Por Jaime Castro Ramírez
Algo que hace parte fundamental de la naturaleza humana es su capacidad innata de raciocinio. Esto significa que no se debe abusar de la gente adoctrinándola o lavándole el cerebro para hacerle creer quizás lo inconsecuente con su razonable voluntad natural para actuar y decidir su propio destino.
Consigna convertida en eslogan publicitario: ‘SOY CAPAZ’
En política una consigna suele ser una orden que se da a los afiliados o seguidores de un partido para que acaten determinado eslogan que termina convirtiéndose en una especie de hipnosis de multitud, para crear un estado mental de disciplina direccionado hacia el cumplimiento de tal o cual acción, que convierte a las personas en obsecuentes incondicionales de esa causa.
El gobierno de Santos politizó la expresión ‘soy capaz’ para tratar de ambientar a los colombianos en el tema de lo que él ha llamado ‘paz’, y hay que decirlo así porque lo que hasta ahora se conoce como significado de la paz para Colombia es exactamente lo contrario a la paz: Impunidad total, no entrega de las armas, no a la desmovilización de terroristas ni pedirle perdón a Colombia por parte de éstos, y por lo tanto no habrá ni verdad ni justicia ni reparación por parte de los victimarios.
Se trata entonces de ambientar este turbio escenario para que cuando llegue el momento de que el presidente Santos firme ‘esa paz’ (que no es paz), el país esté adoctrinado a aceptar lo que sea, con el nombre de paz. Aquí no importará el “SOY CAPAZ” de que por ese camino quizás lleve al país hacia el modelo oprobioso de otra Venezuela, que es justamente la gran duda que existe en Colombia.
Es sorprendente que hayan personalidades que se prestan para contribuir a campañas de este estilo, que bien podrían calificarse de campañas engañosas porque contribuyen a hacer incurrir en error a la gente. Para citar un solo ejemplo, apareció en la televisión el señor Cardenal de Colombia, Rubén Salazar Gómez, aplicando el eslogan ‘soy capaz de ponerme en los zapatos de los demás’, para lo cual utilizó un sofisma contradictorio al pensamiento razonado, que consistió en ponerse unas botas de caucho pantaneras de las que usan las Farc… Al jerarca de la iglesia esta impostura no le luce ante sus fieles, ni mucho menos le queda bien a su excelencia semejante audacia.
La paz justa será bienvenida, paz de equilibrio social, es decir, sin ventajas para los enemigos de la democracia frente a la estabilidad del Estado de derecho.
A la sociedad colombiana no se le puede enajenar su derecho propio a ser capaz de razonar en esta instancia definitiva para el porvenir de la República.
Hablando de paz, los verdaderos destinatarios del SOY CAPAZ debieron ser las Farc, sin embargo, Santos decidió aplicar esta consigna a los ciudadanos que hacen patria con su correcto proceder. En tal sentido, podríamos asignarle un significado:
Santos con la paz
Obtiene fortalecer su ego,
Y las Farc, ¿de qué son capaces?
Con su arrogancia manifiesta
A las Farc todo les resbala
Pedir perdón a Colombia
A nadie de ellos se le ocurre
Zares del cinismo, en lo cual transcurren.
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