4 ene 2024

España hoy

 Por @ruiz_senior

El dato decisivo de la situación política en España hoy es la debilidad del gobierno, expuesto a una desaprobación de la amnistía para los golpistas catalanes por parte de las cortes europeas tras la explícita oposición de toda la judicatura española.

Es una situación quebradiza porque al mismo tiempo Sánchez sufre el chantaje de todos sus socios. La separación de Podemos y Sumar se basa en que los cinco diputados de Podemos bastarían para frenar cualquier ley, y ahora hay otro chantajista que obliga a Sánchez a generar más deuda y más inflación para poder pagar todas esas facturas.

Tantos abusos y tantas mentiras generan un ambiente de polarización y hostilidad que amenaza la paz cívica, porque un gobierno débil puede hacerse fuerte aplicando la represión y aun la violencia callejera. De eso saben mucho los comunistas y lo que han demostrado los socialistas españoles desde Zapatero es que en definitiva su poder se basa en esa intimidación, como la que sufre la mayoría hispanoparlante de Cataluña acentuada desde el 2017 y que les reportó muchos escaños a los partidos secesionistas, de los que depende Sánchez. O como la que sigue ejerciendo la llamada izquierda abertzale.

El precio de esa política es un creciente descontento entre las clases altas e informadas, como la propia judicatura o el empresariado o los grupos de opinión. Cada vez hay más gente que lo aborrece.

El segundo dato es la incoherencia de la oposición. Con Aznar sólo estaba el PP, pero Rajoy llegó a buscar el centro y finalmente ganó en 2011, pero siguió buscando el centro, evitando conflictos, y así el PP perdió electorado ante Ciudadanos y después ante Vox. Casado llegó a ejercer la politiquería y el drama y su partido lo repudió.

Feijóo trata de hacer conciliar la orientación moderada del presidente andaluz Moreno Bonilla y la liberal de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Sobre todo es porque Moreno Bonilla tiene que lidiar con la hegemonía ideológica socialista. Para mantenerse hereda la red clientelar y procura lucir buena gestión, y no quiere que se llegue a un conflicto que obligue al electorado prestado a tomar partido por la izquierda o por la derecha.

Pero a causa de los errores de Rajoy el PP tiene un rival por la derecha, el partido Vox, que explota las concesiones del PP a Sánchez. Sin esa rivalidad habrían ganado este año. Y respecto a Vox la estrategia de Feijóo era atraer a los votantes socialistas condenando a Vox, pero el único gobierno posible para reemplazar a Sánchez sería uno de coalición PP-Vox. La hostilidad hacia Vox no hizo que los votantes socialistas votaran al PP sino que los votantes del PP votaran al PSOE o se abstuvieran. El PP había ganado en mayo la mayoría de los gobiernos regionales y tenía segura la mayoría del Senado, pero ahuyentó a sus votantes hacia el PSOE al alentar el miedo a Vox.

De algún modo, esos errores de los políticos desnaturalizan la democracia, los gobernantes ganan con efectos de propaganda e intimidación (no otra cosa es el amor de El País por la palabra ultra) y después usan el dinero público para sus fines. 

Del manejo de la relación con Vox depende el futuro del presidente del PP Alberto Núñez Feijóo. Lo más probable es que Vox siga existiendo en 2027.

Vox sufre su propia desorientación, en lugar de intentar llenar el vacío liberal que dejaba el PP intentó seguir los temas de los clásicos partidos de derecha radical en Europa, lo que en España deja pocos escaños. Se tiene la impresión de que Vox se va desgastando en rencillas internas y no consigue hacer llegar sus ideas al público. Sus actuaciones son erráticas, como una huelga general contra la amnistía que no tuvo ningún impacto, o como la implicación en las manifestaciones en la calle Ferraz frente a la sede del PSOE.

En este mes se discute la ley de amnistía en el Congreso y la tensión aumentará, con un enorme desgaste para el gobierno. Y enseguida vendrán las elecciones gallegas, donde el PSOE podría sufrir una gran derrota. Y después las vascas, con posible crecimiento del PP. Y las europeas, con circunscripción única y crecimiento de Podemos-Sumar y Vox a costa del PSOE y el PP y los nacionalistas.

España está tomando el rumbo de Venezuela y la batalla contra el tirano chulapo se tiene que ganar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios lo oiga (o lo lea) porque por lo visto en la misma España hace 90 años, o en Chile hace 60, si Sánchez se llega a enraizar bien solo podrán sacarlo a punta de bala y bombas.