23 oct 2012

Procurador que incomoda

Por Jaime Castro Ramírez

La tradición cimenta la costumbre y entonces la costumbre pareciera convertirse en ley, solo que no importa qué clase de característica sea la que impone dicha costumbre. Es desafortunado convertir en regla general una conducta sin que se distinga entre el bien y el mal que pueda causar a la sociedad, y todo con tal que ‘enaltezca’ el egoísmo que conlleva a beneficiar intereses particulares.

En Colombia la corrupción ha llegado a tal extremo que incluso ha hecho carrera entre los bandidos considerar que es ‘viveza’ lograr apoderarse de los recursos del erario, es decir, de los impuestos que pagan los contribuyentes, a lo cual, con la mayor desfachatez, le llaman ‘coronar’ la acción. Esta oprobiosa práctica que le niega a los pobres la posibilidad de una asistencia social adecuada, cuenta muchas veces con la permisibilidad por parte de los organismos de control que prefieren no hacer nada para evitarlo, o tal vez para no comprometerse con gamonales políticos que han contribuido a la elección de los jefes de tales organismos.

Procurador Alejandro Ordóñez
Lo que es de conocimiento público es que el procurador Ordóñez es un funcionario que en cumplimiento del deber que le demanda su cargo, ha actuado frontalmente y con valentía en contra del cáncer de la corrupción que agobia a este país. En tal sentido, ha procedido en muchos casos a sancionar con destitución de los cargos y con impedimento para ejercer cargos públicos durante años, a congresistas, diputados, gobernadores, alcaldes, y a otra clase de funcionarios de alto rango. Esto por supuesto que ha disgustado a mucha gente, y como no se atreven a acusarlo específicamente por ‘perseguir a corruptos’, o por castigar ‘fallas disciplinarias’, entonces disimulan la forma de pasarle factura y hacerle la guerra y lo atacan valiéndose de discusiones bizantinas, como por ejemplo que en la procuraduría trabajan personas que son allegados de tales otras (eso mismo no dijeron en el momento de la reelección de Edgardo Maya Villazón), o toman el caso de su creencia religiosa para criticarlo en forma aleve, o también sobre lo que él opina respecto al aborto; es decir que el argumento que esgrimen es valerse de las formas subrepticias para tirar la piedra y esconder la mano poniendo francotiradores en ese frente cobarde de ataque. Para citar un solo un ejemplo, se tiene el caso de algunos periodistas y columnistas que se han prestado para ese juego.

El procurador tiene el legítimo derecho a presentar su nombre a la reelección en el cargo, y como así lo hizo saber, entonces ha exacerbado los ánimos de sus malquerientes, cuya explicación para odiarlo debe ser que de una u otra forma se sienten tocados por sus actuaciones que le impone la ley, y que él lo hace justamente para cumplir la ley.

Terna para elegir procurador
La Constitución ordena que la terna para elegir procurador la tienen que presentar: el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia, y el Presidente de la República, para que el Senado lo elija. Pues resulta que las dos primeras instituciones cumplieron con ese mandato constitucional desde Septiembre de 2012 porque la elección debía hacerse a mediados de Octubre, y sin embargo, es el propio Presidente de la República quien, casi terminado Octubre, no ha cumplido con ese deber. Pero claro, esta es una estrategia que tiene una explicación y es que el mismo Presidente se ha sumado a la oposición a que Ordóñez sea reelegido, y como en el senado de la república tenía asegurada la reelección, entonces se trata de enfriar ese entusiasmo y por debajo de la mesa manipular políticamente a la tal ‘unidad nacional’ para que sea elegido el candidato que Santos decida ternar cuando él calcule que es el momento de hacerlo para poder tener un procurador de bolsillo, es decir, a alguien que mire para otro lado cuando de investigar politiqueros corruptos se trate. ¡Ah, pero quién los oyera lanzando ‘voces de apariencia’ a los cuatro vientos en el papel de profetas contra la corrupción! Este espectáculo es propio de quienes son expertos en convertir la verdadera política en politiquería de baja factura.

Una de las causas de graves problemas sociales en los países emergentes y que les da la condición de ‘repúblicas bananeras’ es justamente la corrupción a gran escala que imposibilita los medios de progreso colectivo (en Colombia la estadística dice que este fenómeno asciende a más de 4.5 billones de pesos anuales), y entonces la riqueza se reduce solo a dos pequeños círculos: uno cuyo dinero es de lícita procedencia porque ha sido trabajado honradamente, y además comparte socialmente el éxito creando fuentes de trabajo; y otro que cumple el simple papel de depredador de recursos públicos, lo cual le da ‘licencia’ para enriquecerse solo con beneficios para el cerrado grupo de su entorno familiar, razón por la cual es muy incómodo el procurador que cumple el deber.

La conclusión es que por orden de Santos seguramente le van a barajar la reelección a Alejandro Ordóñez, pero lo cierto es que si le consultaran al pueblo si desea la reelección del procurador, no habría ninguna duda de que por amplia mayoría respondería que sí, pues reiteramos que es el pueblo el que sufre las consecuencias de las maniobras de los corruptos para robarse los recursos que le pertenecen a programas de asistencia social.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El procurador Alejandro Ordoñez basa su éxito personal y profesional en la fuerza de sus convicciones y valores que hoy día a tanto vanguardísta molesta.Estoy segura que si elección de sr Procurador fuera popular sería reelecto y no sólo eso...lo veo como todo un estadista, es una lástima q anteriormente no tuviese la exposición necesaria para poder aspirar al ejecutivo..gracias Dr Jaime Castro!!