Siempre produce inquietud ver a tanta gente contenta por los supuestos fracasos del gobierno contra la guerrilla o contra el narcotráfico, o por los supuestos fracasos de EE UU en Irak o en la guerra contra el terrorismo islamista. ¿Qué es lo que los hace alegrarse? Yo creo que cada persona debería hacer un esfuerzo por situarse en el mundo, por decidir qué quiere y por qué, pues si el narcotráfico triunfa o si la guerrilla resiste el embate, quienes van a pagarlo no son los envidiados banqueros o funcionarios estadounidenses sino los ciudadanos colombianos en una medida creciente, también los que aplauden el narcotráfico y a la guerrilla. Como portavoz de esa clase de colombianos, los mismos que hace cinco años iban con la mirada extasiada por la esperanza que se les abría, figura en un lugar destacado la columnista María Jimena Duzán, cuyo último logro comentamos en esta ocasión.
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