29 sept 2013

Thania Vega en Acore

PALABRAS DE THANIA VEGA DE PLAZAS EN EL ALMUERZO DE ACORE DEL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2013

POR QUÉ Y PARA QUÉ

Por Thania Vega

Dice el Señor: “Yo te instruiré, yo te mostrare el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velare por ti”.

Esa fue la primera frase que leí el día de ayer cuando llegue a la peluquería que frecuento una o dos veces en semana. Estaba escrito en unas hojas fotocopiadas que tenían por título “Comunidad de Guerreros Espirituales” y que, según la chica que me lo entregó, me lo había dejado hace varios días otra de las señoras que va a ese salón y que supo quién era yo y la situación que estaba viviendo. Soy Católica y Apostólica pero respeto a la comunidad cristiana y pienso que la labor que hacen de difundir la palabra de Dios es admirable.

El hecho es que esa frase allí escrita me impactó porque fue un mensaje directo para mi actual situación cuando hace ya una semana me encuentro frente al reto de ser candidata al Senado de la República.

Ir al Senado de la República es algo que jamás imaginé ni que estuvo en mis planes, no solo porque siempre estuve dedicada a mi hogar y mi gran proyecto de vida fue la educación de mis hijos, sino porque nunca me gustó la política en general y además he sido, como muchos colombianos, su gran crítica.

No voy a contar el proceso que he vivido para llegar a tomar esta decisión que entre otras cosas no fue fácil. Solo quiero compartir a través de este escrito el por qué y el para qué de mi decisión.

El primer “por qué” es que la vida me ha llevado hasta este punto o, mejor, nos ha llevado, ya que este camino recorrido incluye a toda mi familia, después de seis ya largos años de aflicción y sufrimiento donde hemos conocido el dolor que produce la injusticia generada por un aparato judicial que tiene no solo muchas fallas sino, además, una gran dosis de politización y en el cual se han filtrado tendencias ideológicas dedicadas a hacer una guerra tenaz contra quienes los han vencido militarmente.

Para entender esta situación hemos tenido que vivir paso a paso todo este proceso, desde lo que es una investigación hecha por una fiscalía que desde el principio ya tenía definida una resolución de acusación y hace la pantomima de una investigación, montando todo el teatro de testigos que bien los consigue o bien se los inventa. También hemos tenido que conocer la falta de garantías en un juicio, su crueldad, su violencia, su lentitud y su decisión contra toda prueba de inocencia, en un país en donde no se presume la inocencia sino que hay que demostrarla.

El segundo “por qué”, es que hemos entendido que quienes están detrás de esta parafernalia, de esta infamia montada contra personas y oficiales inocentes, tienen como único fin el vengarse y aniquilarlos a como dé lugar. Son ciertos grupos que algunos llaman “organizaciones de derechos humanos” es decir grupos que hacen todo lo contrario de lo que ese nombre indica y que aparecen muchas veces después de 10 años o más para acusar a militares que están retirados en la tranquilidad y reposo de su vida, y que se encuentran súbitamente absolutamente desamparados jurídicamente. Ellos son atacados por estas organizaciones que han convertido “su causa” en un negocio abyecto y que, además, reciben apoyo económico desde el exterior y están especializados en demandas contra el Estado, usando siempre los mismos métodos, sobre todo la calumnia, los falsos testigos y la mentira, y que tienen infiltrados dentro de la fiscalía y los juzgados para obtener unas ganancias que se reparten entre los autores del sainete.

El tercer “por qué” se refiere a que me he dado cuenta que mi situación no es única. Esto no le está pasando sólo a mi familia. Esta es una situación que están viviendo miles de familias de militares colombianos que permanecen mudas y que viven, en medio de una gran soledad, esta desdicha y que soportan enormes problemas económicos, así como familiares y emocionales.

He entendido que este recorrido y esta prueba infame, más la oportunidad que me brinda sin buscarla un movimiento político como el Centro Democrático, “es el camino que debo seguir” que después de vivir lo que he vivido y entender lo que he entendido no puedo ser indiferente a este llamado y que de ahora en adelante mi lucha contra la injusticia tiene que ser por los derechos de tantos desdichados que sufren lo mismo que yo he tenido que sufrir. Porque mi causa es la causa de muchos.

Y ¿“para qué”?

Esta es la otra gran pregunta y allí cabe otra parte de la frase mencionada “Yo te instruiré”. Soy consciente de mis debilidades en temas de teoría del Derecho, pero también soy consciente de mi fortaleza moral y personal por la experiencia de lo vivido. Hoy me siento segura de mi decisión, por eso sé que Dios me indicó el camino y que con el apoyo del equipo del Centro Democrático, que me ha escogido como un símbolo de lo que viven miles de militares, soldados de esta Patria, y con un buen equipo asesor, me pondré la armadura para enfrentar, desde el Senado de la República, esta gran batalla. Esta será una lucha difícil y durable, pero sé que habrá que comenzarla y que muchos soldados se unirán a esta causa porque será una lucha de amor al prójimo, a esos hombres y mujeres que han estado dispuestos a entregar hasta su vida por este noble país.

Y confío en que “Dios velará por mí”.

“Yo te instruiré, yo te mostrare el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velare por ti.”

2 comentarios:

telar para mostacilla dijo...

Lo hombres de paz que durante muchos años buscamos una voz en el congreso de la republica, hoy esa es realidad, miles de hombres de la fuerza tienen su ojos puestos en la Thania Vega, la voz de los que no tienen quien hable por ellos.

telar para mostacilla dijo...

Soldados y reservas vamos con fuerza a llevarla al Senado.