Por Fernando Balda
Hace algunos días circula en redes sociales una intento más del presidente colombiano Juan Manuel Santos de aumentar su popularidad; se trata de una foto donde este se encuentra sentado en un pequeño banco leyendo el periódico, luciendo unos calzoncillos hasta la entre pierna, a canilla pelada y descalzo. Esta foto ha sido tomada en el interior de una vivienda popular en Valledupar donde pernoctó el mandatario. De todas las campañas de marketing político que he visto hasta el momento -por su género- esta es comparable a aquella que alguna vez, vi pintada en una pared de Bogotá que anunciaba a un candidato cuyo lema era “Un sapo a la Asamblea”. En alusión a que este iba a “sapear” las cosas malas que allí se detectaran. Sin embargo en la “marketeada” y colorida campana de este candidato había algo que difería de la de Santos, a este “sapo” sí se le podía creer, pues solo con ver su foto, los colores usados en su publicidad, la popular creatividad de sus diseños, era fácil deducir que se trataba de un hombre espontáneo y del pueblo, es decir; sí podría tratarse de alguien que hiciera mérito a su autocalificación de “sapo”. Para no irnos muy lejos, he visto una foto de Barack Obama saludando a uno de los empleados encargados de la limpieza de la Casa Blanca, con un gesto de tú a tú; (juntando los puños al paso del presidente por un pasillo con el funcionario público que en la otra mano tenia un recolector de basura y una escoba), y saben qué? Le creo. O cuando Michelle Obama (primera dama de EEUU) aparece en alguna entrevista cantando, bailando y expresándose con gestos caseros, le creo. Porque simplemente la espontaneidad carece de poses y planificaciones, se evidencia sola y es legítima.
Pero cuando vemos a Juan Manuel Santos en aquella forzada foto donde intenta dar un mensaje de hombre corriente y humilde compartiendo las vicisitudes del común. La pregunta es: ¿le creemos? Yo creo que no. Tales posturas son incompatibles con su aristócrata vida, si tomamos en cuenta que Santos es uno de los hombres mas ricos del país y de hábitos muy exigentes. Seguidamente nos viene al pensamiento una expresión: “Es que este Santos cree que somos ilusos”. Sin embargo, hay otro tópico interesante de analizar, y es que, muchos nos hemos de estar haciendo una pregunta: ¿quién diablos estará asesorando a Santos para hacerle cometer tamaña astracanada? Será acaso una suerte de “Rasputín”? Algún endiosado asesor? parecido a quien fuera conocido como “El monje loco”, cuya influencia en el zar de Rusia Nicolás II y, especialmente en la zarina fue considerada como el acabose de la dinastía Romanov que comenzó en 1613.
Grigori Rasputín alias “el monje loco” fue un cuentero e inescrupuloso personaje que decía tener poderes sobrenaturales curativos y premonitorios y, que, llegó a tener tal influencia que prácticamente no había decisión en el gobierno que no pasase por su juicio. El zar no lograba sostener la certidumbre en su administración, siempre reaccionaba bajo presión de los eventos y, hasta sus ministros nombrados eran designios de Rasputín. Se dice que, la presencia este oscuro personaje fue el agravante para el fatal término de la dinastía Romanov que había durado 304 años. Rasputín fue asesinado el 30 de diciembre de 1916 mediante una conspiración de quienes lo consideraban peligroso para Rusia. A pesar de ello, dos años después en la madrugada del 18 de julio de 1918, el zar, su familia y cuatro sirvientes fueron llevados al sótano de la casa Ipatiev, donde estaban retenidos desde abril. (Nicolás II, había abdicado en marzo del año anterior tras la revolución bolchevique de febrero) fueron brutalmente asesinados y sus cuerpos incinerados.
Pero cuando vemos a Juan Manuel Santos en aquella forzada foto donde intenta dar un mensaje de hombre corriente y humilde compartiendo las vicisitudes del común. La pregunta es: ¿le creemos? Yo creo que no. Tales posturas son incompatibles con su aristócrata vida, si tomamos en cuenta que Santos es uno de los hombres mas ricos del país y de hábitos muy exigentes. Seguidamente nos viene al pensamiento una expresión: “Es que este Santos cree que somos ilusos”. Sin embargo, hay otro tópico interesante de analizar, y es que, muchos nos hemos de estar haciendo una pregunta: ¿quién diablos estará asesorando a Santos para hacerle cometer tamaña astracanada? Será acaso una suerte de “Rasputín”? Algún endiosado asesor? parecido a quien fuera conocido como “El monje loco”, cuya influencia en el zar de Rusia Nicolás II y, especialmente en la zarina fue considerada como el acabose de la dinastía Romanov que comenzó en 1613.
Grigori Rasputín alias “el monje loco” fue un cuentero e inescrupuloso personaje que decía tener poderes sobrenaturales curativos y premonitorios y, que, llegó a tener tal influencia que prácticamente no había decisión en el gobierno que no pasase por su juicio. El zar no lograba sostener la certidumbre en su administración, siempre reaccionaba bajo presión de los eventos y, hasta sus ministros nombrados eran designios de Rasputín. Se dice que, la presencia este oscuro personaje fue el agravante para el fatal término de la dinastía Romanov que había durado 304 años. Rasputín fue asesinado el 30 de diciembre de 1916 mediante una conspiración de quienes lo consideraban peligroso para Rusia. A pesar de ello, dos años después en la madrugada del 18 de julio de 1918, el zar, su familia y cuatro sirvientes fueron llevados al sótano de la casa Ipatiev, donde estaban retenidos desde abril. (Nicolás II, había abdicado en marzo del año anterior tras la revolución bolchevique de febrero) fueron brutalmente asesinados y sus cuerpos incinerados.
Hoy en 2013, casi un siglo después, siguen existiendo personajes oscuros de pensamientos “matemáticos”, estériles por su falta de humanismo y conceptualidad. Solo un incompetente descorazonado podría asesorar a un presidente para que pose cual modelo de “Leonisa” para intentar recuperar aceptación popular. Y solo alguien que ha perdido las perspectivas se pudo haber dejado influenciar para cometer tal mofa e impostura -gesto sin tino-, que ha dejado la susceptibilidad de muchos como herida por un rayo; y permitido percibir el olor infecto de ciertas mentes; pues, esta foto, no describe solo una bufonada, refleja el pensamiento inicuo de quienes gobiernan a Colombia.
Rasputín solo tuvo un acierto; había expresado antes de morir; cito: “que veía a Rusia envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas”. Seguro no fue una visión; solo fue deducción lógica. Vale la pena analizarlo para reflexionar.
1 comentario:
Es que hay gente mas asquerosa que los doctores universitarios:
En una histórica decisión, no habrá pensiones de más de 25 salarios mínimos.
La ponencia que la Corte Constitucional presentó en noviembre del año pasado para votación señalaba que las mesadas de congresistas y exmagistrados están muy por encima de sus cotizaciones al sistema de seguridad social.
La ponencia también señalaba que las mesadas en algunos casos llegaban a los 29 millones de pesos al mes y que no solo no son justas, sino que representan una amenaza para la sostenibilidad del sistema pensional.
En consecuencia, se ordena su reliquidación y establece que en ningún caso los pagos pensionales a cargo del Estado podrán superar los 25 salarios mínimos mensuales, es decir, 14,1 millones de pesos.
Ese fue el límite fijado por una reforma constitucional del 2005 que eliminó los regímenes especiales y que 8 años después sigue sin aplicarse.
Al caerse las pensiones millonarias quedan afectadas las mesadas de 911 personas: excongresistas, exmagistrados y ex altos funcionarios del Estado -incluidos 11 expresidentes o sus viudas-, que reciben en promedio 20 millones de pesos mensuales de mesada.
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