Hace algunas décadas, en una conversación de bar, se me ocurrió decir que en realidad la economía es una cuestión bastante simple. No tardó alguien en contestarme con desdén. Y tenía razón, pues es innegable que en sí la ciencia económica es compleja, como cualquier materia de estudio. Pero en el sentido en que yo lo decía también tenía razón y sigo pensando igual. ¿Alguien conoce algún país pobre en el que la gente sea a lo largo de varias generaciones aplicada, puntual, recta y respetuosa? Creo que ni siquiera se concibe. Lo que sí se concibe, y eso ya me resulta muy curioso, es que la gente es así porque es rica.
En realidad, estoy seguro de que esas opiniones son la verdadera causa del atraso, la idea de que la gente respeta la ley porque tiene educación es falsa y absurda, pero es muy útil para crear cupos en la universidad, que son sólo un pretexto para parasitar a los demás. Eso es lo que hacen los ciudadanos acomodados de los países miserables. Y ese parasitismo es la causa de la miseria general: en todo el siglo XIX hubo en Estados Unidos menos egresados de universidades que en Colombia ejerciendo ahora, y eso no influye en absoluto ya no en las patentes sino siquiera en la producción industrial del país (casi nula). La educación sólo sirve para formar personas que defienden la educación pública y pueden educar a otras.
La semana pasada comenté un texto de Mario Vargas Llosa en el que contradice la proclama angustiada del profesor Samuel Huntington sobre la amenaza de mexicanización de algunos estados de la unión americana. Los inmigrantes no llegan a integrarse en el viejo país sino que son colonos que implantan su cultura despreciando por completo al país que los acoge. Al pensar en eso me acordé de algo que hace muchísimo tiempo me llama la atención: un colombiano que viva fuera mucho tiempo siempre descubre que los colombianos recién llegados tienen toda clase de "soluciones" para los problemas de los países ricos y avanzados a los que llegan. Siempre quisieran orientarlos. Pero hay otra cosa, que ya no sólo ocurre con los colombianos sino con todos los hispanoamericanos y también con los españoles, y es la pasión por el sindicalismo y la protesta. Siempre encuentran formas de asociarse para reclamar "derechos" y manifestarse, incluso antes de llegar al país, en el que aprovechan todas las ventajas de su estado de bienestar evitando trabajar. Siempre son partidarios de los rebeldes del país que intentan cambiarlo.
Luego, es imposible no volver a la cuestión de la simplicidad de la riqueza, la justicia y el orden en las sociedades: allí donde se respeta la verdad y el esfuerzo de cada uno, se prospera; allí donde reinan la rapiña y el engaño, la miseria es inevitable. Nadie espera obtener bienestar aprovechando sus ventajas y las oportunidades que se le ofrecen, sino que, cual mendigo, cree que los demás deben dárselo. Pero "los demás" no tienen ganas de darle nada a nadie y hace falta el agente justiciero que provee a unos y despoja a otros, o que reparte las riquezas que no proceden del trabajo entre la masa que lo sostiene en el poder.
En otras palabras, la causa del atraso y la miseria es el servilismo, no al revés. La rebeldía es el mismo servilismo pero activo en la tarea de despojo, el cual se encubre con la falacia cómica de los "derechos", que de hacerse realidad disuadirían de trabajar. ¿Para qué va a esforzarse nadie para pagar su vivienda si sólo tiene que ir y pedirla? La experiencia del comunismo debería bastar para que todo el mundo rechazara esa propaganda, pero en las sociedades ideológicamente colectivistas, hechas a la dominación y a la mentira, siempre pueden formarse mayorías de personas serviles que arrastran a los países a la miseria, como ocurrió en Venezuela, Ecuador, Argentina y Bolivia, y ahora en Grecia y probablemente en España. A eso contribuye la educación, que no sirve para que la gente conozca la historia sino para impedirle conocerla, debido a la imposición interesada de la ideología estatista o de las variantes de esa ideología que más tienen prosélitos en el gremio docente, muy afín al comunismo en los países católicos, más cuanto más primitivos sean.
El bienestar futuro de las sociedades hispánicas depende ante todo de la conciencia que se tenga de eso, pero siendo algo simple y fácil también es imposible de cambiar: muchos países hispanoamericanos han estado entre los más ricos del mundo en diversas ocasiones. El sabio alemán Alexander von Humboldt se quedó maravillado de la belleza y armonía de las ciudades españolas en América. Argentina era a principios del siglo XX un destino de emigración tan apetecido o más que Estados Unidos. Cuba tenía en 1959 el doble de renta per cápita que Italia, y la de Venezuela en los años setenta era de más de un 75% de la de Estados Unidos. Siempre llega la masa de serviles y despoja a los productivos. Ahora le toca el turno a España, pronto a Chile, donde ya se detectan signos de estancamiento y de abuso por parte del gobierno.
Desde hace muchas décadas se discute acerca de si Hitler y Mussolini eran socialistas, cosa que trastorna las percepciones de los que creen en la izquierda y la derecha. Como la ideología cuenta, como la religión, con la adhesión acrítica de su público, "socialista" e "izquierdista" se traducen en "bueno", por lo que los nazis y fascistas, muy malos, se definen como "extrema derecha" (lo cual parece una tautología). ¿Cómo es que ambos procedían de partidos socialistas? Es que "socialista" no es "bueno". Conviene prestar atención al diccionario:
Esa hipertrofia del Estado es la manifestación de la hegemonía ideológica del servilismo y la forma en que se genera la miseria en las naciones. Los inmigrantes hispanoamericanos en Estados Unidos y en otros países ricos llevan su ideología socialista y arrastran hacia abajo a esos países, cosa que se pone de manifiesto con la presidencia de Obama, elegido por mayorías ansiosas de beneficios pagados por el Estado.
En realidad, estoy seguro de que esas opiniones son la verdadera causa del atraso, la idea de que la gente respeta la ley porque tiene educación es falsa y absurda, pero es muy útil para crear cupos en la universidad, que son sólo un pretexto para parasitar a los demás. Eso es lo que hacen los ciudadanos acomodados de los países miserables. Y ese parasitismo es la causa de la miseria general: en todo el siglo XIX hubo en Estados Unidos menos egresados de universidades que en Colombia ejerciendo ahora, y eso no influye en absoluto ya no en las patentes sino siquiera en la producción industrial del país (casi nula). La educación sólo sirve para formar personas que defienden la educación pública y pueden educar a otras.
La semana pasada comenté un texto de Mario Vargas Llosa en el que contradice la proclama angustiada del profesor Samuel Huntington sobre la amenaza de mexicanización de algunos estados de la unión americana. Los inmigrantes no llegan a integrarse en el viejo país sino que son colonos que implantan su cultura despreciando por completo al país que los acoge. Al pensar en eso me acordé de algo que hace muchísimo tiempo me llama la atención: un colombiano que viva fuera mucho tiempo siempre descubre que los colombianos recién llegados tienen toda clase de "soluciones" para los problemas de los países ricos y avanzados a los que llegan. Siempre quisieran orientarlos. Pero hay otra cosa, que ya no sólo ocurre con los colombianos sino con todos los hispanoamericanos y también con los españoles, y es la pasión por el sindicalismo y la protesta. Siempre encuentran formas de asociarse para reclamar "derechos" y manifestarse, incluso antes de llegar al país, en el que aprovechan todas las ventajas de su estado de bienestar evitando trabajar. Siempre son partidarios de los rebeldes del país que intentan cambiarlo.
Luego, es imposible no volver a la cuestión de la simplicidad de la riqueza, la justicia y el orden en las sociedades: allí donde se respeta la verdad y el esfuerzo de cada uno, se prospera; allí donde reinan la rapiña y el engaño, la miseria es inevitable. Nadie espera obtener bienestar aprovechando sus ventajas y las oportunidades que se le ofrecen, sino que, cual mendigo, cree que los demás deben dárselo. Pero "los demás" no tienen ganas de darle nada a nadie y hace falta el agente justiciero que provee a unos y despoja a otros, o que reparte las riquezas que no proceden del trabajo entre la masa que lo sostiene en el poder.
En otras palabras, la causa del atraso y la miseria es el servilismo, no al revés. La rebeldía es el mismo servilismo pero activo en la tarea de despojo, el cual se encubre con la falacia cómica de los "derechos", que de hacerse realidad disuadirían de trabajar. ¿Para qué va a esforzarse nadie para pagar su vivienda si sólo tiene que ir y pedirla? La experiencia del comunismo debería bastar para que todo el mundo rechazara esa propaganda, pero en las sociedades ideológicamente colectivistas, hechas a la dominación y a la mentira, siempre pueden formarse mayorías de personas serviles que arrastran a los países a la miseria, como ocurrió en Venezuela, Ecuador, Argentina y Bolivia, y ahora en Grecia y probablemente en España. A eso contribuye la educación, que no sirve para que la gente conozca la historia sino para impedirle conocerla, debido a la imposición interesada de la ideología estatista o de las variantes de esa ideología que más tienen prosélitos en el gremio docente, muy afín al comunismo en los países católicos, más cuanto más primitivos sean.
El bienestar futuro de las sociedades hispánicas depende ante todo de la conciencia que se tenga de eso, pero siendo algo simple y fácil también es imposible de cambiar: muchos países hispanoamericanos han estado entre los más ricos del mundo en diversas ocasiones. El sabio alemán Alexander von Humboldt se quedó maravillado de la belleza y armonía de las ciudades españolas en América. Argentina era a principios del siglo XX un destino de emigración tan apetecido o más que Estados Unidos. Cuba tenía en 1959 el doble de renta per cápita que Italia, y la de Venezuela en los años setenta era de más de un 75% de la de Estados Unidos. Siempre llega la masa de serviles y despoja a los productivos. Ahora le toca el turno a España, pronto a Chile, donde ya se detectan signos de estancamiento y de abuso por parte del gobierno.
Desde hace muchas décadas se discute acerca de si Hitler y Mussolini eran socialistas, cosa que trastorna las percepciones de los que creen en la izquierda y la derecha. Como la ideología cuenta, como la religión, con la adhesión acrítica de su público, "socialista" e "izquierdista" se traducen en "bueno", por lo que los nazis y fascistas, muy malos, se definen como "extrema derecha" (lo cual parece una tautología). ¿Cómo es que ambos procedían de partidos socialistas? Es que "socialista" no es "bueno". Conviene prestar atención al diccionario:
Socialismo: 1. m. Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes.Socialista es "partidario del predominio del Estado", cosa que ya se discutía en el siglo XIX sin que las simplificaciones ideológicas nublaran la visión. El socialismo de Hitler y Mussolini prefería buscar abiertamente las pretensiones imperiales y no obedecer a los soviéticos, pero era en esencia el mismo bando de los serviles saqueando para acceder a bienes que no habían producido y en conflicto continuo con otros grupos.
Esa hipertrofia del Estado es la manifestación de la hegemonía ideológica del servilismo y la forma en que se genera la miseria en las naciones. Los inmigrantes hispanoamericanos en Estados Unidos y en otros países ricos llevan su ideología socialista y arrastran hacia abajo a esos países, cosa que se pone de manifiesto con la presidencia de Obama, elegido por mayorías ansiosas de beneficios pagados por el Estado.
13 comentarios:
Me gusta hablar siempre desde mi experiencia, algo que he aprendido al leer a Luigi Giussani, pero no es solo leer, es hacer una experiencia real en la vida, ya que una de las enseñanzas que me dejan sus textos es que debemos estar atentos a la realidad, con una mirada que juzgue cada momento en el día, en la cotidianidad. No necesito salirme de mi ciudad para darme cuenta de que el trabajo es lo que da el verdadero bienestar, cuando luchamos por salir adelante por medio de nuestro trabajo, sea el que sea, somos verdaderamente libres. En el trabajo se juega todo, y buscar nuestro bienestar y nuestros objetivos trabajando es la verdadera libertad, o como dice mi padre, "hay es que producir" porque es la única manera en la que se sale adelante y se es libre, es ser consciente del valor del trabajo, eso es lo que le da fuerza a la economía. Debo trabajar por mi casa porque soy consciente de que me lo debo ganar, usando mis talentos y siendo libre, trabajando. Por eso el socialismo es la perdida de la libertad, se enseña a hacer colas buscando algo regalado, a no trabajar, el socialismo es un enemigo real de la sociedad libre, de la democracia. Un día escuche a una persona que hablaba de familias en acción como si fuera una salvación, la cura de su pobreza y que sus hijos dependían de eso, ¡DEPENDEN DE LO REGALADO! y a eso nos lleva el socialismo.
Familias en Acción fue un programa del gobierno de Pastrana que el de Uribe amplió, y forma parte de una poderosa corriente de asistencialismo en toda la región. Es algo que no se puede resolver tan fácilmente. Primero porque está el factor humano, no tiene gracia que funcionarios con buenos sueldos les digan a los que pasan hambre que debieron esforzarse más. Segundo porque un gobierno que no pusiera en práctica ese asistencialismo estaría en desventaja frente a su oposición, que obtendría muchos votos con esas promesas.
En esa materia, la mayor equivocación de Uribe como gobernante fue no perseguir la parafiscalidad, ni siquiera cuando la economía iba bien. La penuria se combate con el trabajo y todo lo que estorbe la contratación, como esa parte de los costos laborales, termina impidiendo que la gente trabaje. Eso porque Uribe siempre ha concebido la economía como algo que el gobierno debe controlar, a tal punto que cuando hubo una reforma fiscal que reducía la parafiscalidad a Uribe le pareció que era excesivo con ciertos sectores, cuyas ganancias eran excesivas.
Ciertamente el camino de superación es el trabajo, no porque a todo el mundo le deba gustar trabajar sino porque es la forma concreta de solidaridad y respeto por los demás y de mejora de uno mismo. Al respecto escribí un post hace un tiempo.
Gracias por sus comentarios.
Bueno, ya se fue Grecia y no demora España. Y estos genios asesoraron al gobierno venezolano y seguramente serán el modelo a seguir de los intelectuales/opinadores colombianos.
El problema de la democracia es que es muy difícil determinar sus límites. Por eso es que los demagogos reclutan votantes tan fácilmente: en últimas, ¿qué sería más democrático que las empresas sean manejadas por el Estado (que es el pueblo)? ¿Qué más democrático que hacer una mejor distribución de la riqueza para el beneficio de la mayoría (quitándole, claro está, a los que producen para regalarle a los parásitos)?
La grandeza (cada vez más menoscabada) de las instituciones estadounidenses radicaba en que la constitución pone límites a lo que el gobierno (el Estado, si se quiere) puede hacer. El papel de la democracia en EEUU era marginal en el sentido de que lo público (lo "democrático") estaba muy limitado. Con un gobierno dedicado a proveer seguridad e imposibilitado para intervenir en la economía, lo democrático era muy poco rentable. Conforme avanza la democracia (es decir, conforme se le dan más poderes a la democracia, aparecen los demócratas bienintencionados (en el mejor de los casos).
La solución no es ampliar el alcance de las decisiones democráticas sino limitarlo todo lo que se pueda. La Venezuela de Chávez es exactamente la democracia llevada a sus últimas consecuencias, por eso es tan popular entre los "demócratas" de Podemos (1; 2; 3 y un largo etcétera).
Se me olvidó enlazar las loas de estos genios demócratas a los asesinos de las FARC (1 y 2.
El socialismo es proporcional al engaño, como el capitalismo es a la corrupción (rapiña para entendidos). Es infinitamente brutal y torpe comprender el manejo de la economía mundial, si en un rincón del globo a Le Pen le dan ganas de nacionalizar el sector financiero, y en el muladar sudaca, un campesino cocalero latino, trata de imponer un libre mercado. Tan ambigua es tal comprensión, que es tan confusa como incluir en la cartera de Salud de un país, a un economista. Que días escuché a un imbécil decir que el capitalismo era un “mal necesario”, que es lo mejor para nuestro futuro porque las tasas de crecimiento en el mundo en desarrollo se mantienen modestas, y la aceleración de las economías en desarrollo da las garantías para avanzar con menos riesgos. Que lenguaje político. Ni hablar de los moribundos vestidos de rojo, manipuladores en inventos sobre magnicidio, quienes con habilidad se fundan en principios de equidad, sin aclarar conceptos ni dar precisiones.
El debate de izquierdas y derechas ya es más utilizado por los populistas que por las personas que en realidad tratan de rescatar a las instituciones. Ni hablar de las atrocidades que estos populistas cometen con nuestras instituciones; la miseria siempre va a existir, si se le da permiso a los dirigentes de frotar sus manos con ganancias deshonestas.
Anónimo 10.23 AM:
Eso de llamar democracia a la demagogia me hace recordar a los que llaman "la izquierda" a las FARC. Las sociedades de Europa occidental y Norteamérica se llaman "democracias" y no se parecen nada a la Venezuela de Chávez y Maduro, en la que no hay garantías, división de poderes, rendición de cuentas ni prensa libre. ¿Dónde dice que puede ser "democracia" la dictadura de la mayoría?
En cualquier texto mío "democracia" quiere decir esas sociedades o su modelo. Cuando el Estado es proveedor de bienes no se trata de democracia sino de socialismo. La oposición entre ambos la señaló Tocqueville: "Soy profundamente demócrata, por esta razón no soy de ninguna manera socialista. La democracia y el socialismo no pueden ir juntos. No se puede tener las dos cosas".
El fundamento de la democracia es el derecho de propiedad, es decir, la libertad.
Gracias por el post de "uribe contra la reforma tributaria" lástima que no se puede ver el Artículo de Alberto Bernal completo.
Entiendo lo que dice de familias en acción, es algo que hace parte de la política del Estado y lo deben o tienen que mantener, aunque le puedo asegurar que en la región donde me encuentro los beneficiados no es que "pasen mucha hambre" ayuda de verdad a muy pocas familias, además de lo complejo que es aveces para las familias mantenerse dentro de ese programa y también se convierte en algo necesario para vivir, algo que considero grave.
Por eso dije al comienzo que es importante hablar desde la experiencia personal y de algo que se puede estar seguro es que si el Estado controla mi salario, mis horas laborales, mi trabajo, mis gastos, mi educación y la de mi familia, pues no soy libre, corta por completo la creatividad y los deseos de un mejor bienestar. La propiedad privada es libertad.
El socialismo es opresión, no es otra cosa, el máximo derecho es el derecho a la vida y después de ese es el derecho a la propiedad privada =trabajo=libertad.
¿Dónde dice que la democracia es la dictadura de las mayorías? En siguiente tomo del libro en el que dice la democracia implica garantías, división de poderes, rendición de cuentas y prensa libre.
Obviamente yo quisiera que la democracia fuera lo mismo que usted señala, pero la definición de las palabras no necesariamente es lo que uno quiera. Y ese es precisamente mi punto: los chavistas (venezolanos y europeos) aseguran que Venezuela es una verdadera democracia porque Chávez respondía al pueblo (según él, ERA el pueblo, y la gente efectivamente votaba por él).
Yo quiero vivir en un país en el que se respeten la vida, la libertad (de consumir, producir, opinar, etc.) y la propiedad privada y en donde el Estado sea ocupa de garantizar que impere la ley. Estoy seguro de que eso es lo único que se necesita para que la gente prospere: no se necesita despojar a unos para darle a otros, no se necesita que el Estado provea educación (realmente, no se necesita que produzca nada), no se necesita que el Estado regule ningún aspecto de la economía y ciertamente no se necesita que le diga a la gente cómo vivir (con quién se puede formar una familia o si se puede o no consumir alucinógenos).
El problema es que la mayoría de los asesinos del combo de Castro actúan en nombre de la democracia.
La verdad es abrumadora la tranquilidad con la que se está tomando la supresión de la poca democracia que teniamos hasta 2010. Tras la reciente reunión de Uribe con el fiscal, no quedan dudas que Colombia es una autocracia, donde Santos controla los tres poderes, los medios, los ministerios públicos y hasta el crimen.
Ahora, los que creemos en la República, en la Democracia, la ley, el orden y la libertad, no tenemos un panorma alentador. En 2018, se disputarán el poder Vargas Lleras y Petro, lo cual es esperar para entrar al matadero o entrar de lleno.
Gracias por este espacio al creador del blog. Ha sido un abrir de ojos para mi.
J L Cowen: Imagínese que se triplicara el gasto y el número de beneficiarios de Familias en Acción y a cambio se cerraran las universidades públicas, el Estado dispondría de muchos más recursos y por tanto tendría que cobrar menos impuestos, y la sociedad se libraría de sus protectores. Ya es redundante insistir en la conveniencia de reducir el Estado, la cuestión es ¿cómo se reduce? Si hay más recursos en manos de los ciudadanos y menos tributos, la incidencia de las cuotas asistencialistas y sus corruptelas podría ser menor.
La desgracia en Colombia no es sólo el socialismo como culto del Estado, sino la dominación ideológica como eje de esa desgracia. No importa que una persona sea más estúpida después de ir a la universidad, todos aspiran a darles ese privilegio a sus hijos.
Anónimo 11.22 AM
Muchas gracias por los enlaces de Hispan TV, se divulgaron mucho en España, con alguna influencia.
Las palabras no significan lo que quiere cada uno que las use. Si la democracia es la dictadura de las mayorías, el régimen de Hitler era una democracia. En Occidente se entiende democracia como Estado de Derecho con libertades y garantías, con sufragio universal y participación del pueblo de diversas maneras en el gobierno. El hecho de que Chávez ganara elecciones no lo puede autorizar a expropiar nada, porque los dueños de las cosas también son "el pueblo", y a nadie se le ocurriría que en una democracia se expropie a nadie ni se persiga a la oposición, por no hablar de disponer a voluntad de los recursos comunes.
Es tan democrático como las FARC.
Marcel: se trata de la tiranía del narco, que siempre ha estado controlado por el régimen cubano y sus aliados continentales. Colombia es un narcorrégimen como Venezuela, Ecuador y Bolivia, y no mejorará mientras se siga con la idolatría de Uribe.
Socialismo o barbarie!!
me encantan las proclamas!!!
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