3 jun 2014

Uribe, talante de gobernante

Por Jaime Castro Ramírez

Dentro de la múltiple diversidad de preferencias de los individuos, es imposible que exista un patrón de calificación que conlleve a unanimidad de criterio a favor de la obra de un gobernante. Siempre habrá diferencias en la opinión pública sobre la gestión de gobierno, unas a favor y otras en contra. También hay que decir que aunque el hecho de pensar diferente es parte del ejercicio de la democracia, sin embargo, existen posiciones extremas en su forma de expresar desacuerdos, en ocasiones con sentido de interpretación propia desaforada que se sale de los protocolos de por lo menos la prudencia, y en otros eventos se actúa con enajenación de criterio, es decir, bajo la influencia de opiniones externas.

El expresidente Uribe y su gestión de gobernante
Si se empieza por decir que equivocarse es de humanos, y si partimos de la consideración de que en un escenario los actores son personas de bien, pues tal predicado de hecho define que la conducta de las personas per se no van a buscar el error en sus actuaciones en el cumplimiento de una misión, y si se equivocan se presume que lo hacen de buena fe. Lo que sí es una afirmación incontrovertible es que ningún ser humano es perfecto y por lo tanto no es poseedor de la infalibilidad.

A partir de esta visión del comportamiento, podemos afirmar que algunos colombianos quizás desinformados de la realidad (eso sí una gran minoría) han optado por la descalificación injuriosa hacia la persona del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Su obra de gobierno es considerada exitosa por muchos analistas políticos desapasionados, tanto en el campo de la seguridad nacional, como en el campo económico, y por supuesto en lo concerniente a la inclusión social.

En el propósito de sustentar los aciertos de Uribe como gobernante 2002-2010, hay que recurrir a la estadística oficial cuya información reúne los siguientes argumentos:

1. Puso en orden el país en cuanto a la seguridad nacional que se encontraba muy comprometida, al punto de llegar a considerarse un país cerca de la inviabilidad por la arremetida terrorista feroz de las FARC en contra del Estado de derecho durante el gobierno anterior, pues la gente estaba atemorizada y no podía salir a las carreteras por temor a ser secuestrada, las tomas de pueblos eran lo común, ataques a la fuerza pública y a la policía y secuestros masivos de sus miembros, secuestros de políticos; tanto que lo del Caguán fracasó porque las FARC se sintieron tan fuertes que creyeron que no tenían que negociar la paz porque podían tomarse el poder por la vía armada.

2. Incremento del 23% en número de empleados (15 a 18.5 millones de personas), comparado con el 16% de incremento de la población demandando empleo.

3. La inversión nacional pasó de 13.1 en 2001 25.8% en 2010. La inversión externa pasó de 1% del PIB al 4.5% del PIB durante su mandato.

4. El crecimiento económico pasó del 2% en el 2001 a un promedio del 5% en su periodo de gobierno, incluso creciendo el 7.52% en el 2007.

5. De 50 kilómetros de carreteras en doble calzada se pasó a 1.000 kilómetros.

6. La cobertura básica e educación pasó de 57% al 100%. La cobertura en salud pasó de 23 millones a 44 millones de personas.

7. Según información de la CEPAL la pobreza bajó de 44% en 2002 al 30% en 2009.

8. En materia de facilidad para los negocios Colombia pasó al puesto 37 entre 183 países después de que ocupaba el último lugar.

9. Desmovilizó en un proceso de paz a las autodefensas, llamados también paramilitares, que llevaban alrededor de 25 años delinquiendo, recibiéndoles más de 30 mil fusiles y llevándolos a la cárcel a pagar entre 5 y 8 años de prisión, y los jefes que siguieron delinquiendo desde la cárcel los envió extraditados a cárceles de Estados Unidos.

Entonces, este último punto es una buena respuesta para quienes tildan a Uribe dizque de paramilitar, lo cual surgió fue de la guerra política montada en su contra y de la fuerza pública como represalia por su actuación como gobernante para hacerle frente a las FARC y especialmente al Secretariado por los actos terroristas; esto en defensa de la patria, la seguridad nacional, y para hacerle frente a la amenaza contra la institucionalidad del Estado de derecho, como lo obligaban la Constitución y las leyes de la república.

Los mismos que sin razón, sino por pasión de odio político son malquerientes de Uribe, son los que ahora intentan desviar la atención de la gente en las elecciones presidenciales diciendo que Zuluaga es Uribe, a quienes hay que decirles que esta es una premisa falsa por falta de razón, pues por naturaleza nadie es igual a nadie. Esto nos conllevaría a tomar la licencia de hacer válida una especie de símil con el uso del principio lógico de razón suficiente de Leibniz, según el cual, nada puede ser nada más “porque sí” y agrega que “todo tiene una razón de ser”, y que “nada existe sin una causa o razón determinante”. Luego, Zuluaga es Zuluaga, y con su propia identidad gobernará si es elegido presidente de la república. Asunto muy diferente es la lealtad.

3 comentarios:

gernán dijo...

Prácticamente no le falta ni le sobra una coma. Muy buen análisis, digno de ser publicado en los medios de comunicación, pero es un imposible categórico dada la "asquerosidad" como se ha comportado la prensa en este debate, al decir de Juan Gossain

Unknown dijo...

No creo que tenga tan buen talante el Sr. Uribe de gobernante, si en 8 años, lo que tanto pregona y tanto ha criticado la buena gestión de buscar un acuerdo de paz con este gobierno, pués Uribe no lo pudo hacer en todo ese tiempo. Históricamente se ha comprobado que a punta de fusil no se acaban los conflictos, hay que sacrificar a veces el sentimiento de venganza. Uribe lo que quiere es que la izquierda no avance en este país, porque claro, quiere es perpetuarse y limpiar su mala imagen y las más de 250 demandas que tiene por violación de derechos humanos y otros delitos conexos. Con una aproximación a la paz, este país será distinto, no será el ideal, pero será un mejor país, lo que con Uribe (Zuluaga) es muy probable q volveremos a ser un país paria, aislado del resto de países latinoamericanos, porque su política neoliberal no es incluyente. No soy partidario de Santos, pero quiero este país, sin paramilitares ni guerrilleros, y mas aún, sin ministros y amigos del gobierno corruptos como los que tenía el Sr. Uribe(60% Investigados y en la cárcel. Esto no es suficiente? Hay que tener criterio político, y esto es lo que le hace falta a la mayoría de nuestro pueblo para que no se deje engañar y decida. Pero en este país parece prevalecer el viejo dicho popular: Pá donde va Vicente? P
á donde va la gente.

Unknown dijo...

Que poco profundo,falto de análisis y objetividad solo me queda decirle que “nada existe sin una causa o razón determinante” y la solución del conflicto no pudo ni puede provenir de allá de los mismos que la han provocado y mucho menos la guerra se acaba con guerra ni la corrupción con corrupción, y eso va para los unos y los otros, sería una batalla apasionada pero sobre las realidades esenciales de los puntos no voy a discrepar, solo sé que el Sr. Alvaro Urive Velez es la persona en Colombia que yo haya observado de cierto modo que tiene mayor impunidad social, política y judicial. No siendo más estimado columnista,ánimos, Feliz Noche.