Por @AdasOz
Ésta es una pregunta que llevo haciendo abiertamente a los usuarios de Twitter desde hace varias semanas, cuando la señora Martha Lucía Ramírez rechazó la iniciativa de varios tuiteros que convocan a un cacerolazo contra el gobierno del presidente Santos el 5 de diciembre, argumentando que antes que rechazarlo había que rodearlo. Poco después, la señora Ramírez contaba con un grupo de personas que secundaban la idea, que se muestran, al igual que ella, inconformes con el actual gobierno. Sinceramente no sé si esas personas estaban convencidas de que lo mejor que se puede hacer en este momento es rodear al presidente como si estuviera recuperándose de una grave enfermedad que lo priva de la razón y lo hace cometer locuras como negociar con las FARC, o si por el contrario, esas personas la secundan con la fiel intención de estropear dicha iniciativa ciudadana.
Lo cierto es que Santos ya cumple más de dos años de mandato y ha mostrado claramente sus intenciones y el rumbo que quiere para Colombia, y todavía hay muchas personas que le tienen fe, que le piden que retome el camino que le había sido trazado, creen que el presidente es un inepto o que está desubicado y que es nuestro deber ayudarlo a encontrar el norte. Así mismo piensa la señora Ramírez, pero yo me permito discrepar de ella y de todos los que apoyan sus declaraciones.
A estas alturas, Santos ya ha mostrado que sus intereses personales están por encima de los de Colombia, que le resulta más rentable y conveniente hacer alianzas con los tiranuelos de la región, que a su vez son los que sostienen financiera y militarmente a las FARC y otros grupos terroristas, y que por lo tanto, está dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguir sus propios objetivos antes que velar por el mandato constitucional que le fue conferido.
Así que no es momento para estar pensando en rodear a un politiquero elegido porque en su campaña prometió defender el legado de las políticas exitosas de Uribe y que le asegurarían su elección como presidente, pero que una vez en el poder dio un giro de 180 grados traicionando a sus electores sin posibilidad alguna de retornar al punto de partida, al mismo tiempo que oxigenaba y fortalecía a los grupos terroristas, concediéndoles espacios no sólo mediáticos sino en el ámbito político.
Rodear a Santos implica acolitarle su traición, hacerse cómplice de su evidente cogobierno con las FARC, de la claudicación del país ante los terroristas y de la entrega definitiva a un sistema socio-económico fallido como lo es el comunismo, que acrecentará las desigualdades en todos los niveles.
Estamos todavía a tiempo de evitar la debacle que se nos dejaría venir si Santos, Chávez y las FARC avanzan sin tropiezos en la consecución de sus planes. Este es el momento preciso para abandonar a Santos y ese barco santista que legitima a los terroristas y a sus crímenes, y deja a la deriva a todos esos colombianos que alguna vez pusieron sus esperanzas en él y que deja en el más profundo olvido a las verdaderas víctimas de la barbarie terrorista, que en este momento se relame los labios saboreando desde La Habana el poder tan de cerca.
Y así como debemos abandonar el barco santista y a todo el que se encuentre dentro de éste, también es nuestro deber manifestar nuestra inconformidad frente al engaño, y a la traición de que hemos sido víctimas el próximo 5 de diciembre en el cacerolazo para Santos. Quien no pueda salir a los puntos de encuentro acordados, también puede salir a la puerta de su casa o edificio a hacer sonar las ollas con vehemencia.
4 comentarios:
Rodear a Santos es permitir que las farc sigan asesinando con impunidad hasta Noviembre de 2013, mientras se deciden si quieren paz o no.
Es cierto que Santos no es ningún inepto. Santos hace bien su labor: la de cumplirle a las Farc con todo.
Att
@E_szp.
Amigo, @E_szp:
Muchas gracias por tu comentario. Efctivamente las FARC tienen licencia para asesinar campesinos sin temor a ser juzgados, porque Santos les ha concedido el don de la santidad. Santos ha sido un gran presidente para Chávez, Castro y por supuesto, para los terroristas como las FARC.
A propósito: ¿qué tal las declaraciones de Gabino?
Excelente Rodearlo es aceptar a las narcoguerrilla es como invitar un Guerrillero a mi hogar Y ESO yo nunca lo haria
Si, hay que rodearlo, pero para que ensordezca o despierte a punta de cacerolazo, y asunte, como decían los abuelos.
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