Como era de esperarse, las FARC irrumpen en la campaña electoral, y lo hacen combinando todas las formas de protagonismo: por una parte la revista Semana, que es en términos generales portavoz de los sectores afines a esa banda asesina, publica un reportaje elogioso sobre el jefe, y por otra parte se cometen masacres espeluznantes, que serán cada día peores. Es muy probable que esa estrategia impida un triunfo de Uribe en primera vuelta, y con mayor razón en segunda vuelta. La experiencia de Madrid ha entusiasmado a todos los estrategos del terrorismo, pues a fin de cuentas siempre habrá gente, sobre todo cuando se tiene el dominio de los medios de comunicación, que culpará al gobierno que no se rindió a tiempo. Por no hablar de los miles de partidarios que tiene la banda en todas las ciudades y en el exterior.
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