Por Jaime Castro Ramírez
Los factores económicos que mueven la economía nacional son diversos, entre ellos se pueden citar algunos: La producción nacional de bienes y servicios (producto interno bruto PIB), márgenes de empleo o de desempleo, mercado internacional de importaciones y exportaciones, comportamiento de la deuda externa, tasas de interés, nivel de inflación, etc., y por supuesto que también influye el factor político en la orientación de las políticas de manejo económico.
Otro factor que tiene incidencia en el desarrollo económico es el crecimiento de la población, pues esto se refleja en la cantidad de demanda en el mercado laboral frente a la disponibilidad de oportunidades, y del consiguiente beneficio que ofrezca en cuanto al PIB per cápita, lo cual le da identidad al nivel de vida de la población.
Escenario económico colombiano
El primer semestre del 2015 da la pauta de lo que vendrá a corto o mediano plazo en materia económica para el país. Aunque el comportamiento de la economía es cíclico y de acuerdo a los manejos macroeconómicos se puede salir de dificultades en periodos no muy largos, sin embargo, no es descabellado pensar en que se genere una eventual situación de recesión económica. La oficina nacional de investigaciones económicas de Estados Unidos, define como recesión cualquier decrecimiento continuado de la actividad económica por dos o más trimestres consecutivos.
Además hay síntomas que indican cuándo se puede estar frente a un proceso económico recesivo, como los siguientes:
1. Incremento del desempleo como consecuencia del no crecimiento económico, pero si éste es negativo, viene entonces el agravante de los despidos laborales.
2. Disminución del consumo por factores como el aumento de precios y la disminución del poder adquisitivo por el efecto inflacionario.
3. Disminución del crecimiento del PIB como consecuencia de la disminución del consumo.
4. Aumento de inventarios en las empresas manufactureras por la misma razón del reducido consumo.
5. Incremento en la morosidad en el pago de los créditos por incapacidad de pago.
Actualmente en Colombia no estamos exentos de que estos síntomas se conviertan en realidad, pues para empezar, ya se observa un masivo despido de trabajadores del sector petrolero, que según informaciones puede llegar a unas quince mil plazas de trabajo, lo que puede significar el sostenimiento en sus familias de aproximadamente sesenta mil personas, y lo cual empujará hacia una crisis laboral que generará otros síntomas negativos de los aquí mencionados. Como consecuencia pueden venir también los despidos laborales en otros sectores de la economía cuya actividad ha estado vinculada al sector petrolero, como son los proveedores de productos y de prestación de servicios.
La actividad de la ingeniería colombiana en obras civiles es una damnificada directa, en lo cual el gobierno deberá tomar medidas de apoyo correctivo generando otros frentes de trabajo para preservar el empleo.
Situación tributaria y presupuestal del gobierno
El resultado de la ecuación es elemental si tiene en cuenta que a menor capacidad del aparato productivo para generar ingresos, obviamente se genera menor tributación, y por consiguiente la disponibilidad presupuestal estatal se reduce en la misma proporción. La consecuencia es entonces la disminución en la atención a programas de asistencia social lo cual redunda en desmejoramiento del nivel de vida de la gente.
El gobierno armó el presupuesto general de la nación para el año 2015 en base a un precio del barril de petróleo de US$95, y a razón de una producción de un millón de barriles diarios, y aún así era un presupuesto desfinanciado en 12 billones de pesos; pero ocurre que en lo que va de 2015 ha estado el precio promedio del barril en US$50, lo cual significa que ese ingreso se ha disminuido en un 47,37%, que en términos absolutos equivale a US$1.350 millones de dólares al mes. Al bajo precio del petróleo hay que agregarle que la producción ya no alcanza el millón de barriles diarios, y con la crisis del sector puede agudizarse tal disminución.
El actual gobierno orientó la dinámica de la economía en base al sector minero-energético, y a fe que obtuvo una grande bonanza con el precio del petróleo a 100 o más dólares el barril, bonanza de la cual no ahorró nada porque la derrochó en politiquería repartiendo la llamada ‘mermelada’ a diestra y siniestra, y cometiendo el error de descuidar sectores como el agrario y la industria básica que han venido últimamente en retroceso.
La situación fiscal se complica aún más por razón del 40% de devaluación de la moneda, lo cual implica que el servicio de la deuda pública externa se encarece en esa misma proporción, pues la consecuencia es que se debe pagar una cantidad en pesos muy superior por capital e intereses. Esta devaluación monetaria es inflacionaria porque se encarecen los precios de los productos importados, incluso productos como la harina de trigo que tiene que ver con subproductos de la canasta familiar de consumo masivo, y de muchos otros bienes y servicios; por ejemplo el caso de los vehículos que han subido de precio en un 15%.
El banco de la república proyectó una inflación del 3% para el 2015, sin embargo, viniendo de una inflación del 3.66% en 2014, y con el enrarecimiento del costo de vida en base al incremento de precios con que empieza el 2015, esa proyección inflacionaria no se cumplirá, pues en el primer bimestre de 2015 ya la inflación acumulada fue de 1.8%, sin dejar de decir que en Colombia se paga la gasolina más cara del mundo a pesar de los bajos precios del petróleo y a pesar de ser un país productor. El actual precio del petróleo ha hecho que en todos los países disminuya significativamente el precio de la gasolina, menos en Colombia.
La única fuente de ingresos que le quedará a la vista del gobierno para tratar de ‘subsanar’ el creciente déficit fiscal será acudir a nuevas reformas tributarias, lo cual terminará siendo peor el remedio que la enfermedad porque serán medidas asfixiantes para la economía, pues Colombia lidera el nivel impositivo en cuanto a las altas tasas de tributación, lo cual desmotiva la inversión y en consecuencia afecta negativamente el crecimiento económico, y por supuesto que a cambio de aumentar el recaudo tributario, éste se disminuye.
1 comentario:
https://news.vice.com/article/the-cia-just-declassified-the-document-that-supposedly-justified-the-iraq-invasion
solo para que lo tenga en cuenta el mejor blog de opinión de colombia
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