12 abr 2024

Lo que puede pasar en España

Por @ruiz_senior

1. Partidos y bandos

Una cosa son los partidos, organizaciones complejas que recogen muchos intereses diversos y afrontan muchas circunstancias desesperadas, y otra cosa son los bandos, que son de los que comparten algún fin. Los del partido quieren el poder, los del bando dicen qué hay que hacer con ese poder. En España hay un bando de los que quieren hacer frente a los secesionistas catalanes y vascos y a los socialistas y comunistas derogando sus leyes y haciendo la guerra cultural al wokismo, y otro de los que quieren acomodarse a la nueva realidad para no generar hostilidad social. A favor de los primeros está la experiencia del gobierno de Mariano Rajoy (2011-2018), cuya indolencia alentó a los golpistas catalanes y motivó el surgimiento de partidos rivales. Pero los segundos tienen el poder en muchas regiones y en los órganos de mando del Partido Popular.

Entre los primeros está Vox, que surgió y creció gracias a su firmeza en los puntos señalados, pero cuya deriva ideológica nacionalista ha decepcionado a muchos votantes al punto de llevarlos a un declive continuado, y el bando de la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, que tiene acento argentino porque nació en ese país. No es que ejerza un claro liderazgo, pero representa en la política nacional al bando político que se agrupa alrededor de Isabel Díaz Ayuso, que es la presidenta de la Comunidad de Madrid, la primera por el tamaño de su economía y la segunda en población de las que forman el Reino de España.

Álvarez de Toledo se dio a conocer cuando consiguió el apoyo de Mario Vargas Llosa y Fernando Fernández-Savater a su movimiento Libres e Iguales, que ponía a luchar juntos a políticos del PP con líderes de la opinión liberal e independiente. Fue nombrada portavoz del PP en el primer gobierno de Pedro Sánchez, pero pronto la sacaron de ese puesto por discrepancias con la dirección del partido. En el nuevo PP dirigido por Alberto Núñez Feijóo, ella volvió como portavoz en una comisión del Congreso, y junto con el principal portavoz, Miguel Tellado, hace una oposición que le genera apoyo al PP y debilita al gobierno. 

Ese bando cuenta también con el poder mediático de su principal valedor, Federico Jiménez Losantos, popular periodista cuya audiencia es la tercera o cuarta de la radio española y cuya autoridad es reconocida por amplios sectores de la llamada derecha, como los principales medios de ese bando, ya que en su tertulia participan los directores del ABC y El Mundo, y de otros medios digitales.

De algún modo están ligados a esa facción del PP los que aplican en cinco comunidades un programa compartido con Vox, el cual ya hace casi un año que funciona bien la mayor parte de las veces. Y los votantes de todas las regiones, que pueden sentirse tentados de votar a Vox cuando ven conformismo en el PP y disposición a ceder ante el secesionismo o el PSOE.

Creo que ese bando prevalecerá porque el desprestigio del gobierno es tan grande que muchos votantes de otros partidos, nuevos votantes y demócratas resignados apoyarán al PP al no haber más, y porque cuanto más protagonismo adquiera la oposición que ejercen Álvarez de Toledo y Tellado, menos atractivo será votar a Vox. Es decir, ante la corrupción del sanchismo los votantes "moderados" tendrán muy claro que es preferible Ayuso a Sánchez, pero los radicales también tendrán en quien confiar.

En el otro bando del PP destaca el presidente de la Junta de Andalucía (la región más grande y de más población), Juan Manuel Moreno Bonilla, que necesita mantener su atractivo entre antiguos votantes del PSOE que prefieren la conciliación de ambos partidos y que podrían volver a votar por el PSOE o pasarse a la abstención si alguna política lograra contrariarlos (digamos, un discurso fuerte contra el wokismo o las leyes antifamilia). En este bando también está el aparato organizativo heredado de la larga etapa de Mariano Rajoy al frente del partido, y con el que el líder Núñez Feijóo da muestras continuas de complicidad, como cuando aplaudió a Petro, junto con la dirección de su partido, mientras los diputados de Vox salían del recinto. Ese día el PP perdió mi voto, y los hispanoamericanos con nacionalidad española somos muchos.

2. La revolución en marcha

La historia de España desde los atentados del 11 de marzo de 2004 es la de un proceso revolucionario. Los atentados cambiaron drásticamente el resultado de las elecciones celebradas tres días después, y el nuevo gobierno se aplicó a formar una coalición que expulsara para siempre al adversario político del poder. Eso fueron los gobiernos socialistas de Cataluña durante los gobiernos de Zapatero, los que les hacían la tarea a los secesionistas cambiando el Estatuto y atacando al Tribunal Constitucional, renunciando a aplicar la ley que obliga a impartir un mínimo de 25% de las clases en español. Con esos enemigos de España forma gobierno el PSOE, Sánchez sólo añadió la unión con Irán y Venezuela. Y el abuso de un tirano que hace tiempo cruzó el Rubicón de la decencia, y está a salvo de cualquier escrutinio ciudadano, porque los nacionalistas catalanes y vascos impedirán su caída mientras le sacan más recursos y licencias. 

El proyecto de Sánchez es exactamente el de Hugo Chávez, en lo que supera a Petro. Intenta implantar una dictadura a partir del control hegemónico de los tres poderes del Estado, y cuando sea posible proponer una república. Los secesionistas en Cataluña y el País Vasco y los wokistas en todo el país son la fuerza de choque de esa tiranía, los que ejercen la intimidación sobre las personas concretas. La no sumisión a las leyes trans y a la idea de que un niño de ocho años puede escoger su sexo es transfobia y hasta posible delito de odio, para lo que hay jueces asustados o sobornados.

En marzo de este año saltó la noticia de la detención de Koldo García, un testaferro del ministro de Transportes, José Luis Ábalos por corrupción, y la posibilidad de imputación del ministro, que llevó a que su partido le pidiera el acta de diputado, a lo que se negó y pasó al Grupo Mixto del Congreso. Ábalos es un personaje interesante, famoso por recibir, violando una disposición europea, a Delcy Rodríguez con cuarenta maletas que desaparecieron en la noche madrileña y que generan toda clase de sospechas sobre su contenido. Además, ocurre que su carrera política comenzó en los años ochenta, cuando participó como representante del PSOE en los procesos de paz de los gobiernos Barco y Gaviria. En su partido lo llamaban "el guerrillero". Pues cuando Sánchez fue descabalgado de la dirección del PSOE, recorrió el país en un automóvil con Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, que reemplazó a Ábalos en la poderosa Secretaría de Organización del PSOE. No hace falta mucha malicia para pensar que Ábalos tendrá relaciones privilegiadas con los servicios de información cubanos y con el gobierno de ese país. Puede que la campaña de Sánchez para las primarias del PSOE estuviera dopada por el dinero venezolano.

El desarrollo de la investigación permitió descubrir una trama más compleja que la de Koldo García en la que tiene un gran papel la esposa del presidente del gobierno, Begoña Gómez, que intermediaba en la búsqueda de fondos que después concedía el gobierno. La respuesta de Sánchez es grotesca, inventarse un caso a partir de una inspección fiscal al novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid y según la propaganda un posible fraude de varios cientos de miles de euros. ¡Cuando ocurrieron los hechos ni siquiera era el novio de Ayuso! Aparte de las mentiras grotescas, de las agresiones verbales, de la persecución y la invocación al antisemitismo y al antifranquismo (no dejen de leer el comentario del gran Fernando Fernández-Savater), lo que intentan los medios públicos y los comprados por el gobierno es tapar esos hechos con ruido de la guerra de los sexos o de Gaza.

Y la actualidad está determinada porque hay elecciones autonómicas en el País Vasco el 21 de abril, en Cataluña el 12 de mayo y europeas, en toda la Unión, el 9 de junio. En las del País Vasco y Cataluña podría registrarse un descenso considerable del PSOE y un aumento del PP, cuya presencia actual ronda la insignificancia. En Cataluña tienen sólo tres diputados de 135 y podrían pasar a tener trece, mientras que Vox podría pasar de once a sólo ocho. Pero las elecciones que interesan son las europeas, donde es necesario que haya una clara mayoría de votos contrarios a Sánchez y a sus aliados (que son todos los partidos antisistema que tienen representación en el Congreso), lo cual no ha ocurrido en las últimas elecciones, y aunque legalmente represente poco en España sí dejaría ver un rechazo mayoritario al gobierno.

3. La gran batalla

Los partidos de la oposición necesitan sobre todo cesar en la vacilación sobre la necesidad de hacer frente al gobierno. La vieja dirección del PP vacila a la hora de convocar grandes manifestaciones y actos de protesta parecidos contra Sánchez, por ejemplo por la corrupción cada vez más evidente y escandalosa. Prefieren esperar y dar la batalla en comisiones que pueden ser ocultadas por la máquina de propaganda del gobierno. Es la hora de aprovechar las redes sociales para generar un gran descontento que sea respuesta contra la intimidación, para denunciar cada abuso derivado de la ley Trans y de la ley llamada "del sólo sí es sí", gracias a la cual salieron de la cárcel miles de violadores y pederastas.

Pero no hay circunstancia política que no esté determinada por la gran embestida internacional contra la libertad, de la que es parte la agresión a Israel y su caja de resonancia mediática pagada por gobiernos corruptos amigos del narcocomunismo, y en la que también promueven sus intereses redes de poder afines, como la de Soros o la mafia ambientalista. Y en últimas los grandes poderes de la Tierra, como el régimen chino, las élites "progresistas" estadounidenses o el Eje del Mal México-La Habana-Caracas-Brasilia-Teherán. O Putin y el conglomerado musulmán.

En eso está España, la perspectiva deseable es un creciente descontento contra Sánchez que ojalá capitalice el sector de Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo, haciendo menguar a Vox y dejando en minoría al de los conciliadores. Pero de momento las encuestas no le garantizan un gran avance en Cataluña, donde al menos la mitad de la población se opone a otro proceso separatista, ni una victoria aplastante en las europeas.

Tan compleja es la situación que el partido Vox, que ha perdido presencia y militantes después de su fracaso en las elecciones andaluzas de 2022, ha conseguido reclutar para su lista al Parlamento Europeo a un influyente columnista de prensa catalán, antiguo dirigente del partido Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, así como comprometer a Javier Milei a acudir a su convención convocada poco antes de las elecciones europeas.

Lo importante en todo caso es que la ventaja del sector constitucionalista sobre el del gobierno y sus socios sea rotunda. Una gran votación por Vox debilitaría al sector conciliador del PP y legitimaría una política más dura, que en todo caso depende del PP. Pero hace falta ver qué propone cada partido y qué clase de campaña hace.

Es difícil saber cuándo caerá Sánchez, pero en la medida en que se vaya formando una clara mayoría social que lo rechaza con decisión, que se traduzca en votos lo que hoy es claro entre las élites intelectuales,  se puede contar con que no podrá dar el golpe decisivo que espera dar. Sánchez permanece en el poder a causa de la guerra entre el PP y Vox, que de haberse puesto de acuerdo habrían obtenido mayoría en julio de 2023, y caerá en la medida en que esa discordia no ahuyente a los votantes, que se establezca un mínimo consenso y se eviten los reproches constantes. Sea que se dirijan al mismo tipo de votantes o que cada uno tenga su "nicho de mercado" propio, a cada uno le conviene sobre todo animar el rechazo al régimen.

3 comentarios:

jesus moreno dijo...

Conozco y respeto su trayectoria y por eso leo todo lo que escribe; estoy de acuerdo con Savater. en "Los izquierdistas actuales justifican a Franco", y creo que echar a Sánchez, aliado con los comunistas, va a ser muy difícil si no se utilizan los medios expeditivos de Pinochet o del mismo Franco.
Hoy me atrevo a discrepar en la forma tan agresiva como Federico Jiménez y Feijóo están atacando a Vox y Santiago Abascal para recuperar unos votantes que no creen en la "moderación" acomplejada para enfrentar a la izquierda, y que miraron atónitos la cerrada ovación que de pie que brindaron los populares a Petro, allá en el Congreso de los Diputados en Madrid.

Ruiz_Senior dijo...

La verdad es que Vox deja mucho que desear y no ha aclarado muchas cosas raras respecto de ciertos movimientos de dinero, de su relación con la secta "El Yunque", de su afinidad con Alternative für Deutschland, un partido antiliberal como el de Le Pen, etc. La salida del mejor político de ese partido, Iván Espinosa de los Monteros, es un ejemplo de esa política nacionalista y socialista.

jesus moreno dijo...

Muchas gracias por responder, pocos blogueros lo hacen.