El pantallazo corresponde a la edición del jueves y me parece una excelente muestra tanto del rigor de la prensa colombiana como de la moral predominante: sobre lo primero, no se informa que ya está gravado el 53 por ciento de la canasta familiar, por no hablar de que a lectores poco esforzados les parecerá que se aplicará una tarifa del 70 por ciento. Si se tienen en cuenta las compensaciones a la gente más pobre y el tipo de tarifa, no hay un gran acontecimiento en esos rasgos de la reforma tributaria. ¡Pero en cambio, cuánto deja ver del alma de los colombianos esa exención hasta ahora vigente del 25 por ciento de las rentas laborales! En un país civilizado se vería como un atentado a un derecho fundamental que alguien que gane 20 millones tenga 5 millones exentos mientras que la inmensa mayoría de la gente no llega a ganarse ni 500.000. Pero es porque esa persona se dedica a defender la equidad. Dios mío, qué asco.
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