Es posible que puedas
votar y te plantees si vale la pena hacerlo. En ese caso,
pregúntate cuál debería ser tu
opción
y qué clase de ciudadano estadounidense
eres.
Mientras
decides el sentido
de tu voto, te convendría saber que el edil
de Queens que invitó a Petro votará con toda seguridad por Harris, que
es lo que también harán los activistas
y dirigentes de las ONG que ayudaban a legitimar a los terroristas de las FARC, el M-19 y el ELN, los soñadores del
poliamor y el transexualismo, los
profesionales del victimismo y en general la gente que vive de
la política. Baste recordar que en
el distrito de Columbia, donde está la capital federal y viven los lobistas y
las clientelas de los políticos, la votación por Hillary Clinton y Joe Biden en
2016 y 2020 fue superior al 90 por ciento.
Votar por los demócratas es votar porque Estados Unidos deje de ser el gran
país que es para convertirse en otra república iberoamericana, que el modelo de
ciudadano que predomine no sea el que trabaja duro para prosperar sino el
avivato que se inventa algo para vivir del cuento. Esa clase de gente es la que siempre ha predominado
en nuestros países, que por eso se mantienen la pobreza y el atraso, es decir,
se mantienen en las condiciones de la esclavitud de hace tres siglos, con una
parte de la sociedad parasitando a la otra.
Lo que debes plantearte es si quieres que tus hijos sean parte de Estados
Unidos o que mantengan el tradicional
rencor contra Estados Unidos, el país cuyo esplendor les da la posibilidad de
tener una vida mejor.
¿Los estás educando para que presten un servicio a los demás
o para que los despojen? Eso es lo
que decides con tu voto. Si gana Kamala Harris, habrán ganado los think tanks
y ONG que defienden los intereses
de Narcoamérica.
Y sí, escribo este post para
invitarte a votar por Trump. ¿Quién es más probable que suba los impuestos?
Kamala Harris llegó a proponer el control de precios, medida que siempre ha fracasado pero con lo que engañan a
la gente pobre y desinformada soliviantando su envidia.
Trump no le hizo daño a Estados Unidos, pero Obama y Biden sí le han hecho daño a Estados Unidos, permitiendo que
en las universidades de los ricos afloraran los peores delirios antisemitas y
manifestaciones que llamaban a la violencia y aplaudían los crímenes
terroristas. Es lo que sigue a la propaganda con que se radicaliza a los
jóvenes, ya engatusados con la diversidad sexual y el ecologismo. Las élites políticas
corruptas, verdaderas mafias ansiosas de disponer del
botín del erario, obran como
titiriteros de esa propaganda y de grupos violentos como BLM.
El antisemitismo y el mito palestino son un nicho de mercado
con un gran potencial. La
propaganda llama a los que odian a Estados Unidos, a los negros que creyeron el discurso del Partido Demócrata
––que era el del Ku Klux Klan–– y a los hispanos apegados a sus antiguas
identidades.
Conozco a mucha gente a la que no
le gusta Trump. No se trata de simpatías personales, Kamala Harris representa a la casta
política inepta que sólo sabe aumentar el gasto y compra apoyos con demagogia.
Y ese camino de la multiplicación
del gasto público es el del estancamiento y el dominio de los políticos.
No votar por Trump es votar por más adoctrinamiento woke y menos exigencia en
la escuela, por la renuncia al trabajo en aras del parasitismo.
Es muy difícil
vaticinar si con Trump como presidente de Estados Unidos habrá una crisis
apocalíptica; lo que es seguro
es que con Harris la habrá, bien por una crisis de deuda, bien por una agresión
iraní o china, bien por una invasión del Transdniéster
o por un sabotaje a las redes de
información. El gobierno de
Harris estaría ocupado en combatir a Trump; no podría prevenir nada. Los peores genocidios de
las últimas décadas han ocurrido con gobiernos demócratas: Camboya, Ruanda,
Yugoslavia, Siria, Ucrania. Incluso la masacre de la secta de Jim Jones —que era un demagogo socialista cercano a
toda la rebelión de los años sesenta, muy afín a la llamada izquierda, que es
parte del Partido Demócrata—, tuvo lugar durante la presidencia de Carter.
Con Biden, el papel de
Estados Unidos en el mundo ha sido lamentable, fue un gobierno absolutamente
incapaz de reaccionar a la
invasión de Ucrania, a
las agresiones iraníes o a la hegemonía del narcotráfico en las Américas. Biden
liberó a los sobrinos de Cilia Flores y a Álex Saab, que
eran testigos clave contra Maduro y su banda. No votar por Trump es votar para
que siga esa complicidad, ese obsceno reconocimiento a Petro y a Santos, esa repulsiva
persecución judicial que emprenden bufetes de abogados misteriosamente pagados contra
el coronel Plazas Vega, cuyo delito fue vencer el golpe de Estado de la mafia y
el régimen cubano y al que los colombianos de bien debemos gratitud.
¿Crees que Harris promoverá una evaluación rigurosa del caso? ¿Crees que Harris
es una persona recta? La trayectoria de los
gobiernos demócratas es la de una larga complicidad con la mafia narcocomunista
de Iberoamérica, y el votante hispano en últimas vota por esa mafia o contra
ella.
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