Uno de los hechos que determinan la duración del régimen cubano es su habilidad para falsear la historia, para divulgar un mito en el que los hechos son sólo representaciones de una alegoría grata al público; para eso se ocultan los datos más importantes. Un ejemplo característico es el de la prostitución, negocio que nunca fue antes de 1959 tan significativo como llegó a ser en la última década. Otro ejemplo es el supuesto apoyo estadounidense al dictador Batista, o la persecución de los comunistas bajo su régimen. Bueno, lo más llamativo es la ignorancia generalizada al respecto.
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