece igualmente execrable que una persona muera bajo el fuego de una pipeta explosiva o de un fusil de dotacion del ejercito colombiano. Es el asesinato en general y no el terrorismo apenas lo que hay que combatir.
Editor, sí, claro, es el asesinato en general, pero de ahí se parte a nuevas falacias. Por ejemplo, si el ejército va a masacrar a los civiles éstos están en todo su derecho de defenderse, pero eso no es lo que ocurre en Colombia, salvo casos de abuso y crimen, como los que se comentaban antes. Siempre hay un criterio sagrado para que haya paz y es el monopolio de la fuerza por el Estado. Si ese Estado es ilegítimo, opresor, etc., se supone que la rebelión es legítima. El caso colombiano no es así, la rebelión no pretende fundar la democracia sino destruirla. No defiende a los campesinos sino que los oprime, despoja y mata. Etcétera.
Lo mismo se podría decir del equilibrio mundial: no es que la gente de ninguna parte tenga que someterse a la hegemonía estadounidense, es que quienes le compiten de verdad son sociedades democráticas o que siguen valores democráticos (como la libre empresa en China, a pesar de la falta de otras libertades). En todos los casos en que hay enfrentamientos militares con EE UU (después de la II guerra mundial) se trata de regímenes cuyo verdadero enemigo no es EE UU (que les resulta demasiado poderoso) sino su propio pueblo. En Vietnam se trataba de la guerra fría y de la agresión contra un régimen amigo de EE UU no propiamente para imponer la democracia...
En fin, lo de sacar a las FARC de la lista de terroristas es parte de un esfuerzo por legitimarlas y por buscar una alianza con sectores europeos que en la época del Caguán aplaudían la supresión de la democracia en favor de la negociación. Esa tarea es parte de la misma labor asesina, tal vez más eficiente que el asesinato de cien soldados.
Carlos Gaviria sólo quiere reabrir y revivir ese frente político de guerra para recuperar sobre el papel lo que las FARC han perdido sobre la selva en estos años.
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