5 jul 2016

Intimidades y deslealtades políticas

Por Jaime Castro Ramírez

El criterio debe ser una cualidad del pensamiento cuyo contenido filosófico tiene que ser acorde a la exigencia de seriedad y respetabilidad para determinar la puntualidad de las acciones de los individuos, lo cual conduce a demostrar la seriedad del comportamiento individual en el cumplimiento de los compromisos que se adquieren en el contexto de las relaciones sociales, lo que luego se convierte en elemento de definición de la conducta humana.

Entonces hay que hablar del sentido de responsabilidad social individual, pero en la categoría de responsabilidad formal, pues de no ser así, y si dicha responsabilidad se quiere identificar simplemente como de carácter normativo, aplicable según el grado de cultura o de decencia de cada individuo, es decir que no se observe como vinculante u obligatoria en su cumplimiento, esta circunstancia desvirtúa el criterio de la conducta social.

La relación presidente Santos, exfiscal Montealegre
Después de que estos dos personajes actuaron al unísono, valga decir, que el exfiscal supo entonar perfectamente el ritmo presidencial en tonalidad de favorecimiento político (abusando de su función como fiscal), ahora que el entendimiento de este dueto ha cambiado y las notas han distorsionado el ritmo de esa melodía política, Montealegre se rasga las vestiduras, y en el periódico El Nuevo Siglo salió a decir sin ningún tapujo: “El gobierno solicita respaldos para luego tirar a los amigos al circo romano”. Y agrega: “Sabe mucho de mermelada y no conoce la palabra lealtad”.

Llama la atención que hasta ahora el exfiscal se enteró de la mermelada (maldito concepto que ha implicado corrupción), mermelada con la cual el gobierno ha hecho y deshecho. Antes, cuando le convenía a Montealegre, quizás él “no sabía qué era mermelada”, lo acaba de entender.

Esta es una auto-confesión de Montealegre sobre sus perversas actuaciones en intervención en política, como por ejemplo su descarada intervención a favor de la reelección de Santos, y la persecución a opositores políticos del régimen (andanzas que el país conoce muy bien).

En los círculos políticos se rumora que la contraprestación para Montealegre (por su mencionado respaldo al gobierno-Santos) era el nombramiento como embajador en Alemania una vez saliera de la fiscalía, y que su pupilo, ex-vicefiscal Jorge Perdomo, fuera ternado por Santos para ocupar el cargo de fiscal, con lo cual Montealegre aspiraba a mantener su poder en la institución. Como ninguna de las dos cosas se dio por parte de Santos, entonces ahora Montealegre respira por la herida y le hace señalamiento a Santos por desleal (“no conoce la palabra lealtad”), sin importarle su propia confesión sobre sus indebidos actos en el ejercicio del cargo como fiscal general de la nación, los cuales constituyen su propia deslealtad institucional con la fiscalía, y con el país.

Coloquialmente se dice que entre bomberos no se pisan la manguera
Pues resulta que en el escenario teatral llamado ‘Santos-Montealegre’, la obra titulada “respaldos políticos” fue escenificada por dos actores ávidos de poder, y esa desmedida ambición ha impedido que se cumpla lo de no pisarse la manguera; o también aquello de que “quien tiene rabo de paja no se arrima a la candela”. Por esas promesas no cumplidas Montealegre ha salido a contar públicamente intimidades en una especie de cuenta de cobro a Santos.

Lo que el exfiscal quizás no sabía, tal vez por desinformado de lo que todos los colombianos conocen, es que estaba tratando con un experto en deslealtades y con más poder que él, lo cual conlleva a concluir en que se trató de un pulso mal casado entre desleales.

Lo anterior significa entonces que los traidores se repelen cuando entre ellos se juegan sucio y por consiguiente no les funcionan sus calculadas maniobras.

3 comentarios:

Blanca Lucia Tamayo G dijo...

Doctor Castro comparto plenamente su analisis y reflexiones. Las deslealtades de Santos han sido multiples y han superado todos los limites. Por eso todas sus acciones, decisiones y palabras generan desconfianza y nos peoducen "asco".

Blanca Lucia Tamayo G dijo...

Doctor Castro comparto plenamente su analisis y reflexiones. Las deslealtades de Santos han sido multiples y han superado todos los limites. Por eso todas sus acciones, decisiones y palabras generan desconfianza y nos peoducen "asco".

mundochacalblogspot dijo...

http://edition.cnn.com/2016/07/25/politics/donald-trump-hillary-clinton-poll/
Quiero ver cuando gane Trump, que diran acá